Capítulo 12 (Joven doctor, nuevo cementerio)

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Continuación:


- ¡Mggeerr~! - ahogaba mis lamentos de dolor mordiendo uno de mis guantes oscuros sin dedos para silenciarme todo lo que podía.

- ¿Puedes dejar de hacer ese ruido? - me exigía esa patética orden la persona que atendía mi herida. Verosika.

- ¡Puta...madre! - me queje ahora más alto, sacándome la "mordaza" de la boca - ¡Que fácil para ti decirlo! - la encare serio - ¡No eres tu quien te están suturando!


Ok, déjenme actualizarlos al presente en el que estamos, y de ¿Por que rayos intento ocultar mi herida de los demás? ¿Por que carajos me esta curando Verosika? ¿Y que vergas dijeron mis jefes al encontrarnos mojados, más a mi herido? Pues todo empezó apenas llegamos a la mansión Goetia:


- Bien, iremos derechito a tus padres, los informaremos de esto para aumentar su seguridad y...

- ¡No! - me interrumpió la niña, dejando de caminar a mi lado.

- ¿Perdone? - le pregunte confuso, regresando dos pasos hacia ella.

- No quiero que le digas a mis padres - me pidió con sus ojos lagrimosos.

- ¿Pero por que no? - seque sus lagrimas con mi pulgar, intentando comprender la situación - Ellos no te harán nada porque no fue tu culpa, cariño. Nada de esto lo es.

- Lo se, pero...- sollozó, aclarando su garganta para hablar mejor -a mi mamá no le agradas para nada, Blitzø.

¡¿En serio? No me había dado cuenta. ¿Que fue lo que la delato? ¿Su gran y matadora mirada de odio que cada vez me da apenas me ve o sus profundas amenazas de despedirme en cada momento que se acuerda que estoy ahí?!...noten por favor la gran recarga de sarcasmo en esta oración.

- ¿Y que? - subí y baje mis hombros despreocupado. 

- Que si se entera de esto, no lo pensaría dos veces para despedirte - me respondió la niña preocupada, lo peor de todo es que tenia razón. Te maldigo Stella.

- Ayy tienes razón, niña - me agache a su estatura para verla más de cerca - pero no puedo mentirle a tus padres. Ellos son mis jefe - explique mi razones.

- ¿Yo soy como tu jefa también?-

Levante una ceja de repente por su pregunta.

- Haamm...¿Si? Se puede decir que si...

- Entonces como tu jefa, te prohíbo rotundamente que no le cuentes nada a mis padres - me exigió con autoridad.

He tocado fondo...¿Desde cuando ahora tengo que obedecer las ordenes de una chamaca?

- Ugh - solté rendido - como usted ordene, mini-jefecita - le respondí con cierta ironía - ¿Que hacemos ahora? - nos pregunte mirando hacia los lados para ver si se me ocurría algo.

- Podemos entrar en la puerta trasera, casi nadie esta en esa parte de la casa - comento la niña.

-Gran idea, pequeña.

Volvimos acorrer pero ahora con más prevención, no podíamos ser vistos por nadie y seria un milagro el no encontrarnos con alguien en los pasillos, pero como si lo fueras deseado, se hizo realidad.

- No hay moros en la costa - me susurró Octavia al asomarse por los corredores.

- Muy bien, vaya a su cuarto y cámbiese, sin que nadie la vea - le aconseje.

Guarda-Corazones (Stolitzø) ~Stolas x Blitzø~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora