𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎

Capítulo 45

Durante el camino, Sangyeon y Sunwoo fueron en la parte delantera mientras Hyungseo y Siyeon se mostraban en la parte trasera. Un camino en silencio, pues al menor no le importaba meter velocidad alguna, si hacía falta pasarse los semáforos en rojo lo hacía. Esa desesperación se notaba a kilómetros. Al menos tuvieron suerte de estar en un hospital a unos diez minutos lejos de donde actualmente se encontraba Yubin, si, vaya que Sangyeon fue preciso a inicios de su pequeño plan.

—Kim... lo siento. —habló bajo, mirando de reojo al menor.

Escuchar esas disculpas fue bastante para Sunwoo, su amigo no hace mucho había acabado con esa confianza que por primera vez Sunwoo le había brindado. No sabía cómo reaccionar ante esas palabras, y aún más que no estaban solos, incluso miro de reojo a Hyungseo y Siyeon por medio del espejo retrovisor, sintiéndose algo avergonzado por su alrededor. Le costó un poco, pero después de un largo silencio logró responderle con las palabras más sinceras que pudieron salir de su propia boca.

—Las aceptaré cuando tenga a Choi conmigo, ahora pretenderé que jamás escuche eso. —respondió sin mirarlo, manteniendo un semblante serio.

Por alguna razón, Sangyeon sonrió despacio, ya que por el movimiento de sus labios sintió dolor. Anteriormente con la fuerza de los golpes del menor, su nariz casi queda rota así como logró que sus labios chocaran con sus dientes causando ciertas cortadas, por eso al hacer algún movimiento con su boca, simplemente ardía. Aun y eso, no podía evitar reaccionar de esa manera, las palabras de su compañero siempre son así, palabras que te llegan al corazón queriéndote hacer cambiar de parecer o arrepentirte de alguna acción.

Llegaron al lugar, la señal se perdió por completo. Entraron a un bosque, árboles tan altos que pensabas que podían llegar a tocar las nubes, esas que tornaban un color gris, claro que no era sorpresa, estaban en temporada de lluvia, y pronto tendrían una en cualquier momento. Así siguieron avanzando hasta ver una mansión ya, no había rejas, no había siquiera bardas alrededor de la casa para proteger la misma. Sólo era la casa y ya, con árboles alrededor, vaya que además, el clima ahí se sentía enormemente frío.

—No me sigan, entraré por atrás. —ordenó.

Sunwoo sin pensarlo salió del auto, causando que las otras tres personas salieran de la misma manera que él. Mientras el daba la vuelta por toda la mansión hasta llegar a la parte trasera, los otros se adentraron por la puerta principal viendo ahí un auto más. Ninguno ahi tenia idea alguna a quien pertenecía el auto, pero cuando entraron a la casa, vieron sangre en el suelo. No había cuerpo alguno, solo sangre en línea dirigiéndose a una sola dirección.

Aún todo estaba en silencio, y era aún mejor para Yubin. Desde que entró a la habitación con el Señor Choi, colocó unos guantes de látex color blanco en cada una de sus manos mientras la mirada del Señor Choi se mantenía en su hijo, verlo en ese estado le dio mucho miedo, ese cuerpo tan delgado y blanco, siendo cubierto por solo una sábana blanca, casi transparente.

Avanzando lentamente hacia Chanhee. Lo tomó de las mejillas estando detrás de él, forzandolo a mirar a su padre, quien quería caminar hacia su hijo para alejarlo de la chica, sin embargo las palabras siguientes de Yubin lo detuvieron.

—Si da un paso más—movió su mano derecha, tomando su pistola y presionando la boquilla de esta sobre la sien izquierda del menor—, lo mataré. —susurro en el oído de Chanhee, quien temblaba y lloraba en silencio. Esa misma reacción que hizo a la chica sonreír.

—¿Por qué estás haciendo esto? Dejalo en paz, él no tiene nada que ver.

—Usted mató a mi madre, mostrándole su poder a mi padre, ¿Y yo que? Tampoco tenía algo que ver en su jodido problema de adultos, ¿Ahora lo entiende? —terminando de hablar, movió la pistola sin soltar la piel del chico hasta llegar a su pecho, asimismo su mano izquierda hizo un recorrido hasta llegar al vientre bajo de aquel. Cada toque que Chanhee sentía, le aterraba mas y mas, como una pesadilla sin fin.