CAPITULO 40

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Angela

Despierto en un completo desconcierto, siento el brazo rodear mi cintura y los recuerdos de la noche me azotan, sonrió con un poco de avergonzada ya que recuerdo todo. Diablos no voy a arrepentirme de nada ¿Pero y él? Se podía decir que casi lo violo, fui yo que se lanzó a él y el solo trataba de respetarme. Al diablo lo pasamos genial y no voy a arrepentirme. Ahora que lo pienso me he convertido en una delincuente primero secuestro a Alex y ahora viole a Ricardo.

Siento como su mano hace un poco de presión en mi cadera y las imágenes de los dos enredados en el baño corren por cerebro pervertido y me encanta. Me doy la vuelta como si estuviera dormida aun y me acomodo sobre su pecho. Debería sentirme mal, pero en vez de eso me siento completa, carajo me siento genial.

No sé qué es lo que estoy haciendo, pero me niego a separarme de el en este momento y luego me doy cuenta de todo.

Me aferre a Alex sabiendo que él me iba a destruir tarde o temprano y pase por alto mis propios sentimientos que estaban creciendo por otro hombre ¿Cómo no lo vi venir? Si en estos últimos días pensaba solo en él. ¿Pero y él? Sus palabras en mi oído anoche eran dulces y posesivas no le hablaba a una amiga lo hacía a una mujer.

Siento como se remueve y mi corazón comienza a latir con fuerza así que decido hablar aun sujeta a él y con los ojos serrados.

-Buenos días o tardes no lo sé-

-Yo ... yo - Ha beses me pregunto como un hombre como él puede ponerse tan nervioso con alguien como yo, Dios el tipo es un ex mafioso de alta cuna y yo un insecto más en la ciudad- Lo siento no quise aprovecharme- Abro los ojos de golpe y comienzo a reírme, me subo arriba de el en específico en su miembro-

- ¿Estas de broma? - Vuelvo a reír- Si prácticamente yo fui quien te violé -

- ¿Recuerdas todo? - Asiento y me acerco un poco a su rostro -

-Todo completito- digo susurrando y besándolo al final – Nunca pensé que fueras tan difícil de conquistar, mira que usé los trucos más sucios que se me ocurrieron-

- Angela deja de refregarte con mi amigo si no quieres que te folle ahora mismo- Un gemido se escapó de mis labios y presione con más fuerza-

- Hay que miedo-

-Te lo advertí -

Me tiro en la cama con salvajismo, mientras se acomodaba entre mis piernas sujetaba mis muñecas con una sola mano sobre mi cabeza sin lastimarme. Entro en mí de una sola estocada y me arquee por la sorpresa, pero qué manera de llevarme al paraíso.

-Hoy no me voy a contener - Sus palabras me prendían fuego y mi intimidad comenzaba a palpitar-

-No te contengas - dije entre gemidos-

Lo sentía tan profundo que no podía contener los orgasmos y gritos. Si esto no era el paraíso no sé lo que era. Me sujeto de las caderas y me voltio, subió mi trasero para volver a penetrarme, pero esta vez por mi culo, fue más suave y cuidadoso mientras yo quería que entrara en mí de una vez, sus dedos jugaban con mi clítoris amenazando otro orgasmo.

-Dios Ricardo, por favor -

-Tranquila pequeña - explote en un orgasmo y el aprovecho para hundirse en mi fuerte duro -

Termine exhausta después de un rato ahora entendía mejor por qué dijo que esta vez no se controlaría. Otra vez me encontraba sobre su pecho cómodamente, mientras el miraba a la nada esperaba que no se arrepintiera de esto, porque yo no lo hacía.

- ¿Cómo quedamos ahora? ¿Somos amigos, amantes? - Su voz sonaba seria - No te compartiré, si decides seguir con esto serás mía, no Alex-

Levante la cabeza sorprendida- Pensé que me conocías, tu realmente ¿Cres que después de anoche yo volvería con él? -

-No, no lo creo en realidad, pero estoy un poco cobreado con la situación - Acerca su rostro al mío- Ya no lo dejare acercarse a ti -

- Yo no lo quiero cerca de mí, pero lo aremos sin ponernos en peligro ok - Intento hablar, pero lo calle con un beso - Y ahora aliméntame muero de hambre -

-Conozco muchas formas de alimentarte pequeña- Dijo con picardía -

-No lo pongo en duda, pero enserio necesito comida- Me levante sin ningún pudor y me coloque una de sus camisas mientras el seguía cada movimiento que hacía con deseo en su mirada. De repente un mareo me tomo de improviso, Ricardo fue rápido en acercarse a mí y sujetarme.

- ¿Qué sucede, estas bien? - La preocupación era evidente en su voz-

-Estoy bien, creo que es efecto de lo que sea que me dio Alex anoche- El me sostuvo y me sentó en la cama-

-Bien pediré comida si no lo recuerdas ya no vivo aquí y no debe haber nada para comer - Se coloco unos pantalones deportivos y me coloco una de sus camisas -No hagas movimientos bruscos, vamos a la sala-

Salimos de la mano, él recogió su celular del comedor, su mirada se oscureció mientras leía algo en él, ¡Cada vez parecía más enfadado su mandíbula estaba apretada nada bueno estaba sucediendo y sabía cuál era el nombre del problema! Alex El tecleo algo rápido y llamo a una casa de comidas y pidió medio restauran! No sabía si hablar o no, pero no tardo en fijar su mirada en la mía cuando corto.

-Sabíamos que esto iba a suceder, solo no quiero que te alarmes ok- Creo que hasta el hambre se me fue-

-Solo dilo - El suspiro y se sentó frente a mi -

-Alex te dio orden de captura- Levante una sega sin entender que quería decir- Está dando vuelta la cuidad, todos los aeropuertos, terminales de ómnibus y carreteras están siendo vigiladas. Tu departamento ha sido destrozado igual que tu oficina en el hospital - Cerré mis ojos, no era posible - Angela puso a rastreadores para encontrarte tiene a todo Chicago de cabeza.

- ¿Rastreadores? - Pregunte un poco ingenua- ¿Perros? -Ricardo negó con la cabeza-

-Los rastreadores mayor mente son sicarios, asesinos en algunos casos pueden ser mercenarios, tu foto está en sus listas. Alex puso una buena cantidad de dinero para el que te lleve con el -

-Tengo que pararlo, hablar con él, no se- Me levante como un resorte - Mi familia ... Monica - Él se acercó a mí y me abrasó-

-Tu familia está fuera de su alcance, pero - Un silencio se instaló entre nosotros -

- Pero ¿qué? - silencio- Dímelo- Tome su rostro en mis manos -

-Monica ... está muerta su cuerpo apareció hoy en la mañana - Mis piernas flaquearon y si no fuera por los brazos de Ricardo hubiera golpeado el piso. Las lágrimas caían de mis ojos sin cesar.

Mi amiga muerta ¿Cómo? ¿Por qué? No supe más nada la oscuridad me llevo en sus brazos.

CRUEL INOCENCIA (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora