Capítulo 21 (¿Te sabes el chiste del semen?)

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Continuación:


Reglas a repasar. No entres en pánico, ya haz peleado miles de veces, la única diferencia es que ellos podrían matarte sin piedad alguna, algo no muy diferente que al reformatorio, pero ahora tengo algo más que proteger que solo mi dignidad.

Apenas el par de zorras estaban adentro de la casa, me arrimaba a ellos con lentitud, comprobando que tuviera conmigo mi arma.

La vestimenta opaca los cubría de pies a cabeza, con sudaderas y monos de color negro, acompañados de mascaras oscuros, tapando toda su cabeza hasta la parte de sus ojos, semejándose a una combinación entre un gorro y un antifaz; ocultando sus identidades.

— No quiero armar un alboroto en esta casa...más que nada porque estoy  seguro que si rompemos algo saldrá de mi salario, de tal modo que les agradecería bastante si sacan sus amanerados culos fuera de aquí, bajo eso los dejare vivir — les propuse seguro. Sin quitarles la mirada en ningún momento. Sus respuestas fue más que amenazadoras, sacando uno de ellos un arma electrocutadora un poco larga en forma de bastón, lanzando chispas con un gran hambre de tenerme en jaque, por el otro lado del otro malhechor, era un latido de piel negra y fuerte — Hoo...— formule con asombro, no denegare que me sorprendí un poco al ver esas armas, dejaban a la mía un poco sencilla.


Narradora:

El joven de test morena frunció el ceño, expresando grande autoridad, no dejaría que su primera pelea cara a cara en su trabajo lo superaran. Sin darles tiempo hablar, extrajo de su sobaquera oculta por su saco negro su gran e icónica arma, atacándolos a todas direcciones. Los invasores se refugiaron detrás de una mesa volteándola al piso, detuvo el tiroteo, no conseguirá nada si seguía gastando balas a lo loco, y por supuesto no quería asustar a los demás, se mantuvo al borde de una pared, en alerta a cada movimiento de los otros, una pequeña gota de sudor bajo en la cines de Blitzø, para terminar en su mejilla.

— Es momento de acabar con estos cabrones — recargo su cartucho con las balas faltantes — Para esto fue mi entrenamiento — susurro con audacia el joven guardaespaldas — les demostrare al mundo que Blitzø no es ningún inu- 

Fue callado de ipso facto, en vez de palabras fueron quejidos entre cortados de un dolor electrizante, concentrado en toda su espalda, propagando aquella sensación eléctrica por todo el cuerpo. Era más que claro que sus agresores dieron la vuelta, agarrándolo desprevenido, y electrocutándolo con su arma ya atras descrita, antes de que Blitzø volviera agarrar fuerzas, no se le fue permitido su objetivo, debido a que posteriormente fue firmemente agarrado de sus brazos, manteniéndolo inmóvil, así dejándolo vulnera para el segundo sujeto del atraco, seguidamente de una mirada de odio, le proporciono una puñada en su pómulo derecho, para luego ser el izquierdo, eso ocasiono un leve sangramiento en una de las fosas nasales del chico, la persona dueña de los golpes de Blitzø jalo de su cabello, echándolo para atrás, dejando ver mejor su cara algo malluga con raspones.

— ¿Dónde están los papeles de la empresa de tu jefe? — pregunto la persona. La voz correspondía a una chica. Blitzø sin perder su confianza, sonrió confiado, con su labio ligeramente cortado.

— Con razón decía que golpeabas como nena — hablo algo enclenque pero intentando sonar siempre de humorístico, eso enojo más a la asaltante, volviendo a golpear al pelinegro pero esta vez en el estomago, un quejido ahogado salió de su boca, sin poder hacer nada tras tener todavia sus brazos cautivos, así limitándose a bajar la cabeza para pensar en algo.

Guarda-Corazones (Stolitzø) ~Stolas x Blitzø~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora