—¿Estás diciendo que jamás te ha llamado la atención leer libros? Woah... —la mueca de sorpresa de Chanhee sí que duró bastantes segundos. Desde que comenzaron a retomar el tema sobre aquella poesía de romanticismo oscuro Sunwoo prestó atención a la pequeña historia del chico. No era para nada aburrida, al contrario, escuchó con claridad cada una de sus palabras.
Ciertas veces, en un ambiente tan encerrado donde solo estaban ellos dos, hacían de un Sunwoo ansioso. Sin poder pensar con claridad en algo que hacer, especialmente con Chanhee a su lado. Un chico del cual se espera bastantes preguntas cuando únicamente hay silencio. Por suerte, mientras checaba su teléfono logró encontrar un anuncio donde se tocaba el tema de la poesía. Algo que no le llama la atención a Sunwoo pero sabía que eso distraería al mayor.
—Huh, si ese es el caso, ¿puedo recomendarte libros? Hay unos muy buenos de los que me gustaría comentarte. Además, tenemos mucho tiempo, lo puedo hacer mientras haces la cena, verás que será algo entretenido.
—Ajá. —respondió el menor sin más. Estar en la cocina no era algo que se veía a diario. Jamás ha tocado la estufa, o utilizado esos sartenes que sólo están de adorno. Claro que para todo hay una razón, para él, un "no quiero perder tiempo en hacer comida" lo era todo para comprar comida rápida y estar satisfecho con eso.
Apenas revolvía el huevo con aquellos palillos chinos haciendo de sus movimientos unos rápidos y sensatos. Tal y como mover un cuchillo en mano, siendo parte de una rama mafiosa esto era algo con lo que ya era experto. Chanhee incluso lo veía desde el sofá, una vista algo lejana pero podía escuchar con exactitud cómo los palillos chocaban con el vidrio de aquel plato hondo, una vista que dejó anonadado al mayor.
Al no poder ser él quien hiciera de comer le resultaba algo extraño. Habían pasado tan sólo tres días desde que sus piernas se lastimaron y caminar le resultaba algo difícil. Inclusive ir al baño lo tenía que hacer con ayuda de Sunwoo, claro, solo el recorrido de su habitación hacia tal cuarto de higiene personal.
Mirando con atención como el menor cocinaba, una sonrisa apareció en su rostro. Sunwoo estaba tan concentrado en lo que hacía que por alguna razón los ojos de Chanhee brillaban. Para él, Sunwoo siempre ha sido alguien cerrado desde que lo conoció. Recuerda muy bien esa noche cuando salía con urgencia del teatro, y al regresar se encontró con aquella persona que haría de sus días, unos inolvidables. Tal cual aquella regañada que recibió por desobedecer a su padre prometiendo que no gastaría más noches en funciones teatristas. Todos y cada uno de esos recuerdos cruzaron por la mente del mayor, haciendo el ambiente maravilloso.
—No se como cocinar te resulta tan fácil, pero claro, tenías que tropezar con ese tronco. Agh. —exclamó en reclamo Sunwoo mientras con mucho cuidado dejaba caer el huevo sobre aquel sartén caliente.
—¿Pusiste aceite primero cierto? —aquella pregunta, dejó pensando al menor. Miró a sus alrededores y finalmente su mirada se cruzó con la botella de aceite. Cerró sus ojos junto con un suspiro al recordar que no había utilizado aquel producto. Esta simple acción realizada, ayudó a Chanhee a descifrar lo que ocurrió. — ¡Aaaah Sonnu!
Se levantó del sofá con cuidado, sus piernas se movían lentamente y cuando Sunwoo se dio cuenta de ello, dejó todo a un lado dirigiéndose hacia el mayor, ayudándolo a sostenerse. Tomarlo de su cintura para dejar que este rodeara su brazo izquierdo por el cuello del menor se volvió normal. Los días pasados sí que fue un gran problema ayudar a Chanhee en cada cosa, inclusive en la más diminuta. Sin embargo, para ahora ser el cuarto día realizando lo mismo, ni siquiera se quejaba al respecto dejando así todo pasar.
Ambos llegaron a la cocina, Chanhee de inmediato se encargó de la comida. Su expresión pasó a ser una de molestia. Sunwoo al ver ello soltó una sonrisa inconsciente. Pensar en todo lo sucedido hace tan solo unos segundos hacía sentir al menor como un niño pequeño descubriendo cosas nuevas.
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𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎
Fanfiction-Llegó tu momento de brillar, quiero que vayas por mi premio mayor, lo quiero a él. "Yubin envió una foto" Vaya vueltas que da la vida, lo que su jefa demandaba ésta vez era al delgado chico de melodiosa voz que estaba sentado en su sala. ¿Qué se de...