Solo opte por acostarme en la cama, no quería ver a Alex, no quería enfrentar lo estúpida que había sido. Cuando la música se apagó supe que ya estaba en la casa, cerré los ojos, todo era un engaño el pertenecía a la mafia, él era la mafia y si él ocupaba el lugar de Marcus eso significa que tiene el poder de toda la ciudad tal como lo tenía el. Y ahora entendía mejor las palabras de Micaela, ella lo sabía y trataba de advertirme.
Pero yo no podía ver nada tenía una venda en los ojos colocada por el mismo Alex, el me tenía en donde quería, tejió tan bien la telaraña que me atrapo con poco esfuerzo. Desde cuando él dijo que le pertenezco desde esa noche, pero no entiendo por qué no se acercó antes. Y una idea escalofriante se me pasa por la cabeza ¿Y si el utilizo a mi hermano para llegar a mí? ¿Y si todo estuvo planeado desde principio? No, esto no ¿O sí?
Ya no sabía que pensar, la idea de perderlo me dejaba un gusto amargo en la boca y un dolor en mi pecho insoportable. Trataba de contener las lágrimas, estaba enamorada de él y era una cobarde por no poder gritarle todo en la cara.
La puerta se abrió y me quede completamente quieta no podía enfrentarlo o no quería hacerlo, su mano paso por mi rostro y dejo un beso en mis labios. Solo sentí como se alejaba y la puerta del baño cerrarse. Unos minutos después se recostó a mi lado y quedo dormido se notaba el cansancio que cargaba.
A diferencia de Alex yo no pegue ojo en toda la noche incluso me levante antes de que el despertara y baje a la cocina. Solo me quede sentada ahí en la oscuridad sin saber que hacer exactamente, si le decía que ya estaba enterada de todo seguramente me enseraría en algunas de sus casas y no volvería a dejarme salir de ella, sin contar que debía decirle como me entere. El me lo había dicho no me dejaría alejarme de él, antes me enseraría, por supuesto que cuando me lo dijo yo no sabía que era un jefe de mafia y ahora todas esas palabras tenía otro significado para.
- ¿No tienes sueño? - Su voz se escuchó a mi espalda y mi cuerpo se tensó-
-No - Mi voz salió en un susurro-
- ¿Quieres que te ayude con eso?, puedo cansarte un poco- Su respiración en mi cuello no me dejaba pensar bien, su mano baja hasta mi muslo y me aleje como un rayo. Su rostro toma una cara completamente sorprendida -
-No gracias, con un baño estaré bien- Me alejé y subí al segundo piso sin mirar atrás-
Solo me metí en la habitación, tome ropa e ingrese al baño. Estuve mucho tiempo en él, no quería salir pero tampoco podría escapar de el en esta habitación, sabía que tras de la puerta me esperaba Alex- Vamos Angela solo debes respirar, solo respira- Sali tranquilamente y como lo esperaba Alex estaba sentado en la orilla de la cama de brazos cruzados esperando por mí.
-Se que esta enojada porque te deje sola todo el día de ayer pero tenía que ir a trabajar - Por mi cabeza paso todo tipo de trabajos que podía estar haciendo y trague duro solo de imaginármelo-
-No estoy enojada por eso- Trataba de parecer normal y me secaba el pelo para evitar mirarlo- Solo no entiendo por qué tú puedes ir a trabajar y yo ni siquiera puedo salir de aquí, si no es contigo- Seguía sin mirarle- Dime algo, ¿Estoy secuestrada o algo por el estilo? - Ni yo reconozco mi tranquilidad en este momento- ¿Que somos Alex? ¿Soy tu amiga?, ¿Tu novia? ¿O solo una vagina para ponerla? Me gustaría saberlo sabes- Su cara era un poema, abrió tanto los ojos como la boca y luego logre ver el enojo en su rostro-
-Eres mi mujer, ¿Qué parte no entiendes? - Listo estaba enojado-
-Pues más bien parezco un mueble o mejor dicho una muñeca- Suspire- No lo entiendo si ya pagaste la deuda de mi hermano porque no puedo salir o volver a trabajar, estoy harta de estar encerrada-
-Tu lugar es estar conmigo, si quieres salir solo dices donde y yo mismo te llevo y por trabajar no lo necesitas yo puedo darte todo lo que quieras- El adorno que estaba en la cómoda salió volando, no sé en qué momento, pero lo lance con rabia -
-Como dije un muñeca- Susurré lo suficientemente alto para que me escuchara-
- No es así- Terminé de peinarme y fui hasta mi mesa de luz para tomar la pastilla anticonceptiva como todas las mañanas, pero al abrir el cajón no estaban, no recordaba haberlas sacado del cajón pero no tenía tiempo para perder necesitaba alejarme de Alex lo antes posible o iba a empezar a escupir todo lo que sabia y como explicaba haberme enterado sin contarle que Ricardo estuvo aquí y principalmente que esta con vida -
-Claro- Dije saliendo de la habitación, sus pasos no tardaron en sentirse detrás de mí y luego su voz-
-Es por tu bien - Solo respondí con un aja - Tu hermano se ha metido con mucha gente del bajo mundo- Volví a contestar "aja", pero de un tirón Alex me acóralo contra la pared con más fuerza de la debida -No sé qué pasa contigo, pero estas extraña, habla. ¿Paso algo mientras no estaba aquí? - Mi garganta se secó -Habla- Su voz era amenazante a tal punto que sentí miedo y una lagrima corrió por mi rostro, lo que parece hacerle reaccionar y se aleja de mi-Lo siento es que cambiaste de la noche al día y sé que me ocultas algo-
-Estas perseguido, no te oculto nada, solo quiero volver a trabajar, ver a mi amiga y eso no implica que tengamos que terminar con lo nuestro, pero parece que no lo entiendes- Me alejé del, pero pude ver por el rabillo del ojo como golpeo la pared en donde hacía unos minutos estaba acorralada.
Luego de eso se metió en su oficina y no salió en toda la tarde y yo solo me dedique a cocinar y acomodar la casa. Lo que me preocupaba era no encontrar los anticonceptivos y ya había revisado toda la habitación. ¿Y si fue Alex? Baje y golpee antes de entrar él estaba sentado en un sofá con un vaso en las manos solo con verlo podía notar que ese vaso no era el primero.
- ¿En qué te puedo ayudar mi ángel? -
- ¿Alex has visto mis anticonceptivos?, no los encuentro por ningún lado- Una sonrisa surco su rostro mientras le daba un sorbo a su bebida-
-Las tire, he escuchado que esas porquerías perjudican la salud- Mi mandíbula casi toca el piso- Además eres mi mujer, no sería raro que tengamos un hijo- Agárrenme que lo mato-
-Tu- Lo señale con el dedo- No tenías ningún derecho de hacer eso, hablas de un hijo como una cosa ¿Te has vuelto loco o qué? Además que derecho tienes tu de decidir sobre mi cuerpo - Su expresión toma una intensa oscuridad que jamás he visto en él, retrocedo por instinto pero él es mucho más rápido y cuando siento chocar su cuerpo con el mío me siento como una liebre en las fases del lobo-
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CRUEL INOCENCIA (Libro 2)
RomantikAlex Silva a tomado el control de la mafia de chicago después de la muerte fingida de su amigo casi hermano Marcus, siempre se destacó por ser frio y controlador hasta el día que sus ojos se encontraron con la belleza de un ángel...