CAPÍTULO 40

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–¿Cuando crezca podremos jugar con el bebé? – preguntó Ethan.

–Sí cariño.

–¡YUPI! – exclamaron ambos.

Me quité los zapatos y me acosté en el sillón, puse mi cabeza en el regazo de Adam, él sonrió y acarició mi mejilla.

–Mami… – dijo Evan.

–¿Qué pasa cariño?

–Como el bebé puede escuchar todo lo que le decimos. – dijo Ethan.

–¿Podemos darle las gracias por los ositos? – dijo Evan.

–Claro que sí cariño, acérquense.

Ambos se levantaron del sillón y se acercaron, Adam tomó mi camisa y la levantó dejando mi vientre descubierto, los peques depositaron un beso en el y comenzaron a hablar muy cerquita de el.

–Hola bebé, gracias por mi osito, es muy lindo, me gustó mucho, adivinaste mi color favorito, voy a cuidarlo mucho y cuando nazcas vas a jugar con nosotros. – le dijo Ethan.

–Hola bebé, gracias por mi osito, me gustó mucho, quiero que sepas que lo voy a tener siempre y cuando nazcas te vamos a cuidar mucho. – le dijo Evan.

–Te queremos mucho. – dijeron ambos.

–Que lindos. – les dije.

–¿Estás feliz papi? – le preguntó Ethan.

–¡Claro que si enano, nuestra familia crecerá!

–Seremos cinco. – dijo Evan – seis con coco.

–No pelearé por la bola de pelos porque estoy feliz. – dijo Adam y coco le ladró, todos nos reímos.

–¿Cómo se llamará el bebé? – preguntó Ethan.

–Aún no sabemos. – les dije.

–¿Podemos ayudarlos a buscar nombres? – preguntó Evan.

–Claro que sí. – dijo Adam.

–Tenemos que buscar un nombre de niño y uno de niña. – dijo Ethan.

–Así es cariño, me gustaría que el nombre comenzara con la letra E, así como los de ustedes.

–Ok. – dijeron ambos.

–¿Me prestas tu celular mami? – dijo Ethan.

–Sí cariño, está en mi bolso. – me pasó mi bolso, saqué el celular, lo tomé y se lo entregué.

–Gracias. – contestó.

–Papi ¿me puedes prestar el tuyo? – preguntó Evan.

–Sí, toma. – lo saco de su pantalón y se lo entregó.

–Gracias.

Ambos comenzaron a buscar nombres para el bebé, Adam puso su mano en mi vientre y comenzó a acariciarlo, lo miré a los ojos y sonreí, él correspondió con otra sonrisa, los niños buscaron durante media hora más y cuando ya tenían los nombres nos entregaron los celulares.

–Terminamos. – dijo Ethan.

–¿Qué nombres escogieron? – pregunté.

–Evan y yo hicimos una lista y escogimos los que nos gustaron más. – dijo Ethan.

–Si es niño ¿cómo les gustaría que se llamara? – preguntó Adam.

–Eric. – dijo Evan.

–¿Y si es niña? – pregunté.

–Ellie. – dijo Ethan.

–Me gustan. – dijo Adam.

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