Vamos saliendo de casa para subir las maletas, por fin serán nuestras vacaciones familiares, los niños están muy emocionados.
–Niños, ya tenemos que irnos. – les llamé.
–Espera mami, estamos buscando nuestros tenis porque no los encontramos. – dijo Evan.
–¿Los has visto mami? – preguntó Ethan.
–Están en la parte inferior del armario.
–¡Gracias! – exclamaron subiendo a las escaleras y cuando los encontraron bajaron las escaleras corriendo, le puse la correa a coco y lo subí a la camioneta, Adam estaba subiendo las maletas a la camioneta, lo abracé por la espalda, él se giró a mí y me besó, cuando terminamos el beso, cerró la cajuela y caminamos juntos hasta la puerta de los niños, los ayudamos a subir y después Adam abrió mi puerta, me subí y la cerró, me abroché el cinturón y esperamos a que Adam se subiera y encendiera la camioneta.
–¿Listos? – preguntó Adam.
–¡Sí! – contestamos todo.
Arrancó la camioneta directamente a nuestro destino al cual llegaríamos en la noche, los niños iban cantando y coco aullaba como si estuviera haciéndoles segunda, Adam y yo nos reíamos de escucharlos, los peques se quedaron dormidos unos minutos después.
–Duerme amor.
–Estoy bien cariño, no te preocupes.
–Va a ser un camino largo.
–En un momento más.
–Está bien.
Tomó mi mano y depositó un beso en ella, sonreímos y continuamos mirando el camino, estaba todo muy tranquilo, después de unos minutos salimos de la ciudad y el paisaje era completamente natural, estaba comenzando a quedarme dormida cuando escuché a Ethan:
–Mami, quiero vomitar.
–Y yo también. – dijo Evan.
–Voy a detener el auto. – dijo Adam.
–Sí. – contesté.
Salió de la carretera, me bajé rápidamente y abrí la puerta de los niños, se bajaron rápidamente, Adam se bajó y apenas los niños estuvieron fuera de la camioneta comenzaron a vomitar, acaricié sus espaldas circularmente hasta que dejaron de vomitar.
–Adam cariño, pásame las toallitas húmedas que están en mi bolso.
–Voy. – fue a la camioneta y sacó las toallitas húmedas, me las entregó y les limpié a los niños sus boquitas.
–¿Están mejor enanos? – preguntó Adam poniéndose a su altura y acariciando sus mejillas.
–Sí papi.
–Sí papi.
–Entonces vamos a la camioneta para seguir nuestro camino. – les dije.
Nos acercamos a la camioneta y ayudé a los niños a subir, nos subimos a la camioneta, tomé mi bolso y saqué dos jugos que traía por si acaso.
–Tómense este juguito peques. – les pase uno a cada uno.
–Gracias mami. – contestaron ambos, Adam subió a la carretera nuevamente y seguimos con el camino, los niños se quedaron dormidos.
–Venías preparada. – dijo Adam.
–Siempre que salimos voy preparada, aunque veas mi bolso pequeño, lleva lo necesario. – se rió.
–¿Por qué eres tan perfecta?
–No soy perfecta.
–Para mí sí lo eres, eres todo para mí, eres el mundo, mi mundo.
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MIS PEQUEÑOS FAVORITOS
RomancePrimer libro de la saga "Pequeños" Grace Miller, una chica linda de 24 años, ha estado sola desde la muerte de su padre, vivía con su madre y su pareja pero era como si estuviera sola, hasta que un día tuvo que huir de ese infierno, Grace continuó c...