MIS PEQUEÑOS FAVORITOS

CAPÍTULO 21

Es lunes, estoy conduciendo directo a la escuela para dejar a los niños y arreglar el problema de mis peques, llegamos en unos minutos, estacioné la camioneta y me bajé para ayudar a los niños, les puse sus mochilas y les di la mano, caminamos al interior de la escuela, varios niños se quedaron viéndonos y los peques solo les sonreían, me llevaron hasta su salón donde estaba la maestra, antes de entrar los detuve.

–Peques, vayan a jugar, los quiero mucho, diviértanse, nos veremos en la tarde.

–Nosotros también te queremos mucho mami. – dijeron ambos y me abrazaron, me acerqué y deposité un besito en sus cabecitas, me agaché y ellos depositaron un beso en mi frente para irse, cuando los vi desaparecer por el pasillo entré al salón, miré a la maestra y en verdad parecía una bruja, al escuchar mis tacones se giró a mí y me vio de pies a cabeza con cara de disgusto.

–¿Quién es usted? ¿Y qué hace en mi salón? – dijo con voz chillona, si me caía mal, ahora me cae peor.

–Buenos días, mi nombre es Grace y vengo a hablar con usted.

–¿Qué hablaría usted conmigo, ni siquiera la conozco?

–Cierto, solo sabe mi nombre, creo que olvidé los detalles, soy la madre del par de mentirosos. – abrió los ojos como plato y se quedó sin palabras. – creo que se quedó sin palabras.

–Señora Hoult, verá, yo no les dije así, sabe como son los niños – dijo con una risita nerviosa, me llamó señora Hoult, me gustó, no le diré nada, vengo a hablar de mis bebés – inventan muchas cosas.

–Déjeme entender, no les dijo par de mentirosos ¿pero dice que inventan cosas? – crucé mis brazos.

–No…yo…no…

–Le diré una cosa señorita…

–Lewis, Sarah Lewis.

–Señorita Lewis, mis hijos no son mentirosos y mucho menos inventan cosas, cuando le dijeron que los molestaban, era porque los molestaban, así que espero que la próxima vez que le digan algo, haga caso, esta es una advertencia, si no quiere que hable con la directora de este colegio, será mejor que haga su trabajo bien.

–No moleste a la directora, está ocupada, le prometo que no volverá a repetirse y me encargaré de que nadie moleste a sus hijos.

–Eso espero, no querrá que mi esposo se entere de esto, que no vuelva a repetirse porque la próxima vez, iré directo a la oficina de la directora.

–No habrá una próxima, téngalo por seguro.

–Me alegro, que tenga buen día.

–Igualmente.

Salí del salón, me dirigí a la salida y me encontré con los peques, se acercaron corriendo directo hacia mí.

–¿Ya te vas mami? – preguntó Ethan.

–Sí cariño, tengo que ir a la oficina.

–¿Hablaste con la maestra? – preguntó Evan.

–Sí cariño, no volverá a molestarlos nadie.

–Gracias. – dijeron ambos y me abrazaron.

–No tienen nada que agradecer, mientras mami esté, nadie molestará a mis bebés. – les di un beso a cada uno – bueno, vayan a su salón, que tengan bonito día y aprendan muchas cosas, los quiero mucho.

–Nosotros también te queremos. – dijeron ambos y me abrazaron, me despedí de ellos y salí del colegio directamente a la empresa, apenas llegué, subí hasta el último piso, donde se encontraba mi puesto, apenas salí del elevador me encontré con Adam quien estaba dando vueltas cerca de mi escritorio.