Capítulo 50

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Un interrogatorio bastante extenso, unas preguntas tan sencillas que de alguna manera u otro fueron difíciles de responder, o al menos para Sangyeon. Escucho cada cuestión con atención mientras formulaba en su mente cuál sería su próxima respuesta. Llevando su mirada al vacío de la mesa de metal y manteniendo una postura tranquila, pues era como se encontraba realmente, sin embargo, notar que responder la siguiente pregunta conllevaría a su destino lo ponía algo nervioso.

La inspectora lo miró, notando su mirada y postura tranquila, como si no tuviera problema alguno con responder las preguntas, así que decidió preguntar por última vez antes de salir de aquel espacio pequeño.

—Lee Sangyeon, ¿Fuiste participe en cuanto a la creación del plan de Yubin?

Finalmente la miro directamente a los ojos, suspiro y seguido de esto negó con la cabeza mientras recargaba su cabeza entre sus manos.

—No, no lo hice. La apoye, claro, ¿Y usted que hubiera hecho después de ser violada junto a su madre? ¿Después de que viera a su madre muerta frente a usted y viendo cómo el abusador disfrutaba de una vida de lujos como si nada hubiera pasado? Así que más les vale meter a Choi DaeHee a la cárcel antes de que ella vuelva y lo mate.

La chica tensó su mandíbula, vaya que para la política siempre tienes que encontrar el lado más bueno de resolver, aunque finalmente al no poder hacer las cosas bien es donde sale el lado corrupto. La inspectora dejó ir a Sangyeon, al ser la persona más cercana a Yubin además de Sunwoo, era el único objetivo por el momento con el que se debían contactar. Hyungseo también fue interrogado, pero sólo un antonegra sabe bien cómo encubrir sus crímenes audazmente sin ser detectado. Al ser él la persona quien había adjuntado toda la evidencia en aquella usb, no se iba a quedar atrás eliminando información donde él salía como culpable, pues ahora había vuelto a su casa sintiendo una libertad inigualable.

Sangyeon no mucho después salió de la comisaría, pero también poco seguido de esto recibió una llamada de un número desconocido. Supo inmediatamente que se trabajaba de Yubin, suspiro pesadamente y sin más respondió, colocando el teléfono en su oído derecho escuchando con claridad las palabras tan frenéticas de su jefa.

—¿Dónde estás ahora? ¡¿Que le dijiste a la policía?!

—Huh, parece que aún me espías—dio una pausa antes de relamer sus labios y caminar hacia su auto—, estás a salvo allá, no vuelvas aquí Yubin, el Señor Choi ya está en la cárcel.

—Eso es mentira, lo único que he visto es a su dramática esposa hablar con la prensa, ¿donde está Kim?

—Con Chanhee. ¿Que harás?

—Esperar hasta volver, son unos idiotas que arruinaron mi plan, ¿escuchaste Lee? Recuerda que soy muy paciente.

Antes de poder responder sólo escucho el sonido de la llamada cortarse, respirando profundo y haciendo una mueca de molestia, pues por alguna razón sabía que ella actuaría así. No obtuvo lo que quiso, no pudo lastimar de la manera que quería al Señor Choi, no se detendría hasta obtenerlo y poder soltar ese gran peso de encima, porque ese sentimiento ya no era sólo dolor, sino que también venganza y repugnancia.

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𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora