CAPÍTULO 7

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Es jueves, llegué hace un rato del trabajo, los peques vendrán conmigo, Adam tiene una cena de negocios y los niños quisieron venir conmigo, estoy terminando de comer, llegarán dentro de un rato más, cuando terminé de comer, limpié todo, cuando terminé me senté en el sillón, estaba viendo una película cuando escuché el timbre, me levanté y abrí la puerta, entraron los peques a abrazarme, correspondí a sus abrazos, después entró Adam y me dio un beso en la mejilla.

–Gracias por cuidarlos.

–No tengo ningún problema, yo feliz de estar con los peques.

–No creo que se alargue tanto la cena, en cuanto termine, vengo por ellos.

–No te preocupes, mañana es último día de trabajo.

–Pero aún así.

–Tranquilo.

–Está bien, niños pórtense bien.

–Sí papi. – dijo Ethan.

–Sí papi. – dijo Evan.

–Bueno, me tengo que ir, cualquier cosa me avisan.

–No te preocupes. – le dije.

Se despidió de los niños, se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y se fue, cerré la puerta y me acerqué a los peques.

–Muy bien peques ¿qué quieren hacer?

–¿Podemos hacer galletas? – preguntó Ethan.

–No sabemos hacer galletas. – dijo Evan.

–Muy bien, pues hoy aprenderemos a hacer galletas.

–¡Yupi! – gritaron ambos.

–Vamos a la cocina.

Fuimos a la cocina y sacamos todos los ingredientes, los acomodamos para comenzar a preparar las galletas, saqué dos mandiles y se los puse para que no se ensuciaran.

–Comencemos a mezclar los ingredientes. – les dije.

–Yo quiero hacerlo. – dijo Evan.

–Yo también. – dijo Ethan

Les di a ambos un mezclador para que mezclaran, les gustó y comenzaron a hacerlo rápido causando que la mezcla volara y les cayera en el mandil y en sus rostros, a mí me cayó en la ropa y en el cabello.

–Upsi. – dijeron – lo sentimos.

Comencé a reírme causando que ellos también se rieran, sus risas se escuchaban por todo el apartamento y era lo mejor, cuando terminamos de hacer las galletas y las pusimos en la bandeja, tomé la bandeja y las puse en el horno, debía darme una ducha, les ayudé a los peques a quitarse los mandiles y les limpié sus rostros.
–¿Sabes algo Grace? – preguntó Evan.

–Dime.

–Nos hubiera gustado tener una mamá como tú. – dijo Ethan, no sabía que decir, los abracé y sonreí, tener a estos pequeños conmigo es lo mejor.

–A mí también me gustaría tener hijos como ustedes, tengo que ducharme, necesito que no entren a la cocina y esperen a que yo salga ¿está bien?

–Sí.

–Sí.

–Bueno entonces vayan a la sala y vean algo en la televisión mientras salgo.

Los dos fueron a la sala, me fui a mi habitación directamente

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Salí de la ducha, como no tenía nada que hacer, me puse mi pijama y cuando estuve lista, salí.

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