XXIV

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—"He estado bien, Paul. Gracias por preocuparte."

Gracias a Mimi, había logrado poder conseguir contacto con mi hermano.

—Tengo algunos medicamentos para tu tratamiento. John y un amigo se han encargado de ayudarme, no sabes cuánto les debo.

—"Agradece ese detalle de mi parte a ambos, me saludas a John. Ahora, Paulie". —Soltó un bostezo— "Te dejo, me siento muy cansado, espero llamarte luego"

—Te quiero, Mike.

—"Te quiero, Paul".

La llamada se cortó y solté un fuerte suspiro y me eché al sofá de nueva cuenta. Regresé el teléfono a Mimi y ella lo guardo en su bolso.

—Está bien, dice que se ha recuperado más.

—Esa es una buena noticia, tal vez así logres volver a verlo.

Tomo mi mano y la beso.

—Eso deseo Johnny. Enserio, jamás había pensado en que algo así nos pudiera pasar.

—Paul, yo recuerdo que una vez Julia y yo jugábamos a las escondidas. —Contaba Mimi. — Ambas corríamos por el pasto del patio, yo recuerdo que ese pasto estaba más seco que el cerebro de John. —Yo sonreí un poco más animado, John rodo los ojos y me abrazo completamente del cuello para tenerme a su lado. — Pero de pronto, Julia se resbaló y cayó de espalda...Se fracturó la pierna, pero no fue culpa de nadie, fue un accidente. Yo me sentía abrumada, sentía que por mi culpa ella se había fracturado la pierna, pero al momento en que fui a visitarla me dijo que no era culpa de ninguna, que había sido un accidente. Así fue, cariño. Aparte si debemos hallar a un culpable sería a ese patán que se escapó.

—Tal vez sea así.

—Lo es Paulie. —Dijo John a mi oído.

—Bueno, yo solo quería visitar a mi sobrino por qué sino lo hago yo él jamás. —Con una sonrisa se levantó del sofá y se despidió de mí y John. John insistió para llevarla a casa porque era algo tarde, pero ella se negó.

Al fin, cuando estuvimos solos, John se echó al sofá y dejo su cabeza sobre mis muslos. Comencé a hacerle caricias... Me encantaba ese momento aún que aún quedaba una duda. ¿Qué había pasado con Cynthia?, ¿Cómo habría quedado después de su ruptura con John?

—Paulie, ¿Si te quedarás a dormir esta noche?

—Claro que sí. —Me incline a él y le dio un pequeño beso.

***

Me levanté de la cama, ya que la alarma me había levantado, desbloqueé mi celular y me encontré con un mensaje de John.

"Hola Paulie, he dejado un par de hot cakes para ti sobre la barra y té de canela. Espero y te guste. He tenido que salir, pero te veré en la ceremonia de mi graduación, George y Ringo irán por ti a las 10:30 AM, ya te llevarán un traje que Mimi había hecho. Te quiero"

Después de leerlo tan solo le puse "okey, Johnny. Te amo"

Salí de la habitación y fui hacia la cocina para luego toparme con el almuerzo hecho por John.
Tomé los platos y, para mí fortuna, los panecillos estaban calientitos.
Estaba por darle un bocado cuando de pronto comenzó a sonar la puerta.

"PEDIDO PARA EL SEÑORITO MCCARTNEY"

Solté una carcajada y fui a abrir.

Era George.

—Acaba de llegar tu ángel de la guarda. —Con una de sus manos elevó el traje negro.

—Pasa.

Se adentro al departamento y fue hacia el sofá, pero no para sentarse sino para dejar solo el traje y se dirigió a la cocina.

—¿Eres la señora Lennon?

Me preguntó con una sonrisita y yo negué y me senté frente a él.

—Soy el señor de Lennon.

—Que exótico. Por cierto. —Tomo un hot cake y comenzó a comer— Yo no podré ir al baile con ustedes.

—¿Por qué?

—Por Olivia, ayer estuvo muy sentimental y ayer me dijo que no quería estar en la fiesta por qué no quería vomitar en medio de la pista.

—Buen punto. Los saludas por mí, dile que espero que su bebé nazca con bien.

—Le diré.

***

Corrí hasta la puerta y me encontré con Ringo.

Antes de esto, yo había salido de casa junto a George y había dejado las llaves escondidas abajo de un tapete en la casa de John. Así que nos fuimos y George por fin me dejó en mi casa, para él luego ir a casa de Olivia para vestirse, al igual que yo, y estar listo para la ceremonia.

—¿No tenías que estar antes allá?

—Si, pero necesitábamos pasar por ti antes. Te ves muy bien, Paul.

—Lo sé, también quiero usar el traje.

—Eso será hasta las diez.

Asentí y tomé mi suéter color beige.

Cerré la puerta con candado y ambos salimos de ahí. Bajamos las escaleras ya que el elevador estaba muy lleno, cuando llegamos al obi salimos del edificio y ahí estaba el auto de Mo.

—¿También está George?

—George y Olivia...ah y su bebé.

Sonreí, sería bonito conocer a un bebé.
Ringo subió al lado del copiloto y yo me subí en la parte de atrás al lado de la puerta.

—¿Cómo estas, Paulie? —Pregunto Mo. Encendió el auto y comenzó a manejar camino a la escuela.

—Bien, estoy muy feliz por los chicos.

—Ya son todos unos hombres. —Dijo Mo.

Ringo se sonrió, lo pude notar por el espejo retrovisor.

—Yo entraré al salón donde están los demás y si quieren ustedes pueden salir a comer algo, empieza a la 1, así que les quedan una hora. —Nos dijo Ringo mientras se preparaba para salir ya que estábamos llegando a la escuela.

—Por favor, tengo tanta hambre.

—Ya le pegaste lo tragón, George. —Le dije y Olivia tomo mi mano.

—Me extraña que no te lo haya pegado a ti y tus amigos.

Mo freno y se estacionó a un lado de la acera frente a la escuela. Ringo abrió la puerta y bajo, se despidió, cerró la puerta y fue camino a la entrada de la escuela.

—Vamos a comer...


"Red lips" ·McLennon·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora