CAPÍTULO 34

45.1K 2.5K 398
                                    

Vamos saliendo de casa para subir las maletas, por fin serán nuestras vacaciones familiares, los niños están muy emocionados.

–Niños, ya tenemos que irnos. – les llamé.

–Espera mami, estamos buscando nuestros tenis porque no los encontramos. – dijo Evan.

–¿Los has visto mami? – preguntó Ethan.

–Están en la parte inferior del armario.

–¡Gracias! – exclamaron subiendo a las escaleras y cuando los encontraron bajaron las escaleras corriendo, le puse la correa a coco y lo subí a la camioneta, Adam estaba subiendo las maletas a la camioneta, lo abracé por la espalda, él se giró a mí y me besó, cuando terminamos el beso, cerró la cajuela y caminamos juntos hasta la puerta de los niños, los ayudamos a subir y después Adam abrió mi puerta, me subí y la cerró, me abroché el cinturón y esperamos a que Adam se subiera y encendiera la camioneta.

–¿Listos? – preguntó Adam.

–¡Sí! – contestamos todo.

Arrancó la camioneta directamente a nuestro destino al cual llegaríamos en la noche, los niños iban cantando y coco aullaba como si estuviera haciéndoles segunda, Adam y yo nos reíamos de escucharlos, los peques se quedaron dormidos unos minutos después.

–Duerme amor.

–Estoy bien cariño, no te preocupes.

–Va a ser un camino largo.

–En un momento más.

–Está bien.

Tomó mi mano y depositó un beso en ella, sonreímos y continuamos mirando el camino, estaba todo muy tranquilo, después de unos minutos salimos de la ciudad y el paisaje era completamente natural, estaba comenzando a quedarme dormida cuando escuché a Ethan:

–Mami, quiero vomitar.

–Y yo también. – dijo Evan.

–Voy a detener el auto. – dijo Adam.

–Sí. – contesté.

Salió de la carretera, me bajé rápidamente y abrí la puerta de los niños, se bajaron rápidamente, Adam se bajó y apenas los niños estuvieron fuera de la camioneta comenzaron a vomitar, acaricié sus espaldas circularmente hasta que dejaron de vomitar.

–Adam cariño, pásame las toallitas húmedas que están en mi bolso.

–Voy. – fue a la camioneta y sacó las toallitas húmedas, me las entregó y les limpié a los niños sus boquitas.

–¿Están mejor enanos? – preguntó Adam poniéndose a su altura y acariciando sus mejillas.

–Sí papi.

–Sí papi.

–Entonces vamos a la camioneta para seguir nuestro camino. – les dije.

Nos acercamos a la camioneta y ayudé a los niños a subir, nos subimos a la camioneta, tomé mi bolso y saqué dos jugos que traía por si acaso.

–Tómense este juguito peques. – les pase uno a cada uno.

–Gracias mami. – contestaron ambos, Adam subió a la carretera nuevamente y seguimos con el camino, los niños se quedaron dormidos.

–Venías preparada. – dijo Adam.

–Siempre que salimos voy preparada, aunque veas mi bolso pequeño, lleva lo necesario. – se rió.

–¿Por qué eres tan perfecta?

–No soy perfecta.

–Para mí sí lo eres, eres todo para mí, eres el mundo, mi mundo.

MIS PEQUEÑOS FAVORITOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora