Sus ojos se abrieron de golpe al recibir tal noticia por parte de la inspectora, toda la investigación y juicio terminarían a la basura, su blanco había sido destruido de la manera menos esperada posible. La Señora Choi no supo cómo reaccionar ante aquello, es cierto, odia a su esposo, lo odió, pero jamás le deseo la muerte. Tal parece que hasta la peor persona tiene destinada su muerte por cada crimen cometido, eso pasó con el Señor Choi, su muerte dio a fin luego de tantos años arruinando la vida de otros, incluso la de los más indefensos, en este caso, a su propio hijo, al hermano adoptivo de Juyeon, a los padres de Sunwoo..., y Yubin.
—Mis más sinceras condolencias, Señora Choi. —mencionó la inspectora, haciendo una referencia casi forzada, incluso ella sabía el destino de Choi DaeHee, imposible negarlo.
Sunwoo comenzó a mirar todo, desde ver la expresión en los ojos de susto de la Señora Choi, hasta ver los ojos de Chanhee, los cuales reflejaban tranquilidad fingiendo tristeza. En reacción a ambas expresiones, bufó lo más bajo posible para lograr no ser escuchado, realmente le parecía tan irónico que dos personas que odiaban y temían con todo su ser a una sola, ahora se veían casi llorándole, aunque fue un poco diferente al notar la mirada de Chanhee, una que por alguna razón, era de esperar.
Cuando vio a la inspectora tomar ruta hacia la salida del lugar, apresuro sus pasos hasta llegar hasta ella, tomándola del brazo y causando que aquella volteara a verlo, una mirada de molestia hacia él, desde luego a nadie le gusta que lo agarren de esa manera pero tratándose de Sunwoo, sabía que no resolveria nada si llega a un argumento total con él.
—¿Qué sucede, Kim?
—¿Cuando tendrán la autopsia lista?
—Dentro de dos días a lo mucho, ¿Quieres saber acaso cómo murió?
—Por supuesto que quiere saber cómo murió, ¿No son obvios los indicios? —aquella voz, que distrajo el ambiente de ambos, dirigiendo su mirada hacia tal individuo notando que de Sangyeon se trataba. Sunwoo de inmediato chasqueo con su lengua, molesto con tan solo verlo. Soltó el brazo de la inspectora, caminando hacia él, justo cuando iba a dejar un golpe en su mayor, este atrapó con éxito su muñeca—. Kim, aquí no.
—¿Por qué no? ¿Me humillarás frente a todos o que?
Ambas miradas mantenían diferentes expresiones, mientras la mirada de Sangyeon se reflejaba tranquila, Sunwoo tenía una formando coraje poco a poco, aun no puede creer cómo es que después de una semana su compañero decidió aparecer.
Sangyeon poco a poco bajó su mano aun sosteniendo la muñeca de su menor, jamás perdieron contacto y esa fue la base que los hizo olvidar el aura en el que estaban, tanto que Chanhee se había asustado por como Sunwoo caminó de la nada hacia Sangyeon, como su madre tuvo que tomarlo del brazo para que impedir que avanzara detrás de su amado, porque incluso su madre, por el poco tiempo que estuvo conociendo a Sunwoo, con tan solo verlo a los ojos sentía un escalofrío al ver esa mirada fría, y no un escalofrío muy bonito que digamos.
—Kim... —se acercó lentamente hasta llegar a su oído, susurrando lo siguiente—, Yubin va volver—pero Sunwoo rió irónicamente. Sin poder esperar nada a cambio, Sangyeon únicamente suspiro alejándose de su menor, mirándolo una vez más a los ojos—, sígueme.
Se alejó de él, caminando ruta a la salida del edificio, bien sabía que Sunwoo lo seguiría en un momento u otro, a pesar de que era información de la que el menor ya era consciente de, había más por discutir y ambos lo sabían a la perfección. Apenas Sunwoo miraba hacia donde Chanhee y su madre se encontraban, mirándolos tranquilamente y a su vez transmitiendoles por medio de esa mirada unas cuantas palabras, que estaría de vuelta tan pronto y terminara su plática con su mayor. Chanhee le sonrió, respondiéndole por medio de esa sonrisa, siendo así, el indicio a que Sunwoo saliera finalmente del edificio hasta encontrarse donde Sangyeon estaba. Justo lo veía entrando a un coche, uno diferente al que solía ver, pues este era de color negro con ventanas polarizadas.
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𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎
Hayran Kurgu-Llegó tu momento de brillar, quiero que vayas por mi premio mayor, lo quiero a él. "Yubin envió una foto" Vaya vueltas que da la vida, lo que su jefa demandaba ésta vez era al delgado chico de melodiosa voz que estaba sentado en su sala. ¿Qué se de...