"Red lips" ·McLennon·

XLI

Los chicos y yo estábamos sentados en una colina, admirando la vista.

--Bueno... pasa que Olivia y yo ya no estábamos bien, eran peleas constantes, aparte yo ya estaba enamorado de aquella abogada, Pattie, así que decidí terminar nuestra unión. Terminamos tan mal que siempre que tengo o quiero ver a Dhani, lo veo en casa de la mamá de Olivia. –George bebió de su refresco y volteo hacia a mí. –Fue complicado, pero ya estoy bastante bien. Ahora vivo con mi novia en su casa, en Londres.

--Vaya, si tuviste un año difícil...

--Ni que lo digas. A quien le fue muy bien fue a este enano.

--Bueno, debo admitir que sí. Ya tengo mucha estabilidad y como ya saben pues mi boda con Mo es pronto y  nos iremos a vivir juntos.

--Me pregunto cómo seguirá mi departamento luego de tanto tiempo.

--La ultima vez que fui, estaba un señor ahí. –Dijo George.

--Según yo, van a demoler ese lugar.

--Vaya.

--¿Y que hay de ti, Paul?, sinceramente desde que te fuiste y no respondías las llamadas nos preocupamos por ti..

--Bueno...yo...yo me quise ir de ese departamento. No quería quedarme ahí, solo... decidí cambiar mi vida. Me fui a una casa algo alejada de mi antiguo lugar y trabajo en una... ya sabes, una ferretería.

--Wow, pues..

--Lo sé, es aburrido.

--No, no. Espero que algún día nos invites a tu casa, ¿No es así, George?

--Si, la verdad es que no nos haría mal ir algún día a tu casa.

--Hay que recuperar los días perdidos. Y Paul, no estamos enojados contigo, sabemos que lo que sucedió con John fue difícil y debías tener un cambio radical.

Asentí varias veces, volteé hacia delante viendo como salía el sol del amanecer.

Debía volver a ser Paul McCartney, debía recuperar mi vida.

°°°

Tenia las direcciones de mis amigos, tenía sus números de teléfono y los tenia de vuelta., Luego de no sé desde cuando era feliz.

Ya era mi penúltimo día en casa de mi hermano, era bastante agradable estar ahí, la esposa de mi hermano era amable, mi pequeña sobrina no se separaba de mi y no dejaba de sonreírme, mi hermano estaba conmigo e íbamos a pasear de vez en cuando. Ahora estaba yo solo en casa de mi hermano, cuidando de mi sobrina, y es que mi hermano había ido al hospital por sus medicamentos, de inmediato le di el cheque, pero como siempre él se negaba, pero al final lo terminaba tomando.

La pequeña gateo hacia a mi y jalo de mi pantalón. Yo la sostuve entre mis brazos y besé su frentesita sudada. La puerta sonó así que fui a abrir la puerta.

Desgraciadamente se trataba de mi padre.

--¿Qué haces aquí?

--Bueno, James, vine a visitar a mi hermano.

--¿Y dónde está él? –Se adentro a la casa y dejo su abrigo sobre el sofá.

--Fue por unas cosas, no tarda en llegar. –Cerré la puerta con mi pie y me senté en el sillón que quedaba enfrente de mi padre. --¿Quieres beber algo?

--No. –Agarro el periódico y comenzó a "leer"

--Bien. –La pequeña agarro mis mejillas y comenzó a reírse, haciendo que mi padre volteara hacia a mí

--Por fin vienes a ver como esta tu hermano.

--Lo hice hace un mes, por mi trabajo no podía visitarlo.

--Ah, bien.

--Si..¿Que hay de ti?

--"De ti..."

--Bueno, solo quería no hacer esto incomodo, pero sino quieres decir algo, está bien. –La bebé se zafó de mis brazos y comenzó a gatear por el sillón.

--He estado bien. Soy viejo y amargado, ¿Qué más podrá ser?

--Hum..

--¿Ya conseguiste esposa?

Me pregunto, tomándome por sorpresa sus repentinas palabras.

--Pues no, ni pienso. Y si me caso papá, tu sabes que no sería con una mujer. No quiero discutir ahora, por si pensabas decirme algo al respecto. Solo...espero que te vaya bien con tu mujer.

Mi padre se quedo callado un momento y volvió con su periódico.

°°°

--Dale besito de despedida a tío Paul.

La bebita agarro mi nariz y soltó una risita. Mi hermano la alejo de la ventana y el asomo su cara.

--Me llamas cuando llegues a casa. Acuérdate que mi casa es tu casa.

--Lo sé, muchas gracias por la fiesta y por tenerme aquí una semana.

--Aquí estamos siempre.

Me despedí con un ademan de la familia y el auto arranco.

--¿Cómo la pasaste Paul?

--Muy bien, Klaus. Te agradezco que hayas venido por mí. El otro sujeto me daba algo de miedo.

--No hay de que Paul. Aparte, quería una excusa para salir de ese chiquero. –Klaus encendió la radio y bajo la ventana del lado de su asiento.

--Imagino. Yo con solo saber que debo volver...Me pone algo de malas.

--¿Por qué no escapas de ahí?

--Bueno... no es que me tengan secuestrado, aparte debo seguir ahí.

--Prácticamente parece un secuestro, Paul. Digo, no te dejan ir a donde quieras si no es con aquel tipo, no te dejan comer o beber lo que quieras, aparte vives con un idiota.

--Tal vez, yo solo espero que venza el contrato y buscar un buen empleo.

--Ojalá fuera tan sencillo. Paul, firme con Martín por diez años. ¿tu que crees que signifique?

--No tengo idea.

--Quiere decir que, si Martin me contrato por diez años, te pedirá que trabajes para él seis años más, ya que yo solo trabajo para ti. Es todo un espectáculo, más ahora que tus fotos con ese tipo castaño estallaron allá en Londres.

--¿Tanto así?

--Causaron controversia por lo explicitas y el mensaje que dan. Stuart tuvo entrevistas toda la semana.

--Bueno, tardo dos semanas en ser reconocidas.

--Pero vaya que ganaron conocimiento. Así que, como dije, con tanto show mediático, estoy seguro que Martin te pedirá un contrato más extenso.

Klaus acelero más ya que la autopista estaba bastante libre.

--Te diré algo Paul, solo porque me agradas. Ese mundo en el que te tiene Martin es horrible, es deprimente y nadie esta cómodo. Así que si Martin te pide firmar yo te recomiendo que no lo hagas. He escuchado a Martin decir que esto es mero performance, que es un medio de entretenimiento, pero ese sujeto está loco por el dinero, créeme.

Klaus desacelero y se metió a unas carreteras que daban hacia la mansión de Stuart.

--Tan solo, te lo digo como consejo. Esta gente está loca. No me descarto, tampoco a Astrid, y eso es deprimente.

--Ya lo veo. –Dije por fin. –Tu no eres loco, créeme que me alegra encontrar gente un poco más cuerda dentro de esa casa. Y agradezco lo que me dices, lo tomare en cuenta.