CAPITULO 37

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Después de terminar de cenar no dude en conducir a un hotel, que diablos necesitaba tenerla, realmente me costaba horrores dejarle tanta libertad, aunque admitía que tenía algún otro infiltrado dentro del hospital no era suficiente para mí. Muchos de los que tenía a su alrededor se habían negado a seguir vigilándola y tenía la sospecha que su amigo el misterioso estaba detrás de eso.

Ese era el otro tema que me tenía inquieto " su amiguito", no podía averiguar nada sobre él, el muy cabrón cubría cada huella que dejaba más rápido de lo que mi gente podía descubrir. Fernando esta con los nervios de punta por este hecho, habíamos tenido varios sabotajes en los embarques y el apostaba que él era quien estaba detrás de ello. Por alguna razon yo no estaba completamente convencido de ese hecho, no lo conocía, pero esa vez que hablo conmigo no parecía tener otra intención de que no lastimara a Angela.

Todo se estaba volviendo turbio, tenía esa sensación de tener que cuidarme las espaldas constantemente. Había estado en comunicación a escondidas con Marcus ya que el aparte de ser mi amigo era un buen consejero en estos temas y digo a escondidas porque si Tamara se enteraba que él se involucraba en mis negocios de alguna manera era probable que lo capara sin remordimiento.

Las palabras de Marcus eran claras " Confía en tu instinto si creas que algo marcha mal así es" "No confíes en nadie o por lo menos no en su totalidad deja una ventana abierta para la desconfianza " Y eso era lo que estaba haciendo.

Entramos directamente a un garaje privado que conducía a una habitación de lujo, dentro de ella nos esperaba una cama grande con sabanas de ceda, en una mesita en el centro una botella de vino con dos copas tenía algo planeado para esta noche y esperaba no arrepentirme de lo que pensaba hacer. Fernando me convenció que era lo correcto para lograr saber la identidad del amigo misterioso, pero yo aun tenía dudas.

Solo al verla se me hacía agua la boca, ella tenía esa aura de inocencia que me llamaba como un imán, me acerque por detrás y bese su cuello, ella me dio más aseso a él corriendo su cabello hacia un costado. Un gemido salió de sus labios me necesitaba como yo a ella.

-Déjame darme un baño- Me pidió dándose la vuelta, asentí y le señalé la puerta -

Mientras ella entraba al baño yo me sacaba la camisa y los zapatos quedando solo con un jean puesto, destape la botella de vino y serví dos copas. Cuando sentí el agua de la lluvia artificial saqué el pequeño frasquito del bolsillo del pantalón el GHB también conocido como éxtasis líquido en dosis bajas relaja a la persona, la hace sentir afectuosa y juguetona, aumenta el deseo sexual y lo que más me interesa es que logra hacerlos hablar de más, necesitaba saber con urgencia quien era ese amigo y no veía otra opción que esta.

Coloqué el pico del envase en el borde de la copa, solo era necesario unas pocas gotas, pero cuando sentí su voz llamarme se volcó casi todo el contenido en ella maldecí internamente y rápidamente metí el frasco dentro del bolsillo de mi pantalón.

-He Alex el agua está congelada- Me di vuelta para mirarla - ¿Qué haces? -

-Nada, solo servía vino. Déjame que llame a ver qué pasa-

Camine a donde estaba el teléfono y converse con un gerente, mientras él me explicaba que solo dejara correr el agua unos minutos no me percate que Angela estaba bebiendo de la copa y creo que palidecí porque ella me miraba interrogativa.

- ¿Qué fue lo que te dijo? -

-No tomes eso - Las palabras salieron solas de mi boca dejándola un poco desconcertada, camine hasta ella sacándole la copa de la mano para observar que cantidad había bebido, más de media copa. Solo la tome y arroje lo que quedaba en el inodoro -

- Pero... ¿Qué es lo que te pasa? - Me dijo parada en la puerta del baño-

-Nada no es el vino que pedí- Ella se cruzó de brazos, presentía que no me creía nada y no era para menos-

-Ok, no voy a preguntar - Levanto las manos en señal de rendición- ¿Y del agua? -

-Solo déjale correr y saldrá caliente - Salí del baño y tomé mi teléfono que estaba vibrando, el nombre de mi segundo apareció en la pantalla atendí mientras miraba la puerta del baño-

-¡¡¡¡ Tenemos problemas!!! La policía está aquí con una orden de allanamiento- ¿Que más podía salir mal ¿- ¡¡ Te necesito aquí ya !!-

-No puedo dejarla ahora - susurre -

-Pues tú decides, pero si no vienes esto se puede ir a la mierda en un segundo- Maldición -

-Voy para allá- Corte la llamada. -

Mientras Angela se bañaba llame a dos de mis guardias y deje ordenes específicas de que no la dejaran salir de la habitación hasta que volviera, la droga empezaría a hacer efecto en cualquier momento.

-Angela tengo una emergencia tengo que salir, quédate aquí. Volveré lo antes posible- Ella salió del baño envuelta en una toalla-

-Estás loco me dejaras aquí, no yo me voy - Podía notar que sus mejillas estaban comenzando a enrojecer-

-No tú te quedas, deje dos guardias en la puerta, volveré pronto- La tome de la parte trasera del cuello y la bese. No espere que ella gimiera con tanta sensualidad dejándome tan duro como una piedra. - Volveré lo antes posible- Me separé con pesar y salí trancando con llave la puerta.

Llegue a la mansión echo una furia. En la entrada dos patrullas intentaban ingresar por los portones detuve el auto y bajé con una tranquilidad que realmente no poseía en ese momento.

-Buenas noches caballeros ¿Podrían explicarme que sucede aquí? Soy el propietario- Me posicione frente al único que no tenía uniforme calculando que era el jefe de la manada de idiotas-

-Buenas noches tenemos una orden para registrar la propiedad- Tomo el papel que me extiende-

Solo deme un minuto - Tomo mi teléfono y llamo al fiscal general para informarle la situación, mientras los oficiales me miran sorprendidos. Después de unas cuantas palabras más y un millón de disculpas termino la conversación. Al segundo el teléfono del que se encuentra a cargo suena mientras yo lo miro arrogantemente, no es para menos le pago muy bien al fiscal general para evitar a estos idiotas.

- Lo lamento hemos cometido un error- Yo solo asiento y sonrió, mientras tanto su mandíbula está a puto de dislocarse por la presión que ejerce. -

-Tratemos de que la próxima vez sean más cuidadosos- Se retiraron sin decir ni una palabra más-

Fernando que se encontraba detrás de mí, también poseía una sonrisa arrogante.

-Hablaremos cuando vuelva, mientras tanto averigua quien fue el que planeo esto- Solo dio un ok y se retiró dentro de la mansión. -

Conducir nuevamente hasta el hotel era mi único objetivo en este momento, llegue en tiempo récord y calculaba algunas multas de tránsito para el futuro. Sin vacilar subí las escaleras encontrando mis guardias inconscientes en el piso. Tome una de sus armas ya que no cargaba ningún tipo de pistola cuando estaba con Angela sabía que no le gustaban.

La puerta había sido abierta a patadas las marcas estaban presentes en ella, entre a la habitación con el corazón latiéndome a mil. Vacía camine y revise el baño y estaba igual. Camine y patee a los guardias apenas racionaron yo ya los estaba golpeando nuevamente - ¡¿Dónde está mi mujer?! - Mi furia estaba fuera de control -

-No lo sé jefe un hombre solo apareció y no tuvimos tiempo de reaccionar ...- comencé a golpearlo sin piedad mientras el otro hombre solo escapaba. -

CRUEL INOCENCIA (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora