"Red lips" ·McLennon·

XI

Voltee de inmediato y suspire al darme cuenta que había topado con la esquina de un mueble y me avergonzarse al recordar una idea errónea de lo que era esa cosa que rozó mi trasero.

< ¿Qué cosas piensas, Paul?>

—Oye Paul, ¿Puedo ver el cuadro?

—A-así. claro. Está en el caballete por el cuarto.

—¿El cuarto?, ¿Qué hicieron ahí la pintura?

Me puse de pie y dejé los vasos sobre la mesa.

—No, fue en la sala p....—Fruncí el ceño— Bueno al final no tengo que darte explicaciones.

John se acercó a mí y me tomo de las mejillas haciendo presión en estas, gracias a eso mis labios se hicieron más gorditos.

—Debes hacerlo, niño malcriado.

Acercó sus labios a los míos y comenzó a besarlos de una forma brusca. Tanto así que no pude seguirle el beso y tan solo mis labios quedaron de pico.

—¿No me dirás?

Negué ya que la presión de mi boca me lo impedía. Sin esperarlo, John me arrinconó contra la pared besando de nueva cuenta mis labios, ahora había soltado mis mejillas y tenía completa libertad de ellos.
Sus grandes manos recorrieron todo mi cabello, me estaba comenzando a acalorar.

—¿Ahora? —Pregunto dejándome con ganas de seguirlo besando, pero volví a negar—

—Es algo que a ti no te debería importar.

Ahora que lo pensaba era fatal. Cynthia era su pareja y yo solo su amigo, aparte, John no era gay. Cynthia estaba mal y yo no estaba respetándola.

—No deberíamos hacer esto.

John coloco un brazo sobre la pared mientras me veía incrédulo.
Y ahí estaba, odiaba eso, completamente.

—John, Cynthia es tu novia y deberías respetarla.

—Pero contigo no es infidelidad. Somos hombres y aparte somos amigos.

—Tu no entiendes.

Pase por debajo de su brazo para alejarme de él.

—Lo entiendo. —Siguió mi paso— entiendo que te estás haciendo el difícil.

Solté una risa de ironía. Recordé aquella pelea en la que John me llamó fácil.

—Decide, John. ¿Fácil o difícil?

Tomé ambos vasos y caminé hasta la sala, John me siguió, dejé los vasos sobre la mesita.

—Ya te pedí disculpas por eso.

—Yo ya te disculpé, pero no olvide.

Abrí la caja de la pizza y tomé una rebanada.

—¿Puedes prender la televisión?

—Claro...

Agarro el control y encendió la televisión.
John tomo una rebanada y comenzó a comer.
Solo escuchamos la televisión, pero el ambiente ya no era cómodo.

****

—George está muy emocionado, yo más, pero si me asusta un poco.

—Me emociona tu embarazo, no sabes lo emocionada que estoy. Seré tía, ah y no te asustes tú tranquila.

La conversación de las chicas si era algo entretenido, pero yo me sentía de más ahí, aparte sentía que yo no debía acompañarlas a la cafetería, Hablar con Olivia y Mo era algo que siempre hacia, pero ese día no tenía muchos ánimos para charlar.

Y es que después de ver una película con John una llamada interrumpió ese incómodo momento. Le llamaba Cynthia para decirle que estaba mal, que le dolía mucho la cabeza y por lo tanto John se debía ir. Me quedé con media pizza ahí y con un sabor de boca algo ácido.
Ya no era lo de antes, cuando John y yo éramos más jóvenes. Aquella vez que nos conocimos en esa tienda de música.

—Paulie, ¿Qué crees que sea?

—Ah, ¿Qué?, Lo siento estaba pensando en algo.

—El bebé, ¿Qué crees que sea? —Volvió a mencionar Olivia—

—¿Un niño?, Creo.

—Yo también quiero que sea un niño. —Me dijo—

Nos paramos frente a la cafetería donde trabajaba Peter, ahí estaba George y Ringo comiendo un Muffin. Entramos y cada quien se sentó al lado de su pareja mientras yo me sentaba solo al lado de los chicos en un asiento individual.

—Tardaron mucho. —Dijo George con la boca llena de muffin—

—Estábamos revisando la tarea pendiente con Maxwell. Ya ven como es de lento ese señor. —Dijo Mo subiendo sus pies rebeldemente a la barra—

—¡Mo!, Nos van a regañar. —advirtió Ringo—

—De hecho, sí.

Los cinco volteando ante aquella voz y sonreí.

—Hola, pete.

—Hola Paul, ¿Todo bien?

—Eh, pues sí. ¿Cómo te va?

Los demás se dispusieron a hablar entre los cuatro y ya para ese entonces Mo bajo los pies de la barra.

—He estado un poco cansado del trabajo.

—Es verdad, te estoy interrumpiendo.

—No, no. Ya terminé mi jornada.

Entonces George hablo.

—¿Eres amigo de Paul?

—Si, ¿por qué?, no me digas que te pondrás de celópata como el castaño —Todos rieron y yo me sonrojé—

—No —Soltó una risa— solo preguntaba para ver si quieres acompañarnos, Paul no tiene con quien hablar.

—Todos son muy raros —bromeé —

—Claro, aparte tengo mucha hambre.

Sonrió y tomó una silla de al lado y la puso junto a mí.
Dejo su brazo rodeando mi cuerpo y recargo su cabeza en mi hombro.

—Hoy no tengo mucho dinero, pero veré si puedo...

—Claro que no camarada, Ringo paga la cuenta.

—Bien solo será por hoy, cejon.

Todos comenzaron a reír y yo sonreí un poco.

—¿te digo un secreto? —me susurro Pete al oído. Los demás comenzaron a charlar de nueva cuenta. Tragué saliva con nervios, era tanta su cercanía a mí, asentí— tus amigos son geniales.

—Si, lo son.

—Ah, lo otro es que me gustas mucho, Paul.

Sentí escalofríos y solo pude decir: — Gracias.

****

"Descansa, mi Niño, sueña con los angelitos. Cuidare de ti cariño mío"

Mis lagrimas comenzaron a descender por mis mejillas y fue cuando me levanté de inmediato. Estaba llorando mientras dormía y todo a producto con los sueños que tenía con mi madre.

Limpie mis mejillas y fui hasta el baño, refresque mi cara con un poco de agua y solté mi último sollozo.

—Debo visitar a mi familia.

Limpié mi cara húmeda con un pañuelo y volví a la cama.

—¿Qué piensas de mí, Mary?, creo que te he decepcionado.

Era ese sentimiento inexplicable de dolor, de tristeza.

Tal vez era ese dolor en mí, algo comenzaba a cambiar, tal vez las cosas que sucedían entre John y yo me estaban deprimiendo.

Tal vez