Me va a caer un rayo por todo lo que he vivido y no he escrito.
El domingo pasado, osea, domingo 16 de junio, viajé por primera vez a San Francisco junto a la familia Tavarez. Asistimos al barrio Las Cejas, que por cierto tenían 4 aires acondicionados a pesar de ser super pequeño. Entrevistamos a 4 personas sobre la visita del aquel entonces elder Russell M. Nelson a ese pueblo. Una hermana nos contó sobre cómo su hijo nació con encefalitis, y el élder le prometió que su hijo crecería como un niño normal, y lo ha hecho hasta ahora. Luego de las entrevistas almorzamos en el jardín de la capilla. Comimos pollo horneado, plátano maduro hervido, ensalada, frutas, jugo, etc. Al hermano Tavarez le encanta el pan, así que le compré un pan con chispas de chocolate que probé de la Sirena. Le encantaron.
El sábado 15 estuvimos en el templo los consejeros y coordinadores que participaremos del PFJ de este año. Salimos de instituto a las 4:30 am, y llegamos a tiempo para entrar a la sesión de las 9:00 am. Me emocioné cuando vi que Rafael, el jas de Puerto Plata que fue mi consejero el año pasado, estaba haciendo su investidura. Solo pude pensar en cómo el poder de Dios transforma al individuo a su estado celestializado. Pasé algo de tiempo en el salón de estudio de las hermanas, mi nuevo lugar favorito. Le expresé al Padre los sentimientos más profundos de mi corazón, y mientras mis lágrimas se derramaban, leí mi bendición patriarcal. Cuánto consuelo recibí al recordar que el Señor recogerá mis lágrimas y las tornará en gozo, que hará que mi ejemplo sea de bendición en otras vidas, y de cómo sería conocedora de mucho para bendecir y ayudar a otros. Mucho de eso se ha cumplido, y sé que aun falta, pero vendrá en Su tiempo. Luego de salir del templo comimos, y tuvimos una reunión con los Tavarez y el elder Familia. Recordamos la importancia de los detalles en las actividades del PFJ, y de cómo seremos bendecidos al obedecer lo que se pide de nosotros.
El sábado 8 también estuvimos en el templo. Wendy Sosa se quedó a dormir con nosotros para ir al templo también. Quiero recordar que Eliam también fue al templo después de muchos años, aunque solo permaneció en los jardines porque aun no tiene una recomendación para el templo.
Hoy que estoy escribiendo esto siento que mi vida está más o menos estable. Mis emociones están bajo control, mi salud ha estado muy bien por un rato, aunque aun sigo lidiando con ciertos pensamientos intrusivos que sé que solo se resolverán con ayuda psicológica. Quiero superar mi miedo y hablar, quiero ayuda, pero el miedo aun me gana.
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Las historias que nunca se cuentan
Short StorySe que casi todos se preguntan lo que deben hacer para realmente conocer a alguien. No es como que aquí daré tips de qué hacer y qué no hacer, eso dejenlo a los vagos. Quiero abrir mi corazón y mente a ustedes. Escribir me hará bien, dijo mi terape...