MIS PEQUEÑOS FAVORITOS

CAPÍTULO 47 (FINAL)

Voy a cumplir nueve meses, Adam y los peques prepararon una sorpresa para mí, he intentado adivinar pero no me dicen nada, dejaron un vestido rojo en la cama con una nota que dice “póntelo” me vestí y me maquillé un poco, arreglé mi cabello, el vestido es suelto porque mi barriga está muy grande, pareciera que fuera a reventar, cuando estuve lista bajé las escaleras, en las sala estaban los peques y Adam, todos tenían un smoking negro, Adam tomó mi mano y me besó.

–Te ves hermosa. – dijo.

–Gracias, ustedes también se ven muy guapos ¿a dónde vamos?

–No te diremos mami. – dijo Evan.

–Sí, es sorpresa. – dijo Ethan.

–Malos. – se rieron.

–Vamos. – dijo Adam.

Salimos de la casa, Adam me ayudó a subir a la camioneta y ayudó a los niños, una vez arriba, tomó un pañuelo rojo.

–Tengo que cubrirte los ojos.

–¿Es en serio?

–Es una sorpresa. – contestó.

–Está bien.

Amarró el pañuelo a mis ojos y después escuché el motor de la camioneta y comenzó a moverse, no podía ver nada y eso me intrigaba aún más.

–¿Ya llegamos? – pregunté.

–Ya casi. – contestó Evan.

–¿No me están secuestrando o si?

–No. – dijo Ethan riéndose.

La camioneta siguió moviéndose unos minutos después hasta que por fin se detuvo, escuché a todos bajarse, después Adam me ayudó a bajar, estaban muy sospechosos.

–Adam ¿qué está pasando?

–Tranquila mi amor, ya casi lo verás, camina conmigo.

Caminé a su paso, entramos a un elevador y subimos hasta el último piso, una vez arriba, salimos y caminamos unos pasos más, los niños se rieron y los escuché.

–Te diré cuando te puedes quitar el pañuelo.

–Ok. – Escuché sus pasos alejarse.

–Ya puedes quitártelo. – gritó.

Quité el pañuelo y abrí los ojos, era la oficina, había un gran camino de velas y pétalos por el centro que llegaban a la oficina de Adam, caminé a través de ellos y entré a la oficina, los peques estaban en la puerta, todo era precioso, me llevaron hasta un corazón de pétalos que se encontraba en el centro de la oficina, me quedé en el centro del corazón, la habitación estaba iluminada completamente con velas, sentí mariposas en el estómago y por un momento me sentí nerviosa.

–Mami, eres la mejor mamá del mundo, lo supimos desde el primer día que te vimos y nos defendiste de esa bruja que papá contrató por niñera – me reí – te mereces esto y más. – dijo Evan.

–Eres la mejor mamá del mundo, Evan, Ellie y yo lo sabemos, porque nos quieres y nos cuidas como una mamá lo hace con sus hijos, siempre estás con nosotros no importa que. – dijo Ethan y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.

–Por eso el día de hoy preparamos esta sorpresa para agradecerte por todo lo que haz hecho por nosotros, por amarnos como nos amas. – dijo Evan y sacó una cajita, la abrió y dentro había un anillo precioso, era sencillo con tres diamantes pequeños, las lágrimas continuaron corriendo.

–El día que aceptaste ser nuestra mamá, te comprometiste con nuestra familia. – dijo Ethan, ambos tomaron el anillo, Ethan tomó mi mano y pusieron el anillo en mi dedo anular. Adam salió de la oscuridad de la oficina y se acercó.