Sean bajó del auto en cuanto John estacionó el auto y corrió hasta la puerta de la casa de Mimi.
"¡Mimi!"
—Si que la extraña. —Dijo John mientras quitaba las llaves.
—¿Ya se habían visto antes?
—Solo por video llamadas, pero no tienes idea de lo bien que se llevan, ya me dan celos de no ser el favorito de Mimi y de Sean. —Menciono con una sonrisita. Comenzó a recojer aquel "pastel" de lodo y lo dejo a un lado de la banqueta. —Si quieres ve a ver a Mimi y yo me ocupo de llevar las maletas.
—¿Seguro?
—Si, cariño. Mimi ha estado ansiosa por verte.
—Esta bien, pero si necesitas ayuda solo hablame.
Él asintió y fue hasta la parte trasera de auto. Yo bajé y cerré la puerta para luego ir junto a Sean.
—Creo que está dormida. —Dijo Sean.
La puerta se abrió y mostró a Mimi.
—¡Que bueno que llegaron! —Nos tomo de las manos y nos hizo pasar. —¿Donde está John?
—Él está bajando las maletas. Dijo que me querías ver lo antes posible.
—Si Paulie. Vaya que has cambiado. ¿Y como está mi bebé Sean, eh? te ves tan distinto en persona.
—¿Verdad que soy muy grande?
—Si, hijo. —Mimi lo sentó en sus piernas y acarició su cabello lacio.
—Ya quiero ser grande como mi papi.
—¡Ay no! Todo menos como tu papá.
—Todavía no entro y ya me estás criticando. —John dejo algunas maletas en el piso muy cerca de la entrada. —¿Ya no me quieres?
—Te amo John, pero no quiero a otro muchacho rebelde y desorbitados.
—Y sensual. —Menciono John.
—¡Ja! Anda tu.
—Pregúntale a Paulie.
—¿Ah sí?
—¿Que es sensual, papá?
—Sensual es algo muy irresistible, así como tú papi. —Respondió John. —Bueno, voy a traer las demás maletas.
—¡Yo te ayudo, papi!
Ambos salieron de casa y fueron por las cosas faltantes.
—Oye Paulie, veo que estás mucho mejor.
—Lo estoy, enserio no sabes todo lo que les agradezco a cada uno de ustedes. Me sentía tan débil y sentía que no podría más.
—John me dijo que han estado yendo a terapia y con un doctor en Londres.
—Si, hemos estado yendo y ha sido muy reconfortante, aparte John siempre está cuidando de mi, te agradezco por criar a alguien como John.
—No me lo agradezcas. —Ella se levantó y fue hasta la cocina que estaba prácticamente delante de la sala. —John es un hombre fenomenal, algo malcriado y rebelde, hasta grosero a veces, pero es un gran hombre. —Agarró una tetera y vacío el agua hirviendo en tres tasas. —Cuando me dijo que por fin estaban juntos dije "Oh por Dios, este hombre al fin se atrevió" —río. Tomó tres cucharas y dejó cada una en las tasas. —Enserio me alegra que estén juntos.
—Gracias, Mimi. Mucho de esto te lo debemos a ti. Eres alguien muy especial para mí, como una segunda madre.
—Ow, Paulie, me harás llorar. —Toco su pecho con una mano y sonrió con nostalgia. —Pero bien recibido es ese halago.
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"Red lips" ·McLennon·
Fanfiction-Si él llegara a descubrirme, seguro que me odiaria. El humano es capaz de desarrollar una personalidad, dos es tan complicado, pero McCartney se verá obligado a hacerlo.