Estoy a finales del segundo mes de embarazo, las nauseas y vómito siguen apareciendo al igual que los antojos, los peques están más que contentos con el bebé, y Adam no se diga, aún no se nota mi vientre para otras personas pero yo ya me siento un poco hinchada y alguna ropa ya me ajusta, justamente como el pantalón que me estoy poniendo, me cierra con mucha dificultad y de la cintura me aprieta, Adam entró al armario y me vio frente al espejo.
-Alto ahí. - dijo.
-¿Qué pasa?
-El bebé se está aplastando. - desabrochó mi pantalón y pude soltar el aire contenido, puso su mano en la parte de la bragueta del pantalón sobre mi vientre y lo acarició, mi ropa no me quedaba, estaba gorda y de la nada comencé a llorar. - No llores mi amor.
-Estoy gorda, nada me queda.
-No estás gorda amor, solo tu vientre se está hinchando un poco por el bebé, está creciendo y necesita espacio.
-¿Me vas a querer gorda y fea?
-Mi amor, yo te amo y te voy a amar gorda o flaca, fea o bonita, eres el amor de mi vida y siempre te amaré.
-Te amo.
-Y yo a ti pero ya no llores. - limpió mis lágrimas. - creo que tendremos que comprar pantalones de maternidad. - me reí.
-Me pondré otra ropa.
-Está bien.
-¿Me ayudas a quitarme el pantalón?
-Sí.
Me tomó en brazos y me sentó en la cama, me quitó el pantalón, fue más rápido de lo que yo tardaría para quitármelo y eso que aún mi vientre está pequeño.
-Gracias.
-No hay de que.
Fui al armario y me puse un romper corto, ajustado que tenía un cierre desde el comienzo hasta el final, Adam se vistió y cuando estuvo listo bajamos.
-Esa ropa se le ve demasiado sexy mamá.
-Gracias papá.
Cuando entramos a la sala los peques corrieron a saludarnos, después de saludarnos a nosotros, se acostumbraron a besar mi vientre y darle los buenos días al bebé.
-¿Cómo está nuestro hermanito o hermanita mami? - preguntó Ethan.
-Muy bien cariño.
-¿Está triste porque nos iremos el fin de semana con el abuelo? - preguntó Evan.
-Sí está un poco triste cariño, pero sabe que cuando nazca, también podrá ir, además sus hermanitos volverán dentro de dos días. - contesté.
-No estés triste bebé. - dijo Ethan acariciando mi vientre y ambos comenzaron a dejar muchos besitos en el.
-Vamos a desayunar antes de que llegue el abuelo. - les dije.
Fuimos a la cocina y todos comenzamos a preparar el desayuno y cuando estuvo listo nos sentamos a desayunar, apenas terminamos Jake llegó por los niños y se los llevó dejando la casa vacía y en silencio, limpiamos y después nos sentamos en la sala, estábamos viendo una película, Adam me besó y bajó a mi cuello, dejando besos mojados sobre el, me acostó en el sillón con las piernas dobladas, se puso sobre mí y bajó el cierre de mi romper dejando ver solo mis senos.
-¿Te he dicho que me encantan tus tetas?
-No tienes que decirlo. - se rió roncamente.
-Se ven mucho más grandes con el embarazo, eso me gusta.
Quitó mi sostén y comenzó a lamer mis pezones, bajó el cierre un poco más dejando ver mi estómago, con su lengua lamio hasta llegar a mi ombligo y sopló todo el rastro de humedad que su lengua había dejado haciendo que mi piel se erizara y soltara un gemido. Lo empujé haciéndolo sentarse y me subí sobre él, mis senos quedaron a su vista, los mordisqueó suavemente mientras los agarraba con sus manos, le quité la camisa y mis manos recorrieron las líneas de su abdomen marcado, me bajé de él hincándome en el suelo, mi lengua recorrió cada línea de su abdomen haciendo que me excitara aún más, mis manos se posaron en su regazo y comencé a quitarle el cinturón y le bajé la bragueta liberando su miembro erecto, lo acaricié por encima de su ropa interior, se quitó el pantalón y le bajé la ropa interior, tomé su miembro con mi mano y comencé a moverlo, lo metí a mi boca y comencé a chuparlo y lamerlo causando gemidos en él, Adam me tomó en brazos y me acostó en el sillón, bajó el cierre de mi romper hasta abajo y lo quitó dejándome únicamente en bragas, introdujo su dedo por encima de la tela de mi braga y gemí alto, comenzó a besar mis piernas y subió a mi entrepierna, besó suavemente por encima de mis bragas, introdujo su mano en mis bragas y sus dedos comenzaron a toquetear, me besó y tomó mi labio inferior con sus dientes.
-Vamos arriba para que estés más cómoda.
Se acercó a mí, me cargó, rodeé su cintura con mis piernas y subió conmigo a la habitación, me depositó suavemente en la cama y se puso sobre mí, comenzó a besar mi cuello, dejó besos mojados por mi estómago hasta llegar a mi vientre, continuó hasta mi entrepierna, tomó mis bragas con sus dientes y las quitó, tomó mis piernas y las separó, su lengua jugueteó con mi clítoris llevándome al borde, su lengua empujó hacia arriba haciendome gemir.
-Ah...Adam...ah...ah...ah...
-Me gusta cuando dices mi nombre.
-Mmmm...no...soporto...más...
-Como tú digas mi amor.
Se sentó en la cama, me tomó de las piernas y me sentó sobre su miembro, me penetró, comenzó a moverse dentro de mí, sus labios atraparon los míos y comenzó a besarme de forma salvaje, se movía de forma rápida y comenzó a moverse más rápido y así hasta que alcanzamos el orgasmo, me vine y Adam se corrió dentro de mí, salió suavemente de mi interior y me acosté a su lado, Adam me rodeó con su brazo y me atrajo a él, depositó un beso en mi frente y nos quedamos así.
-¿Estás bien? - preguntó Adam.
-Sí cariño, no te preocupes.
-¿El bebé está bien?
-Está perfectamente.
-La casa se siente muy sola.
-Lo sé, extraño a mis bebés.
-Solo serán dos días.
-Demasiados.
-Podremos disfrutarnos durante este tiempo.
-Esa idea me gusta. - lo besé, él intensificó el beso pero nos separamos porque mi estómago gruño.
-Parece que alguien tiene hambre. - dijo Adam riéndose.
-Sí.
-¿Qué quiere comer este bebé? - dijo poniendo su mano sobre mi vientre.
-Comida italiana. - le dije sonriendo.
-Pediré comida italiana entonces para mi pequeña y para mi bebé. - me besó.
-Gracias.
-No tienes nada que agradecer.
Adam se puso un pants y una camisa y salió de la habitación para pedir la comida, fui al armario y me puse un conjunto de ropa interior de los que Adam me compró, escuché un silbido y me giré, Adam estaba recargado en el marco de la puerta de la habitación.
-¿Te he dicho lo sexy que te ves así?
-Creo que no.
-Te ves muy sexy, la mamá más sexy del mundo.
Me acerqué a él y rodeé su cuello con mis brazos, deposité un beso en sus labios y sonrió, posó sus manos sobre mi vientre.
-Estás acostumbrando al bebé a tener las manos sobre mi barriga todo el día.
-No tiene nada de malo.
-Cuando volvamos a la empresa no podrás estar acariciando mi barriga todo el día.
-Tú te quedarás aquí en casa.
-¿Qué?
-Que tienes que quedarte en casa.
-No Adam, eso si que no, yo tengo que trabajar.
-No tienes que trabajar amor.
-No puedes encerrarme aquí Adam.
-Amor, no te encerraré, puedes hacer lo que quieras, no necesitas estar aquí pero lo único es que no trabajaras.
-Adam trabajar es mi decisión, no puedes tomar decisiones por mí.
-Amor, es por el bien del bebé y el tuyo.
-Yo quiero trabajar.
-No Grace, tienes que cuidarte.
-Sé que debo cuidarme pero trabajar no me afecta en nada.
-El trabajo te estresará y debes estar tranquila. - me alzó la voz.
-No, dije que no y es no.
-Grace, recuerda que el bebé que llevas dentro de ti también es mío.
-Lo sé Adam, pero en nada me afecta trabajar.
-Debes cuidarte.
-Lo estoy haciendo y lo haré.
-Si trabajas no lo harás.
-Adam no me quedaré aquí y entiéndelo de una vez.
-Si no lo haces por voluntad tendré que contratar a alguien más para que tome tu puesto.
-¿Es en serio? - le dije molesta, iba a salir de la habitación cuando las náuseas se hicieron presentes y tuve que ir al baño, comencé a vomitar en la taza, Adam tomó mi cabello y masajeó mi espalda.
-Lo ves, tienes que cuidarte.
-No digas más. - dije respirando hondamente para que las ganas de vomitar se me pasaran.
-Grace...
-Cállate Adam, si... - no pude terminar porque volví a vomitar, respiré y cuando estuve mejor me quedé sentada en el suelo.
-Amor.
-Adam, no quiero.
-Hagamos algo, durante el embarazo te quedarás en casa, si cuando el bebé ya haya nacido y esté un poco grande quieres seguir trabajando, puedes seguir, pero por ahora debes descansar. - cerré los ojos y respiré hondamente.
-Bien. - se acercó a mí para abrazarme - no me abraces.
-¿Por qué?
-Porque no quiero y estoy enojada contigo.
-¿Por qué?
-¿Y todavía preguntas?
-Amor...
-Nada de amor, estoy molesta contigo y no cambiaré de opinión.
Me levanté del suelo, me lavé los dientes y salí del baño, me puse un pants y una bata, bajé a la sala y me senté a leer un libro de maternidad que había comprado, Adam bajó unos minutos después, se escuchó el timbre, salió y recibió la comida.
-Ya está la comida.
-Ok.
-Grace, mi amor, ya no te enojes.
-Sigo enojada.
-Pequeña...
-Tengo hambre, hay que comer.
-Está bien.
Fuimos al comedor, acomodamos todo y nos sentamos a comer los dos, Adam me miraba pero no hablábamos, estoy enojada con él, iba a ser capaz de contratar a alguien para que yo ya no tuviera puesto, solo porque el señor no quiere que trabaje, debió consultarlo conmigo antes de querer tomar una decisión por mí, cuando terminamos de comer, limpiamos todo y fuimos a la sala, me senté en un sillón mientras Adam estaba en otro.
-Grace, mi amor, perdóname ¿si?, sé que no debí tomar una decisión que te pertenece pero es que quiero que estén bien, que te cuides y estés tranquila, relajada para la llegada de nuestro bebé, perdón, sé que me equivoqué y no debí decir lo que dije, tienes derecho a molestarte, pero perdóname por favor.
-Sabes que estuvo mal y es que debíamos hablarlo antes para estar de acuerdo, eso es lo que hacen las parejas, es nuestro bebé y los dos debemos velar por su bien, así como por el de los peques.
-Lo sé y lo siento.
-No te preocupes, estás perdonado pero no lo vuelvas a hacer.
-Te amo.Adam metió la pata, no debió tomar una decisión que le pertenece a Grace, pero siempre saben como arreglar sus probelmas.
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MIS PEQUEÑOS FAVORITOS
RomancePrimer libro de la saga "Pequeños" Grace Miller, una chica linda de 24 años, ha estado sola desde la muerte de su padre, vivía con su madre y su pareja pero era como si estuviera sola, hasta que un día tuvo que huir de ese infierno, Grace continuó c...