CAPÍTULO 39

48.2K 2.5K 244
                                    

Nuestras vacaciones terminaron, ya estamos nuevamente en casa, a decir verdad, extrañé la casa a horrores, Adam me cuida demasiado, a veces creo que exagera un poco, pero por más que se lo digo sigue igual, acabamos de dejar a los peques con su abuelo, como tenemos la cita con la obstetra no podemos llevarlos, vamos directo al hospital.

–¿Estás emocionado? – pregunté.

–¡Claro que sí, después de una larga espera, podremos ver a nuestro bebé!

–Adam, fueron cinco días.

–Demasiados. – me reí.

–Hoy mismo podremos decirle a tu padre.

–Se pondrá muy feliz, te aprecia mucho y sabe que te amo, así que será más que feliz. – tomó mi mano y depositó un beso en ella, apenas llegamos al hospital, entramos y apenas nos sentamos en la sala de espera del departamento de maternidad y nos llamaron, entramos al consultorio de la obstetra.

–Buenos días. – saludó.

–Buenos días. – contestamos.

–Tomen asiento por favor.

–Gracias. – contestamos mientras nos sentábamos.

–Tengo entendido que vienen a practicar una ecografía.

–Así es. – dijo Adam.

–Como es la primera ecografía, practicaremos una transvaginal, así que por favor pase al baño y póngase la bata que está en el perchero.

–Está bien.

Fui al baño y me puse la bata, cuando salí la obstetra estaba preparando todo para la ecografía, me hizo subir a la camilla y la obstetra me hizo colocarme en una posición un poco incómoda.

–Esto se sentirá un poco incómodo durante unos segundos. – asentí.

Tomé la mano de Adam, la obstetra introdujo el aparato a mi vagina, apreté la mano de Adam al sentir la incomodidad, la obstetra comenzó a mover el aparato hasta encontrar a nuestro bebé.

–Aquí está. – dijo apuntando a un punto pequeño en la pantalla.

–Es muy pequeño. – dijo Adam.

–Así es, por eso debe de ser más cuidadosa que antes.

–¿Está bien el bebé? – pregunté.

–Perfectamente, tiene las medidas correctas y se encuentra bien.

La obstetra sacó el aparato de mi vagina y Adam me ayudó a bajar de la camilla y fui al baño, me puse mi ropa y cuando salí estaban en el escritorio, me acerqué y me senté al lado de Adam, tomó mi mano y depositó un beso en mi mejilla

–Bueno, pues tiene que tener más cuidados, no levantar mucho peso, ser más cuidadosa con sus movimientos, estar tranquila, no enojarse mucho, llevar una dieta saludable y no ceder tanto a los antojos, son mínimas las cosas que cambiarán ¿Tienen alguna duda?

–Yo tengo una. – dijo Adam.

–Dígame.

–¿Podemos seguir teniendo relaciones? – preguntó de golpe y sentí mi rostro arder, la obstetra disimuló una risa.

–Sí pueden, pueden seguir teniendo su vida sexual como hasta ahora ¿Alguna otra duda?

–Ninguna. – dije rápido antes de que Adam preguntara algo más.

–Entonces le recetaré algunas vitaminas para el desarrollo del bebé. – me pasó la receta junto a dos fotos de el bebé, las recibí, agradecimos la consulta y salimos, pagué la cita con la secretaria y agendé la del mes entrante, una vez todo listo, Adam rodeó mi cintura con su brazo y salimos del hospital, subimos al auto y antes de encenderlo me besó.

MIS PEQUEÑOS FAVORITOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora