MIS PEQUEÑOS FAVORITOS

CAPÍTULO 13

No tenía ánimos para ir a trabajar y tampoco quería ver a Adam, no tan pronto, llamé a la empresa y dije que no me sentía muy bien y no podía ir a trabajar, me volví a quedar dormida, me desperté y eran las diez de la mañana, me duché y me puse un short de algodón gris y una camisa blanca, salí a la cocina y me preparé el desayuno y me senté en la barra a desayunar, cuando terminé hice la limpieza del apartamento, como no tenía nada que hacer después, me senté en el sillón y tomé mi celular, lo había apagado, cuando lo encendí comenzaron a llegarme notificaciones, tenía más de veinte llamadas de Adam y mensajes preguntando si estaba bien, lo dejé de lado y a mi mente volvieron a llegar las palabras que había dicho, se me escaparon unas lágrimas y las limpié, tomé un libro y comencé a leer pero me dio sueño y me quedé dormida en el sillón, me desperté porque escuché que tocaban la puerta, me levanté y me miré en el espejo, me arreglé el cabello un poco y fui a la puerta, al abrir me encontré con un hombre que traía un arreglo floral, era lindo.

–¿Usted es Grace Miller?

–Sí.

–Le mandan este arreglo floral.

–Gracias.

–Firme aquí por favor. – firmé y me lo entregó.

–Gracias.

–De nada. – se fue y cerré la puerta, dejé el arreglo en la mesa de la sala, tenía una nota, la tomé y la leí, decía espero que te sientas mejor, era de Adam, dejé la nota, me iba a sentar en el sillón cuando tocaron a la puerta otra vez, abrí y era Adam.

–Grace…

–Adam ¿qué haces aquí?

–Me dijeron que no te sentías bien y vine a ver si necesitas algo.

–Ya estoy mejor, gracias.

–También vine a hablar de lo que ocurrió ayer.

–Adam no tenemos nada de que hablar.

–Sí tenemos Grace.

–Solo fue un beso.

–No, no fue solo un beso. – dijo y mi corazón comenzó a acelerarse.

–Adam…

–Déjame hablar por favor, ayer intenté hablar y no me dejaste decirte nada.

–Hablemos adentro.

–Está bien. – entró y cerré la puerta, me giré y Adam estaba frente a mí. – Grace, mira lo que pasó ayer fue…

–Solo un beso.

–Que no fue solo un beso, fue más que eso, en mi caso fue más que eso, Grace, tienes mi atención desde el primer día que te vi, me gustas, me vuelves loco y ver la forma en que tratas a mis hijos, siempre quise eso de una mujer, mis hijos te quieren y tú los quieres y yo…

–Adam yo…

–Te amo Grace, sé que quizá es pronto pero desde que te vi me enamoré de ti, – lágrimas de felicidad comenzaron a correr por mis mejillas – eres la mujer más hermosa que he visto y tienes un gran corazón, tienes demasiadas cualidades y a esos que tu llamas defectos ante a mis ojos son perfectos y…

–Adam…esto no puede ser…yo soy tu secretaria y no quiero que tú tengas problemas porque te vean salir conmigo, no quiero afect…

No pude terminar la frase porque me besó, sus labios y los míos encajan como si estuvieran hechos a la medida, continué con el beso, era dulce y suave, Adam puso sus manos en mi cintura y me atrajo más a él para profundizar el beso, nuestras lenguas bailaban al compás pero tuvimos que separarnos por falta de oxígeno, nuestros labios estaban hinchados.