CAPITULO 41

2.4K 106 0
                                    

Abrí mis ojos aun húmedos, me encontraba en la habitación de Ricardo. Supongo que me desmaye, mi mejor amiga está muerta y yo estaba siendo cazada mi vida se va a pique en un momento. Pero mi cabeza solo podía pensar es si Alex tenía que ver con lo que le paso a Monica.

Me levanto de la cama, me dirijo al baño para remojarme la cara no puedo bajar los brazos ahora tengo que recuperarme. Salgo rumbo al comedor donde las voces parecen serias y constantes. Distingo una mesa y un pisaron en la sala que antes no estaban. Veo a Ricardo, Alejandro, Diego y al otro no lo recuerdo su nombre.

Parecen concentrados en lo que están haciendo y ninguno nota mi presencia, me apoyo en la pared sin esconderme esperando que noten mi presencia.

-No me importa cómo, debemos sacarla de Chicago - Ricardo habla -

-Estoy de acuerdo contigo, todos lo estamos, pero por ahora no es posible - El que habla es al que no conozco-

-Alexander tiene razon por ahora debe quedarse escondida, por su bien y el tuyo- Ahora se cómo se llama - Nosotros seguiremos vigilando sus movimientos mientras tanto - Fue Diego quien hablo -

-Y yo buscare al que se esconde en las sombras - Hablo Alejandro -

- ¿Y quién es el que se esconde en las sombras? - Los hombres se giraron cuando mi voz cruzo la sala-

- ¿Cómo te encuentras? - Dijo Ricardo - Deberías descansar-

-No lo hagas, no intentes tapar el sol con un dedo, no quiero vivir en la ignorancia, esto está pasando por mí, creo que eso me da el derecho para estar enterada de lo que pasa a mi alrededor. Así que mejor me ponen al día - Caminé al sillón verde que tanto odiaba y me senté mirando a cada uno de ellos con una ceja elevada, necesitaba explicaciones - Fue Diego quien hablo-

-Tienes razon en la mayoría de las cosas que dijiste menos en que esto está pasando por ti, en algún momento esto iba a suceder, tú no tienes la culpa de que Alex sea un enfermo psicópata. Solo debes agradecer que estos mosqueteros están para protegerla miladi - Cerró su discurso con una reverencia y me fue inevitable reírme y más aun cuando Ricardo lo saco sujetándolo de la chaqueta-

-Venias demasiado bien era inevitable que la cagaras - es el tal Alexander quien habla mientras sacudía la cabeza en negativa-

-Pequeña, solo estábamos hablando de lo que ya te conté- Se arrodilla en frente de mí y coloca sus manos en mis rodillas- Estamos viendo las opciones-

-Solo dime algo ¿Alex asesino a Monica? -

-No, pero tenemos la certeza que está involucrado de cierta manera- Suspire con alivio, si hubiera sido el no podría evitar odiarlo y no quería llegar a eso -

-Explícame Ricardo - Él se levantó y fue a tomar algo de una mesa. Al llegar a mí me mostro mi teléfono - Monica te dejo un mensaje de voz- Tome el teléfono de su mano y marqué al buzón, puse el altavoz y pronto la voz llorosa de mi amiga se hizo un eco en toda la habitación.

Amiga lo siento, lo siento mucho (parecía estar corriendo, había muchos ruidos al rededor) él va por ti y por ese chico que sales (ella grito) ¡¡no por favor no diré nada!! (gritos y ruidos se escucharon, luego silencio y un disparo, pasos alejándose. Todavía se podía escuchar su respiración agonizante) Tu lo dijiste ... arrogante ...insolente... creído... niño ... (su voz se perdió en esa última palabra)

-Niño rico- Dije llorando y temblando al mismo tiempo, no me preguntaron enseguida, pero podían calcular que yo sabía algo que ellos no, a pesar de eso esperaron a que me calmara, un vaso de agua y un pañuelo aparecieron frente a mí de distintas posiciones mientras Ricardo no me soltaba de su agarre. Entre hipos y lágrimas aclaré sus dudas - Oscar Pintos - más hipos me atacaron - Así fue como lo describí el día que lo conocí, arrogante, insolente, creído, niño rico- Me escondí en el pecho de Ricardo-

- Eso tendría sentido - Alejandro hablaba con los chicos- Su padre tiene mucho poder y se rumorea que algunos de sus negocios están metidos en el lavado de dinero, no sería extraño que Alex fuera una piedra en su camino-

- Pero si hubiera querido lastimar a Angela tuvo oportunidad- Analizo Diego- Tal vez busca algo más de ella - Pude sentir como Ricardo se tensaba-

-Eso se veía el día del restaurante, se notaba que ella le gusta - Dijo Alejandro, ahora fui yo quien se tensó y me sujeté con más fuerza a mi ancla -

-Pues se queda con las ganas, ya sabemos quién es que trabaja en las sombras, pónganse en marcha Angela tiene que descansar- Ricardo me cargo en sus brazos y me llevo a su habitación- Tranquila pequeña no dejare que se te acerquen-

-Acosta de ¿De tu vida o la de tus amigos? No quiero más sangre no podría soportar verte herido por mi culpa nuevamente-

-Nada va a pasarme - Sus labios se unieron con los míos con ternura- Apenas tengamos una oportunidad nos largamos - Una caricia roso por mi mejilla - Te lo prometo, no permitiré que estos dos mafiosos de cuarta te posicionen en medio de su guerra -

Sus palabras me traían calma en este momento y mi cabeza dejaba de trabajar a mil como hace unos momentos. Los recuerdos de la última vez que vi a Monica llegaron a mi mente ¿Por qué no me lo dijo, que era tan terrible? Pero luego recuerdo las marcas que tenía y podía entenderla yo también lo viví ese miedo que te paraliza te deja indefensa ante todo y todos.

Yo era la menos indicada para juzgarla y ahora estaba muerta ya no poder reclamarle, tonta si solo me hubiera pedido ayuda yo hubiera hablado con Ricardo para esconderla tonta, mil veces tonta, mi llanto vuelve a resurgir.

-Llora lo que tengas que llorar saca todo ese dolor -Y así lo hice llore por Monica por mí y toda la mierda que me ha pasado-

Saque todo lo que tenía en mi interior por horas mientras Ricardo acariciaba mi cabello con suavidad como diciendo que él estaba para mí, luego caí en un profundo sueño.

CRUEL INOCENCIA (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora