LXIII

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Pattie, Astrid y John corrieron entre la multitud de mujeres y comenzaron a dar vueltas al rededor de Mo, quien estaba arriba de una silla, Ringo la cuidaba.

—John está loco, me sorprende que sigue siendo muy...¿Cómo decirlo? Pues muy John Lennon. —Dijo George con una sonrisa en los labios.

—Lo sé, pero gracias a eso yo estoy mejor.

—No me cabe duda alguna. —Contesto Stuart.

"¡Eh Mo, me lo lanzas a mi!"

Gritó John.

—Creí que sería un tipo callado cuando lo conocí.

—Ah Stuart, no lo conociste durante su adolescencia. —Le dije y sonreí con entusiasmo. —Es de lo mejor que me ha pasado.

—¿Puedes creer que ambos estaban enamorados uno del otro y no se daban cuenta? —Le dijo George a Stuart. —Ringo y yo siempre se los dijimos, pero nunca nos hacen caso.

—Pues muy mal por ambos, pero bueno, ya hasta al parecer se van a casar.

Mo lanzó el ramo de flores y John hizo lo posible por agarrarlo.

—¡Si lo agarro el maldito! —George soltó carcajadas y me tomó de los hombros. —Serás Paul Lennon.

—¡Lo tengo! —John corrió hacia nuestra mesa y me dió el ramo. —Toma mi amor.

Lo sostuve entre mis manos y le dí un beso corto en los labios. Algunas personas estaban sonriendo, otras un poco desconcertadas y otras aplaudían.

Pattie y Astrid volvieron junto a Ringo.

—No es justo, yo casi lo tenía. —Pattie hizo un puchero y se sentó junto a George.

—De todos modos ni nos vamos a casar. —Murmuro George y Pattie le dió un leve golpe en la nuca.— es broma, es broma, si nos vamos a casar mi amor. Agarras el ramo en la boda de estos dos.

—Que bueno que vinieron, chicos. —Dijo Ringo. Se sentó frente a nosotros. —Perdón por no haber venido antes a saludarlos, es que he andado de un lado a otro y no podía tener un momento para saludarlos, pero gracias por venir chicos no sabes cuánto es para mí qur estén aquí. —La voz de Ringo se rompió. —Lo aprecio tanto, no tienen idea.

—Ay Rings, para eso estamos tus amigos, te amamos narizón.

Mo se puso atrás de Ringo y le dió besos en el cuello.

—Hola chicos, gracias por venir. Y John, que suertudo chico, eh. —Le guiñó y me sonrió a mi. —¿Si nos invitarán a la boda, cierto?

—Claro que si, por nada del mundo los dejariamos de lado. —Le contestó John.

—Bueno, entonces se los agradecemos. —Le dió más besos a Ringo. —Oye cariño, ya hay que ir a partir el pastel.

—Si, mi amor. —Se despidieron con un ademán y fueron hacia la mesa donde estaba el pastel.

John tomó asiento a mi lado y tomó mi mano.

—Esta bonito el ramo, ¿Cierto?

—Muy bonito. Por poco creí que ibas a aventar a la señora que estaba a tu lado. —John soltó una carcajada y negó. —Gracias por el, está muy lindo.

—No, no es nada mi amor, aparte con esto ya te encadene al matrimonio.

—¡Ay que tormento tan horrendo!

Dijo George soltando una carcajada y John le lanzó una vela apagada.

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"Red lips" ·McLennon·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora