Guarda-Corazones (Stolitzø) ~Stolas x Blitzø~

Capitulo 18 (Mascotita)

Continuación:

Gire mi cara con rapidez a la de Stolas, regalando le una matadora y terrible expresión asesina, acompañado de un tic nervioso en uno de mis ojos, frunciendo el ceño y apretando fuertemente mis labios. Era como si desde mi cabeza le gritara: ¡MALDITA SEAS, STOLAS, TU Y TU APRETADO CULO NOS METIÓ EN ESTA MIERDA!

- S-Si es leche cariño - mintió mi jefe a su hija - ¡¿Y sabes porque? Porque compre leche para tu nuevo gatito! - claramente dijo eso para distraer a la pequeña.

- ¡Siii! ¡Tendré un nuevo gatito! - alzo los brazos contenta y feliz.

No es por nada, pero ese ha sido un maqueavelico y a la vez un buen estratégico soborno. Todo en la vida se arregla con gatitos...

- A la tienda de mascotas, Blitzø, por favor~- me ordeno y obedecí. Conozco un poco las calles y también una buena tienda de animales, me detuve en la primera que vimos. Me baje para abrirles la puerta y como era de esperarse en ocasiones, personas quedaban sorprendidas con la presencia de "El gran Stolas Goetia" y su hija. Si que son conocidos en esta ciudad.

- ¡Ha ha, amigo, cero fotos! - frene al ciudadano que tomaba fotografías a Stolas y a Via con su teléfono celular.

- ¡Por favor, solo una! - me discutió alzado.

- ¡No, y se acabo! - le seguí la pelea.

- ¡Ve a que te cojan! - me grito en insulto.

- ¡Solo si es a tu madre, infeliz! - le saque el dedo, cerrando la puertas de la tienda detrás de mi.

- Jajaja, Blitzø es gracioso - dijo Octavia a Stolas.

El en respuesta soltó una pequeña risita, de seguro más adelante me dará un sermón por decir groserías delante de su hija...¡Pero al carajo, el muy hijo de puta había empezado!

Via miraba con gran emoción a cada animal adorable de la tienda, hasta ser atendidos por el dueño de la misma.

- Que emoción tenerlos aquí, señor Goetia y su linda niñita - ellos sonríen, en tanto yo me mantengo alerta de todo a una distancia moderada - ¿Que puedo hacer por ustedes?

- Queremos ver a sus más lindos gatos, buen hombre - se dirijo educado al chico de la tienda.

- ¿Como no? Aquí tenemos a los más tiernos gatitos - mostró una de las tantas jaulas a los felinos con expresiones adorables.

Un gran "Oww" fue expulsado por la niña. Baje un poco mis lentes oscuros para apreciar con más claridad a los mininos, eran jodidamente lindos; si no estuviera en el trabajo con la presencia de mi jefe y mi mini-jefecita, jugaría un poco con alguna mascotita.

- ¿Y este perrito de aquí? - señalo una jaula más alejada de los demás.

- Ho ¿Ese? Nhaa, es un perro sin raza, lo sacrificaran la semana que viene, ya que, seamos sinceros, nadie lo adoptara - explico cínico el vendedor.

Hasta yo admito que eso es demasiado solo por un perrito que no pidió nacer así.

- ¡HHHHHHHAAAAAAAA! - soltó un berrido de lo más doloroso la hija de mi patrón, haciendo que los tres (Stolas, el vendedor y yo) nos cubriéramos los oídos por el tan abrupto e irritante sonido, para que después se detuviera de la nada, se acercara al perrito para "hablar" con el - Hola amiguito - lo saludo acercándose al animalito, asomando un poco su cabecita a las rejas para acatar más de cerca a la niña. Era un cachorro con su pelaje negro con blanco en sus paticas, era chiquito y muy peludito.