XV

265 41 26
                                    

Me despedí de Mike y salí del hospital, claramente podía sentí la mirada asesina de mi padre que estaba junto a su esposa a un lado de la cama de Mike.

Al salir de la habitación la enfermera, Sadie, se acercó a mí y me dio un pequeño abrazo (este no podía ser completado por mí ya que mi brazo estaba lastimado y enyesado), luego un beso en la mejilla y me dijo— "se te echara de menos, Paulie" —di una leve risa ante ello, ya que solo me había quedado un día.

—Extrañare comer comida sin sabor —Le dije y ella se sonrió.

De pronto escuche un: "John no debes gritar en el hospital" era la voz de Ringo.

"¡PAUL!"

Sonreí al verlo y corrió hasta mi para darme un abrazo. Me lastimo un poco y de inmediato se separó de mi pidiendo disculpas. Luego, tomó mi rostro entre sus manos y lo observó.

—¿Cómo está Mike? —pregunto Ringo—

John aún sostenía mi rostro entre sus manos para después acariciar esta y me sonrió. Sadie, vio a John y comenzó a rodar las puntas de su cabello coqueta, pero John solo veía algunas heridas que yo tenía en el rostro y brazos.

—Pues está mejorando. Me asusté mucho cuando vi toda la escena.

—Imagino que sí, Paulie. ¿Qué hay del tipo que causó el accidente?

—Se echó a la fuga el muy cobarde —Contestó Sadie. Que aún no dejaba de ver a John con una sonrisa pícara.

—imbécil, ojalá supiera quien fue para yo misma mata...

—¡Paul!, que bien que estés vivo.

Sonreí al ver a George y me iba a abrazar, pero John le detuvo, puso su mano en el delgado cuerpo del cejon, al ver qué George le preguntaría por qué no me podía abrazar le dijo.

—Su brazo está mal.

—Yo le ayude mucho con eso. —Dijo Sadie.

John le volteó a ver con una sonrisa, pero tome su brazo y lo jale hacia a mi para quitar cualquier atención a aquella chica sexy. Ringo y George se vieron cómplices.

—Vámonos antes que tu padre me vea. —Dijo John y pareciendo una invocación, mi padre salió del cuarto donde estaba Mike y le vio.

—¡Hasta luego los veo chicos! —Nos dijo Sadie y se retiró por el pasillo que daba hacia el de los baños. Seguramente ella temía ahora por mi padre y su carácter tan fuerte.

"Tss, papi McCartney ya te vio", susurró George con una risita de burla que pronto fue acompañada por la de Ringo, que pronto agregaría "anda, saluda, no seas grosero, Lennon"

Aún con nuestros brazos juntos, giramos y John sonrió con nervios.

—¡Oh, qué gusto verle señor! —Se acercó hasta mi padre y le estiró la mano para saludarle, pero mi padre lo ignoró y  volteó a mí. John bajo su mano e intentó esconder su incomodidad.

—Paul, —dijo Ringo— nosotros los esperamos arriba del auto. —Asentí y se retiraron empezando una conversación.

—Ya que, por tu estúpida salidita de cumpleaños, Mike quedó afectado te tocará pagar todos y cada uno de los medicamentos —Tuve que desenlazar mi brazo del de John y tomé algunos papeles, que, luego de verlos me di cuenta que eran recetas médicas. John sostuvo los papales por mí y mi padre lo vio de mal modo. — y no te preocupes por traer los medicamentos, prefiero que me deposites dinero. —Su mujer me vio con algo de pena.

—Está bien, Jim. Gracias. —tomé fuerzas suficientes y di la vuelta. John me siguió y sus brazos me hicieron más vulnerable que no pude evitar llorar. Realmente me sentía mal, yo sabía que aquel accidente no había sido mi culpa, pero mi padre siempre me hacía sentir así de mal.
Tenía mucho resentimiento por ese hombre que me había echado de casa sin una justificación correcta, si, era mi padre, pero yo no podía evitar sentirme con bastante resentimiento con él.

Muchas miradas se posaron sobre mí y John solo caminaba mientras cuidaba de mí y les echaba una qué otra mirada de molestia a aquellas personas que se reían de la escena dada por mi padre.

Una vez fuera del hospital comenzamos a caminar por el estacionamiento para dar a una fila de autos en la cual se lograba ver el auto del padre de Olivia.

—Oye, ayer cumpliste años y... No pudiste celebrarlo tal vez como deseabas y... —Pude notar la dificultad de palabras en John. Le sonreí para recuperar esa confianza que estaba desapareciendo con los días. — lo que quiero decir es que, me gustaría pasar una noche contigo, cuidar de ti. Pero más que nada celebrar tu cumpleaños.

Eso me levanto los ánimos y asentí repetidas veces.

—Lo que más me emociona es que podré estrellar tu bella cara en el pastel —Dijo entre risas y le vi de mal modo, pero enseguida sonreí. John, mi Teddy Boy, mi chico, él siempre hacía en mis labios la mínima sonrisa. —También podemos comprar globos y esas cosas.

—No, no... ya sería mucho. Solo —Ahora yo tenía vergüenza. Un carro paso frente a nosotros provocando un poco de aire, y este movió nuestros cabellos. John acomodo su cabello sobre su frente y me sonroje por completo, efectivamente podía sentir mis orejas calientitas.

—¿tú solo? —Levantó sus cejas para que yo lograra proseguir con lo mío.

—Solo me conformó con terminar aquella reunión que teníamos la vez pasada y no pudimos completar por...

—Oh, —Me interrumpió — claro, Paul. —Parecía que él no quería recordar o, qué se fue de manera muy grosera, o tal vez que no quería pensar en esos días tensos entre los dos. Entonces llegamos al auto, vi a Ringo hablando con George.
Estos se veían reír y muy felices cuando nos vieron sonrieron. John abrió la puerta trasera del auto y me ayudó a subir.

—Perdón por tardar chicos —Les dije mientras me acomodaba de modo a no lastimar mi brazo.

—No te preocupes Paul. —John se subió del otro lado del carro y al estar dentro, cerró la puerta y se juntó a mi lado. —Hablábamos de cómo podía ponerle a mi hijo mientras estaban en sus asuntos.

—El muy idiota quiere ponerle Galletita—Dijo Ringo y George asintió.

—¿Enserio, George? —Pregunto John con una sonrisa burlona, este comenzó a acostarse sobre el asiento trasero dejando su cabeza en mi regazo.

—Claro, es buen nombre —Encendió el auto y comenzó a arrancar, Ringo y yo reíamos y John hacia comentarios burlándose de George.

Voltee hacia abajo y lograba ver la hermosa sonrisa de John y sus ojitos casi cerrados. Amaba la compañía de mis amigos, amaba la calidez que me daban, pero lo que más amaba con el corazón era que estaba con John.

Bajé mi mano y comencé a hacer caricias sobre su cabello castaño cenizo con mi mano libre y él se dedicó, luego de sentir mis caricias a ver mi rostro.

—Bueno, próxima parada ¡Liverpool!

"Red lips" ·McLennon·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora