Las historias que nunca se cuentan

Lunes 11 de mayo 2020

-9 días

Lo único que quedó del sueño es que ví a Alvarado. Me tocó preparar un snack para el y supuestamente sus dos hijos (aunque él solo tiene uno) y al parecer alguien entro un camión a la capilla de Torre Alta (que no se parecía) e hizo caer el techo. Tuve que salvar a muchos niños. De ahí no recuerdo mas...

Las náuseas continúan. Está vez me despertaron a las 5:30 AM. Afortunadamente me volví a dormir y desperté para prepararme para trabajar. Hoy será un poco difícil. Me toca ir al banco, lo que significa que después de trabajar tendré que quedarme allá como hasta las 3 pm, en el mismo solazo.

Pues resulta y acontece que el presidente me pasó a buscar a las 8, cuando habíamos quedado a las 8:30. No me dió tiempo ni a desayunar, pero preparé algo rápido y me lo llevé a la oficina.

Allá me si cuenta de ciertas cosas que el presidente está haciendo mal. Yo solo le hago saber que yo sé que él lo está haciendo mal y trato de protegerme lo más que puedo. De ahí salió con el inspector diske a Villa Isabela, así que la oficina quedó libre. Jajajaja. Mecho me preparó un envase con chocolate caliente como me gusta. Me hizo tan feliz ese simple acto.

En otras noticias, el problema con las personas de Santo Domingo continuó. Y para colmo la mujer empezó a resabiar mientras yo estaba en el teléfono. Eso me dio un kille (enojo súper extremo), pero me armé de mi paciencia y le di su mega boche (reprimenda, machete, cómo le llamen). De ahí se bajó y empezó a explicarme el proceso. Tan difícil es ser amable? A veces me sorprende la capacidad de los humanos de ser tan insensibles. Pero bueno.

Llegué a la casa y empecé de inmediato a hacer mis tareas. Debo empezar un ensayo, y cuando empece6 a escribir ¡Chan! La computadora empezó a actualizarse  y se me borró todo lo que había escrito. La verdad me merezco una medalla por tener tanta paciencia.

Otra cosa que me sorprendió es que Marcelino me llamó. Pensaba que nunca lo iba a hacer. Hablamos un poco, le invité a tomar clases de instituto y le dije que le acompañaría en clases (aunque me gradúo el próximo mes). De ahí quedamos de hablar luego en la noche.

No sé si es el haber pasado tanto tiempo sin haber resuelto ejercicios matemáticos sin calculadora, pero estoy mentalmente agotada. Así que, dormiré.

Ah! Me faltó contar, que estos días Cheka y yo somos súper amigas. Me encanta saber que alguien piensa y actúa igual que yo. Me es un apoyo moral para todo. Ella me ha ayudado a superar mucho de lo que me está pasando.

Ahora sí. Dulces sueños.