𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎

Capítulo 67

Octubre 23, 2020.
8:00 AM

El día tan esperado finalmente había llegado, la inspectora, cumplió con su palabra, en menos de veinticuatro horas habían dejado ir a Juyeon, un interrogatorio corto con respuestas sumamente válidas. El caso había sido relevado, una carga que se desprendió fácilmente en un abrir y cerrar de ojos. Chanhee se encontraba más tranquilo, Sunwoo desde que dio su palabra junto con Sangyeon acerca de esa misión que tendría con Yubin, el chico lo tomó como otra tarea más. Claro que no tenía en cuenta de que familia era aquella, ni mucho menos si sería peligrosa o no. Sunwoo había usado las palabras correctas para tranquilizarlo, y privarlo del miedo.

Luego de subir sus maletas al auto, Chanhee se encontraba totalmente listo sobre el asiento copiloto, esperando por Sunwoo, quien se había quedado con la Señora Choi, teniendo una "pequeña" platica de las cosas que podía y no hacer con su hijo. Claro que al ser la madre de su chico, sabía bien que tenía que mostrar respeto, pues claro que su ego no sería capaz de obedecer cada una de esas cosas, al menos no todas, ya que una de ellas, si que se esforzará en cumplir, y era ni más ni menos que cuidar y proteger del chico.

Ambos finalmente salieron de la mansión, Chanhee los vio desde el auto, sonriendo emocionado porque estaban a tan sólo unos minutos de irse.

—Diviértanse, Kim, pero no tanto. —advirtió la Señora Choi, provocando en Sunwoo una sonrisa nerviosa, pero sin esperar aquella siguiente acción, quedó perplejo en cuanto los brazos de la madre de Chanhee se enrollaron en su cuello, formando un cálido abrazo, tal como el de una madre. El menor sin pensarlo demasiado, le devolvió el abrazo, sonriendo despacio y poco a poco separándose con la misma intensidad suave—. Tengan un buen viaje, los quiero. —Sunwoo asintió con la cabeza, despidiéndose de ella moviendo su mano también.

Volvió pronto al auto, viendo ahí como Chanhee también se despedía de su madre moviendo su palma y una reluciente sonrisa entre dientes. Sunwoo así entró al coche, tomando la mano de su chico al instante y acercándose a él para dejar un beso en su mejilla, porque aun interno y exteriormente se podía ver la felicidad del chico.

—¿Listo? —preguntó el menor viéndolo con una mirada tan alegre como el ambiente.

—Más que listo. —respondió el mayor, acercándose a él para dejar un beso en la comisura de sus labios—. Vamos. —y sin decir nada más, su viaje inició.

Recorriendo las calles de Seúl, recorriendo las calles de las pequeñas ciudades, recorriendo diferentes áreas las cuales Chanhee jamás había visto en su vida. El bajar la ventana del auto para disfrutar del aire mientras su chico se encargaba de manejar, fue el mejor sentimiento que pudo tener en ese entonces. Ese aire gritándole en su cara toda la libertad que tenía. Claro que durante en el camino, sobre todo en las rutas rápidas, el mayor soltó uno que otro grito lleno de diversión, sin dejar de sonreír. Sunwoo a pesar de poder verlo un par de veces, sin duda alguna sonreía de la misma manera, encantado por todo, encantado por él.

Un viaje largo, pero cuando menos lo esperaron, llegaron a la playa. Sunwoo estaciono su auto en una zona alejada de todos en la zona central de lugar, dicha zona en la que conoció a su amado. Chanhee desabrochó su cinturón de seguridad sin dejar de mirar al frente, inclusive dejó ir el cinturón por medio de su mano, abriendo después la puerta de entrada viendo el lugar con mejor visibilidad y sin un vidrio frente a sus ojos. Hacía un poco de aire, moviendo su cabello, cubriendo un poco sus ojos, esos ojos que se habían perdido entre las olas. Inmediato reconoció el lugar.

—Aquí fue... —susurró mientras cerraba la puerta con cuidado.

—Tu madre me ayudó a encontrarlo—mencionó mientras de igual forma cerraba la puerta de su lado con cuidado, caminando hasta donde él, abrazándolo por detrás y recargando su cabeza en el hombro derecho del contrario—, mencionó también que ese día se quedaron en un cabaña, ahí nos quedaremos.