Capítulo 33 (Fizzmierdolli)

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Continuación:


¡Maldita sea mi suerte. Maldita sea mi suerte. Maldita sea mi suerte!

Jale de mi brazo sea lo que sea que esa mierda robotica fuese, agarrándome sin obtener resultados deseados. Mientras más caminábamos, más golpes del pasado y recuerdos llegaban en mi cabeza, no precisamente muy agradables.



~ ¡Otra falta más y te daré de comer a los tigres!


~ Por mucho que practiques no darás más que Fizz.


~ El parque estaría mejor sin ti, y el mundo también.




De un golpe me sentaron en una malgastada silla. Cara a cara con la puta cara maquillada de ese desgraciado payaso.

— Oww, verte después de muchos años me hace creer que de verdad hay un Dios —  comento enternecido — me hace tener fe de que algún día te haré pagar por cada cosa que me hiciste —termino su berrinche con una voz gruesa.

—Que maduro eres — hable sarcástico, cruzándome de brazos —y la "O" es muda ahora — le explique —creí que no podrías ponerte peor, pero veo que si — force una sonrisa malvada.

—A juzgar por tu ropa, que estoy más que seguro que no usarías por gusto propio, eres chófer, mayordomo, o un guardia, y todo eso es la misma mierda de empleado. Algo mucho más bajo que ser jefe de uno mismo — me hablo orgulloso el hijo de puta.

—Al menos de los dos, yo soy el que usa traje y no uno de comediante sin experiencia que esta más que la quiebra.

—Tu no sabes nada de mi entradas ingresivas — me contradecía — Aaayyy~ —  suspiro —  Blitzo, Blitzo, Blitzo. Si tu padre y tu hermana estuvieran aquí, estarían muy decepcionados — dijo sin más.

Enserie mi cara, no me gusto para nada como se escucho eso. 

—¿De que hablas? — pregunte acomodándome en mi silla, él solo sonreía con sus labios cerrados sin responder — ¡¿De que mierdas hablas?! — alce un poco más la voz, a la vez que apoyaba mis manos en el escritorio, parándome levemente de mi asiento. Inclinándome dominantemente a su ser.

—Oh Blitzo...si tan solo fueras sido más obediente, tal vez los fueras ayudado — dijo ignorando por completo mi pregunta.

Me desespere...

—¡¿Qué mierda hiciste con mi familia, cabrón hijo de puta?! —  grite exigiéndole alguna respuesta, jalando del cuello de su camisa, apuntándolo con mi arma a su cabeza. Segado entre la rabia y la desesperación.

Él no forcejeó, ni siquiera se sorprendió, ni nada. Su maldita sonrisa no desaparecía en ningún instante. Giro sus ojos a mi pistola, ensanchando su sonrisa.

— ¡Jajajaja! —  se reía, burlándose de mi —Yo no les hice nada —  aparto con sus dedos el cañón de mi arma, desprendiéndose de mi agarre de un salto —al contrario, quería ayudarlos...— se acerco a un biblioteca al costado de su escritorio sin parar de hablar — pero ellos...no hicieron caso — me seguía explicando con un aire notorio de burla con tristeza falsa, dándome la espalda — Guarde esto por si algún día volvías en busca de información, que bueno que soy un hombre precavido — con sus manso busco sea lo que quería mostrarme. Lo logro, teniendo entre sus manos un par de pedazos de papel viejos doblados, él me los ofreció —adelante, tómalos. Te darán un buen aventon~ — sonrió de forma maligna, agrandando más la misma, entre cerrando sus ojos con notoria maldad. Mire por un fragmento de segundo los papeles, solo para volver a su cara; el sudor de mi frente escurrió por una de mis sienes, los nervios me volvían atacar, no sabía que mierda era eso o de que me serviría, pero estoy más que seguro que no es para nada bueno. Eran grises, parecían de un periódico viejo o algo así, con escrituras en su contenido. Me paralice, quería insultarlo, decirle lo que sea ¡Golpearlo! Sin embargo...mi cuerpo no reaccionada — Me parece que el chico del arma se le acabaron las balas — volvió a reírse escandalosamente — dejare esto contigo — metió de forma deliberada los papeles en el bolsillo de mi saco oscuro, despertó mi subconsciente, apartándome repentinamente de ese puto payaso apenas logro guarda en mi lo que quería enseñarme.

Guarda-Corazones (Stolitzø) ~Stolas x Blitzø~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora