𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎

Capítulo 46

Apenas salía de la zona del bosque, llegando a la playa donde vio más huellas, exactamente dos pares. Pudo reconocer ambas fácilmente, unas mostraban con claridad que se trataba de zapatos femeninos, mientras que las otras huellas eran algo pequeñas, mostrando como tal los dactilares de Chanhee. Siguió corriendo hasta ver las huellas desaparecer, miró a sus alrededores, las olas eran muy bruscas y no había señal alguna de un cuerpo. Su mirada después se dirigió al lado izquierdo, donde vio en una sola dirección sólo un par huellas, las cuales estaba seguro que pertenecían a Yubin. Parecía que divagaba en pensamientos al no poder ver señal de ninguna de las dos personas. Aunque estaba seguro que Yubin había logrado escapar y podía notarse por el tamaño de diferencia de sus huellas a comparación con las de Chanhee.

Sunwoo preocupado, pasó su mano derecha por todo su rostro, inclusive pasó su mano por su cabello. Pasándolo innumerable de veces hacia atrás, no estaba seguro de si había llegado tarde y Chanhee ya estaba hundido en lo profundo del Mar. Sus manos comenzaron a temblar, ya no sintiendo su persona, sino su miedo.

—No, no está muerto, no está muerto, no puede estarlo. —balbuceo, sintiendo un nudo formarse en su garganta. Quitó sus zapatos, igualmente su sudadera, adentrándose deprisa al mar. Mientras más se acercaba a lo recién profundo del mar, gritaba el nombre completo del chico. Entró en desesperación, y preocupado dejó todas y cada una de sus lágrimas salir, angustiado por no poder encontrar el cuerpo del mayor—. ¡Choi Chanhee! ¡Aparece carajo!

Entró por completo al mar, abriendo sus ojos dentro del agua recibiendo a cambio un panorama vacío, solo veía plantas marinas y una que otra roca. Su cuerpo impactó con una ola recién llegar, y lo movió tanto que no pudo resistir fuerza llevándolo a chocar con una piedra. Dejó un gran mareo en Sunwoo y una leve cortada en su cabeza, nadando de prisa hacia afuera del mar esperando a que el dolor se fuera, aunque no duró mucho. Realmente quería encontrar el cuerpo de Chanhee y no le importaba siquiera si llegase a chocar con algún objeto de la fría agua. Tocó su cabeza, mirando su mano y viendo poca sangre sobre esta. Maldijo internamente.

Por segunda vez se adentro al mar, nadando con más rapidez llegando a un punto más lejano. Aún sin ver nada, ese mareo en su cabeza se intensificó más de lo que el creyó, inmediato salió del agua tomando aire y sintiendo su respiración agitaba. Varios mechones de cabello cubrían su vista y tuvo que hacerse cargo de retirar cada uno de estos. Pegó su mano en su cabeza donde estaba la herida, la mantuvo ahí por unos segundos hasta que se sintió más calmado. Volviendo a entrar y nadando debajo del agua. Entonces ahí vio el cuerpo de Chanhee apenas comenzar a bajar hacia lo más profundo del agua. Vio todas las heridas sobre el cuerpo del chico, una visualización algo borrosa pero que logró captar en segundos. Ver esos ojos cerrados, dándole una imagen tranquila como si ahora estuviera muriendo en paz, pero claro que Sunwoo no quería que esto pasara. Al nadar hacia la dirección donde estaba el mayor, otra ola llegó apartándose más de lo que él pensó. Su respiración iba disminuyendo por lo que salió a tomar aire, vaya que con una bocanada de aire fue más que suficiente.

Adentrándose por última vez al agua y con prisa, nadó poniendo todo de sí mismo, pataleando y moviendo sus brazos de adelante hacia atrás para hacer de este movimiento más veloz. Con éxito, su mano tocó la del chico, atrayendo el cuerpo contrario hacia él, desde entonces sintió una carga menos, pero volvió a nadar esta vez hacia arriba dejándose llevar por el impulso del agua. Una vez saliendo, respiro por medio de la boca tomando aire, sujetando el cuerpo del chico con su mano izquierda y nadando poniendo fuerza en su brazo derecho. Comenzó a nadar hacia la salida del mar, trató de apresurarse ya que más olas seguían llegando. Sintió una gran desesperación dentro, como si lo estuvieran persiguiendo. No tenía miedo de las olas, tenía miedo de haber llegado demasiado tarde a la escena, porque ver el cuerpo de Chanhee apenas hundirse causó en él temor, pese a que las palabras de su madre resonaran en su mente, «Nada ni nadie debe perturbarte».

Cuando sus pies tocaron suelo, esta vez pudo cargar mejor a Chanhee entre sus brazos, acunándolo entre ellos saliendo por fin del mar. Su respiración realmente estaba agitada, pero fue un gran alivio salir del mar, ahora vendría lo peor. No encontraba señal de vida en el chico, así que lo recostó sobre la arena y sin dudarlo junto sus manos, poniendo ambas encima del pecho del chico, comenzando a hacer RCP. Trato de hacer sus movimientos precisos y justos para reanimar el corazón ahogado del mayor, o al menos intentarlo. Sin embargo, al seguir sin ver reacción alguna, desprendió aquel nudo en su garganta expresándolo por medio de sus gritos y lágrimas.

—¡Vamos joder! —exclamó el chico, haciendo sus movimientos más fuertes y llorando impulsivamente—. ¡Chanhee reacciona, por favor! —volvió a gritar entre llantos. Acercándose después a su rostro, cubriendo su nariz y brindándole respiración de boca a boca, sin embargo, siguió sin responder—. ¡Carajo Chanhee! ¡Por favor! —rogó, recargando su cabeza sobre el pecho de aquel, aun dejando sus lágrimas salir de él. Podría rendirse, pero no lo haría—. ¡Por favor! Dije que encontrándote te protegería, y lo haré, así que despierta antes de que te obligue a hacerlo. —dispuso el chico, recordando lo que alguna vez fue su pasado, incorporándose y volviendo a juntar sus manos comenzando una vez más con la reanimación cardiopulmonar—. ¡Choi Chanhee!

Un último grito, que lo llevó a rendirse. Alejo sus manos de él, retirando una vez más los mechones de cabello que chocaban con su frente, pero al instante Chanhee expulsó gran cantidad de agua de su boca comenzando a toser bruscamente, tratando de respirar mejor. Miró sus alrededores hasta dar con la figura de Sunwoo, el cual, al verlo con los ojos abiertos lo atrajo hacia él, abrazándolo, enrollando todo el cuerpo contrario y diminuto entre sus brazos. Comenzó a acariciar su espalda desnuda y su cabello húmedo, sin ganas de querer soltarlo.

—Estás a salvo, estás conmigo. —mencionó con la voz agitada entre lágrimas. No podía creer que después de todo, Chanhee logro resistir a tal punto de volver a despertar, pero aún así temblaba por dentro al mismo tiempo que su corazón sentía un gran alivio de verlo vivo.

—S-Sonnu... —y es que esa voz tan delicada siendo escuchada por los oídos de Sunwoo, provocó que llorara aún más. Chanhee por otra parte, se aferró entre el cuerpo del menor, empezando a llorar y recargando su cabeza en el pecho de aquel. Ahora estaba más que agradecido por estar entre los brazos de Sunwoo y no siendo tocado o dañado por Yubin y esas otras personas que se aprovecharon de él. Esta vez sí se sentía a salvo, y podías darte cuenta por medio de sus lágrimas, las cuales reflejaban bastante sufrimiento.

Lo abrazó con un poco más de fuerza, estiró su brazo hasta tomar su sudadera, así pudo colocarla encima del cuerpo contrario para brindarle calor, y mientras hacía esto, las palabras seguidas de Chanhee lo destruyeron. Ahora comprende lo que es sentir con el corazón.

—¿D-Dónde estabas? ¿P-Por qué tardaste tanto? Tenía miedo, bastante... —dijo entre lágrimas, acurrucándose más con el chico aun y la ropa contraria estaba igual de húmeda—...ellos... ellos me tocaron... me siento asqueroso, Sonnu...

No supo en ese entonces como responder, únicamente se disculpó abrazandolo mas. Podría decirle que se vengará de aquellos que lo tocaron, podría decir que se siente pésimo al haberlo dejado ir tan fácilmente, podría haberle dicho miles de cosas que salían del corazón, pero en este momento, su preeminencia era estar con él, abrazarlo como no había podido hacerlo antes. Los llantos de Chanhee siguieron, pues no encontraba la manera de explicar como se sentia, pero al menos, ahora esta a salvo.