CAPÍTULO 42

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–Yo más.

Se levantó del sillón y se acostó boca abajo en el que me encontraba yo, puso su cabeza en mi regazo, comencé a jugar con su cabello, pusimos una película y comenzamos a verla, cuando se terminó, el teléfono de Adam sonó.

–Es una video llamada de mi papá, seguramente son los enanos.

–Contesta.

Contestó y al conectar la llamada, vimos a los peques frente a la cámara, Adam se sentó a mi lado para que nos pudieran ver bien.

–¡Hola! – saludaron.

–¡Hola enanos!

–¡Hola peques! ¿cómo están?

–Muy bien, el abuelo está cocinando y nos prestó su celular. – dijo Evan.

–Sí y queríamos llamarlos para saludarlos y también para que el bebé no estuviera triste. – dijo Ethan.

–Que lindos. – les dije.

–¿Cómo está el bebé? – preguntó Evan.

–Feliz ahora que sus hermanitos hablaron. – les dije.

–Aquí está el bebé. – dijo Adam, abrió mi bata dejando ver mi vientre y puso el celular para que los peques lo vieran.

–Papi ¿Podrías darle muchos besitos a mami y al bebé por nosotros? – dijo Ethan.

–Claro que sí enano.

–Mami tú dile al bebé que no esté triste, que ya casi lo vamos a ver. – dijo Evan.

–Sí cariño, yo me encargo de que no se ponga triste.

–Gracias – dijeron ambos – nos tenemos que ir, los queremos mucho, adiós. – colgaron la llamada.

–Se están divirtiendo. – dije.

–Sí y más si papá les da la caja de chocolates que tiene sobre el refrigerador. – dijo Adam riéndose.

–Son sus nietos amor, los consiente.

–Demasiado.

–No tiene nada de malo celosito.

–Yo no estoy celoso.

Me reí y lo besé, Adam me acostó en el sillón, desató mi bata dejando ver mi vientre, depositó un beso en el.

–¿Qué haces?

–Haciendo lo que los enanos pidieron.

Continuó depositando más besos suaves, después comenzó a hacerlo más rápido y su barba picaba causándome cosquillas y me reí.

–¿De qué te ríes?

–Es que me haces cosquillas.

–¿Le gustan las cosquillas señorita Miller?

–¿Qué?...no Adam, no te atrevas. – le dije entre risas, antes de que dijera algo más comenzó a hacerme cosquillas, yo me reía, pataleaba y Adam se reía de verme – para…ya…para…no…puedo…más… – dije entre risas y Adam se detuvo, con el embarazo voy al baño muchas veces y la risa me causó ganas de hacer pis, me levanté del sillón.

–¿A dónde vas?

–Al baño, tengo que hacer pis.

–Está bien.

Fui al baño, hice mis necesidades y cuando terminé, salí de la habitación, fui a la cocina para tomar agua, abrí el congelador y encontré unas paletas de hielo, tomé una y fui con Adam a la sala, me senté a su lado.

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