domingo 8 de agosto

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Desde hace algunas semanas, tengo una pregunta rondando en mi mente, específicamente esta semana parece tener mayor fuerza en mis pensamientos. Bueno, no una. Varias.

Si tuviese que morir en este preciso momento, ¿Qué tanto de mi vida me hubiese gustado cambiar? ¿Se completó la misión por la cuál fuí enviada o me faltó algo?

Desde el viernes estuve en Puerto Plata. Edwin me buscó, y eso me salvó de pagar un pasaje. Compré algunas cosas en el Bravo y se las llevé a mami. Todo el fin de semana estuvimos en un tira y jala con la luz. Al parecer estaban haciendo algunos ajustes en Edenorte. Las noches eran muy calurosas.

En la Sacramental de hoy se habló sobre el pago del diezmo, del sacrificio y del ayuno y ofrenda. Mami discursó, Fior y Luis Mena. Todo lo que dijeron me hizo pensar ¿En qué lugar estoy poniendo a Dios en mi vida? ¿Que sacrificio tengo que hacer para que esté en el primer lugar? Y poco a poco el Espiritu me hizo ver algunas cosas que debo mejorar. No las escribiré ahora porque ya son las 10:30 y tengo sueño.

Las cosas con Jeury van algo lentas. No sé si tomar cartas sobre el asunto, pero mi capacidad de esperar se está agotando.

Buenas noches.

Las historias que nunca se cuentan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora