CAPITULO 4

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POR ALEX

Después del espectáculo de anoche, mi cabeza está en cualquier lado menos en este cargamento que estoy recibiendo, no puedo dejar de pensar quién diablos le regalo esa mierda, porque después de que se quedó dormida miré las grabaciones y vi que ella lo saco de un paquete de regalo en su sala de estar. Hoy no voy a llegar a la salida del hospital ya que tengo que terminar con esto, así que mando un mensaje para saber de ella con la gente infiltrada en el hospital. Cuando mi celular suena veo el mensaje de Ana una de las enfermeras que coloque en su turno, ella me dice que hubo una emergencia y que mi ángel se quedó para ayudar, eso me dará tiempo para llegar a su salido. Comienzo por dar órdenes para acelerar todo y veo como Fernando me mira con burla.

- ¿Algún compromiso? - él sabe perfectamente por que los estoy apurando y aprovecha para burlarse- Temes que tu ángel sea robado - Me sonríe, bastardo-

-Nadie se atrevería- Mi voz sonó amenazante, el levanta las manos en señal de rendición-

- Por supuesto que no si cada vez que le respiran cerca, tú los desapareces ¿Y cuando vas a tomar medidas? Ya hace un año que la tienes bajo la mira, ten piedad pobre chica, un año sin sexo no debe ser fácil- Chasquea la lengua y sacude la cabeza -

-Pronto ya estará lista- El no entiende de que hablo, si no la busque antes es porque sé que cuando estuvo secuestrada por Cristian y su hermano no lo paso bien, pero después de verla anoche sé que esta lista y necesitada también-Dime su hermano ¿Sigue haciendo negocios con esa pandilla? -

-Si cada vez esta más metido en esa mierda he impedido que lo mataran unas cuantas veces, pero el líder de las rocas se está cansando -asiento - Perdió una cantidad de droga importante, se la pague y le dije que lo mantenga en pequeños trabajos-

-Bien que mañana le exija el dinero que perdió, que le digan que es mío y como no tiene como pagar que le den una buena paliza, pero que no se atrevan a matarlo él es mi llave para llegar a mi ángel-

- ¿No te tienes confianza para conquistarla? -Me dice -

- ¿Tú crees que sabiendo que trabajaba con Marcus y ahora manejo toda esta delincuencia ella quiera acercarse a mi Fernando? - Lo miro con un sega levantada- No, no va a querer saber nada de mí, no sé qué le hicieron los Ortegas, pero no fue nada agradable te lo aseguro. Además, el hermano está a mano, necesito tenerla cerca para enamorarla -

-Como digas, pero si ella se entera va a odiarte-

-No la hará- suspiro- No si ella cree que soy el salvador de su hermanito y el de ella-

Estoy fuera del hospital ella todavía está trabajando como siempre estoy asegurándome que llegue bien a su apartamento. Veinte minutos después sale por las puertas, desde aquí puedo ver que está cansada, esta con su celular en la mano y escribiendo algo, cuando sale no toma el mismo camino de siempre. Comienzo por seguirla algo que me es fácil ya que estoy en mi motocicleta y ella maneja con cautela, cuando para en una licorería mis alarmas se encienden y ella sale con dos botellas - ¿Con quién mierda piensa beber eso? - Sigo manejando detrás de ella y mi coraje comienza a comerme la cabeza ¿Y si invito a un hombre a su casa? No, eso es imposible los he espantado a todos. Cuando llego a su apartamento paro la moto y subo hasta su piso ya que también tengo un apartamento en el edificio, loco ¿no? pero lo compre por las dudas, mentira, lo compre para tener a un infiltrado aquí también, pero al final no lo necesario.

Igualmente tengo lo necesario como ropa, armas, una computadora y algunos muebles. Abro la computadora he ingreso a las cámaras que están instaladas, veo que deja las botellas y deja dos copas en la mesada, juro que si un hombre se mete en su departamento entro y lo mato con mis propias manos.

Se baña y se coloca unas bragas y una remera demasiado grande para ella, ni siquiera un sostén se puso carajo. Escucho pasos en el pasillo tomo el arma y estoy dispuesto a interceptar al cabrón, cuando abre la puerta me detengo y doy marcha atrás al ver a la amiga de mi ángel yendo al apartamento - Mierda casi me mando una cagada-Me vuelvo a sentar frente a la pantalla y escucho a la amiga contarle toda su decepción amorosa. Ya cansado de esa mierda tomo el celular y me pongo a charlar con Fernando y de paso le pido que me traiga comida ya que hoy me quedare aquí. Por lo menos eso pensé, no sé en qué momento cambiaron su plan de chicas con el corazón roto a unas fiesteras rompe corazones ya que están enfundadas en unos vestidos de noche y se maquillan, hijas de puta van a salir y así vestidas- Hoy más de uno pierde la vida, maldición- Tiro todo del pequeño escritorio , saco el teléfono y marco a Fernando-

-Cambio de planes, ponte guapo hoy salimos y lleva dos hombres, no espera, cinco mejor-

- ¿Y dónde vamos? -

-Aún no lo sé, te aviso cuando llegue- Y le corto-

Aquí estoy, es una de las discos que lavamos dinero, Fernando está a mi lado bebiendo cerveza y yo con la mirada fija en mi ángel, ya he mandado a golpear a cuatro que han bailado con ella, cada vez que le hago una señal a mis hombres ellos arrastran a alguien afuera. Estoy perdiendo la paciencia no quiero asustarla, pero ella no me colabora bailando tan bien con ese vestido que marca cada curva de su cuerpo y sin contar que esta ebria, comienza a sonar otra canción y ella se dirige a la pista.

-Ya basta-Miro a Fernando- Encárgate de la amiga, que llegue bien hasta la casa de mi mujer y que no te recuerde en lo posible-

-Como digas - Dice y yo me encamino hasta la pista de baile le hago una señal a mis hombres para que saquen al imbécil que baila con mi mujer-

- Rómpanle los dedos - Digo y lo tomo del hombro se los lanzo a mis chicos para tomar su lugar. Y por la mierda que me cargo ella sigue bailando pegada a mí, la tomo de la cintura dejando su redondo trasero pegado a mi notable erección, bailo con ella como un masoquista, ya que no la quiero aquí, este lugar no es para ella.

-Te estas portando mal mi ángel, estoy enojado contigo, no deberías estar mostrando lo que es mío- La besé en el hueco de su cuello, la sentí temblar y un pequeño gemido se le escapó de los labios. La doy vuelta y la beso con un poco de brusquedad, pero ella vuelve a gemir - Hora de irnos- Ella se aferra a mi pecho está a punto de caer al piso, por lo que acabo de inyectar. La saco del club mis hombres esperan afuera algunas manchas de sangre se les nota en su ropa.

-Tráiganme el auto y llévense mi moto- Ellos asienten, camino hasta el auto con ella agarrada a mí, le di una droga muy suave y mañana no recordara nada o eso espero. La ciento en coche y rodeo para ocupar mi asiento, ya dentro intento colocarle el cinturón, pero ella me mira, me hace un puchero - Vas a matarme mujer- Ella se ríe-

-Quiero manejar - Ni lo sueñes-

-No- Digo seco -

-Entonces voy contigo-Se sienta en mi falda- Mi respiración se cortó, su trasero sobre mi miembro, sus manos en mi pecho voy a enloquecer-

-Atente a las consecuencias-Prendo el auto y comienzo a manejar por mis calles. Pero ella no piensa dejarme en paz, está desprendiendo mi camisa y pasa sus manos por mi torso - Para mí ángel o no poder controlarme -

- ¿No te gusto? - Detengo el auto y levanto su rostro con mi mano-

-Me encantas, pero estas borracha y drogada por culpa mía- Eso ultimo lo admito- No me aprovecharía de tu estado - Le doy un beso corto y prendo el auto, sigo mi camino-  

CRUEL INOCENCIA (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora