Capítulo 57 (¿Alguna vez me has querido? )

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Continuación:

—¡Stella! — hablo una voz gruesa —Por el amor al dinero, dime que no tuviste nada que ver con el "accidente" de Stolas — hablo al teléfono su enojado hermano.

—Culpable — acepto sádica —pero ahora no tengo tiempo para reconocimientos, Andrealphus, estoy ocupada con un maldito problema no pronosticado — le peleo entre dientes, hablando a la afueras de una habitación oculta.

—Si llegan a relacionarte con algo de esto, juro que no meteré las manos al fuego por ti, eso dañaría por completo mi imagen — respondió pasándose las manos por su traje con asco de siquiera imaginarse en prisión por involucrarse de esta de manera no directa.

—Como sea, solo no la cagues...¿Cómo esta Octavia? — pregunto ya un poco más calmada al saber que su hija estaba a salvo.

—¿Tú cómo crees? — pregunto sarcástico —No para de llorar, y de repetir una y mil vez a su padre — hablo el hombre con algo de fastidio —Podrá ser mi sobrina y todo, Stella, pero estoy comenzando a irritarme el llanto de tu hija — hablo con un poco de mal genio.

—¡Relájate! — demando molesta —Es tu sobrina y me ayudaras a tranquilizarla, apenas termine con mi trabajo iré para encargarme de que se encuentre bien — aviso.

—Como sea...pero ni se te ocurra tardarte tanto — colgó la llamada.

El hombre de tez pálida y de cabello azulado claro, se alejó de su sala de estar, dirigiéndose al cuarto que solía usar la pequeña Via cuando venía de visita. Desde la puerta podía escuchar el llanto ahogado de la menor, el hombre suspira con notorio hastío, suspirando lo mejor posible para pacificarse, e intentar consolar a la pequeña.

—Octavia, cariño ¿Puedo pasar? — pregunto tocando la puerta un par de veces. Espero un par de segundo hasta que la nena contestara, haciéndolo con un decaído y entrecortado "Si" lleno de tristeza.

El joven millonario al entrar a la recamara pudo ver a primera vista a la niña, abrasando con aparente pesadumbre y cariño a su leal cachorro, quien con cada lagrima que salía de sus enormes ojos se la secaba con su lengua a lambetazos, como si de alguna forma le dijera de que estaba ahí para ella.

—¡¿Octavia que hablamos sobre las vestían en la cama?! — recordó refiriéndose a su perro.

La niña en respuesta humedece más sus ojos, llorando todavía más fuerte apenas creyó que su tío la regañaría por desobedecerlo, estaba lo suficientemente mal como para que incluso la mínima acción de hacer enfadar a cualquier adulto la haría derrumbarse más de lo que ya estaba.

—¡No, no, no, no, no, no! ¡No llores, no llores! — pidió alarmado su tío —¡Esta bien, está bien!....el pulgoso se puede quedar contigo — accedió a regañadientes, con tal de no tener que escuchar aquellos tediosos sonidos para él. Se acercó a la cama de la beba, sentándose justo a su lado. Via quien estaba acostada de lado oculta más su rostro entre sus almohadas, queriendo calmarse como podía, siendo totalmente en vano.

—¿Cariño, que quieres? Puedes pedirme lo que sea y hare que el mayordomo lo traiga en cuestión de segundos — consoló como mejor le venía, acariciando la cabellera despeinada de la chiquita.

Via suena su nariz, queriendo decir algo...

—Mi papi....quiero a mi papi~ — hablo entre sollozos casi inentendibles, volviendo a esconder su cara entre sus cómodas colchas, teniendo el propósito de bajar el sonido de sus intensos lamentos.

Andralphus suspira por décima vez en el día, era evidente de que no podría hacer, eso, y si era el caso, no lo haría de igual forma...

—Nena...sabes que no puedo darte eso — hablo obviando, pero fue evidente que con eso la pequeña no dejaría de llorar. Su pecho subía y bajaba entre las contracciones que cada llanto le provocaba a su ser —Si...se te apetece algo, llama al empleado ¿Sí? — aclaro —Seguiré con mi trabajo, y cuando te calmes y quieras hablar conmigo, estaré en mi despacho ¿Ok? — declaro esperando la afirmativa de la pequeña. Esta asiente, aun escondiendo su cara entre los cojines, el perrito entre sus brazos da un ligero bostezo, causándole una gran repulsión a Andre, realizando un gesto de desdén para irse lo más rápido de aquella bola de pelos y a la que ahora no podía tranquilizar a la llorona de su sobrina.

Guarda-Corazones (Stolitzø) ~Stolas x Blitzø~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora