CAPITULO 19

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Angela

Otra semana ha pasado, las cosas entre Alex y yo están bien sin peleas y sin sus ataques de posesividades marchamos bien. No hemos tocado el tema de los hermanos Ortegas algo que agradezco infinitamente. Estamos en una rutina de luna de miel, en las mañanas desayunamos juntos luego él se encierra en la oficina a trabajar y yo aprovecho para cocinar y poner la cabaña en orden, Alex quería traer gente para esas cosas, pero me negué es una forma de mantenerme entretenida mientras él trabaja. Después de almorzar el vuelve al trabajo y yo simplemente me tomo mi tiempo para leer artículos de medicina por internet y bueno en la noche parecemos conejos.

Mi móvil comienza a sonar distrayéndome de mi lectura, una sonrisa tonta se dibuja en mi cara al ver el nombre de quien me llama, lo tomo rápidamente y contesto.

-Hola - Un largo suspiro se escucha del otro largo del micrófono-

- ¿Estas bien verdad? - Su pregunta me desconcierta, parece estar nerviosa-

-Si, ¿Por qué preguntas? ¿Y tú? - Otro largo suspiro se hollé-

-Si, si estoy bien un poco embarazada- Un chillido se me escapa -

- ¿Embarazada? ¡¡Felicidades!! Max no ha perdido el tiempo- Ella solo gruñe-

-Es horrible, nauseas todo el día, mareos y voy a engordar ...-

-Micaela, puedes calmarte, es normal sentirse un poco asfixiada con un cambio como ese, pero dime ¿Como se lo tomo Max? -

-Bien - Hum muy corta respuesta a Micaela que le gusta exagerar un poco las cosas-

-No se lo has dicho ¿verdad? - Fue una afirmación más que una pregunta-

-Uf, es complicado. La realidad es que Max y yo habíamos decidido que por ahora no queríamos hijos y yo me cuidaba, pero no sé qué paso. La ginecóloga me dijo que ningún método anticonceptivo es cien por ciento seguro, pero tengo miedo de como se lo puede tomar- Toma aire y prosigue sé que necesita sacar todo lo que lleva dentro - ¿Y si no quiere que lo tengamos? ¿Y si decide dejarme? ¿Y si me pongo gorda y fea? ¿Y me abandona? y sí ...-

-Stop, por dios Mica ese hombre te ama - Le hablo con una voz dulce - Deja de dudar y disfruta ¡Vas a ser mama! -

-Mama - repite -¡¡Voy a ser mama!!- Solo puedo soltar una carcajada, parece que recién se diera cuenta- Tenes razón, hoy se lo diré y si no le gusta que se valla a la mierda- Pero si yo no dije nada- Pero yo no te llame para esto ¿Explícame cómo es posible que una chica buena como tu este con un hombre como Alex? - Me quedo boqueando como pescado fuera del agua ¿Cómo rayos lo sabe?- Estoy esperando-

- ¿Pero ¿cómo lo sabes? -

-Mi querida Angela, tú y yo tenemos un secretito recuerdas, bueno resulta que tu chico a estada indagando en ello ¿Tú me entiendes verdad? - Su voz suena muy baja - Y pues, como sabes soy curiosa y cuando Alex llamo a Max para indagar él le dijo que tú eras su mujer-

- ¿Max no sabe nada verdad? - Ahora era yo quien susurraba y miraba para todos lados como una ladrona -

-Por supuesto que no, pero si Alex indaga más a fondo tú y yo estamos en problemas entiendes. Alex tiene los medios para averiguar la verdad- Un suspiro se escapa de mis labios -

-Lo sé, mi hermano se metió en problemas y el soluciono todo. Se que con todo el dinero que posee no le debe ser difícil investigar, pero realmente cubrí bien mis huellas, no existe posibilidad que desentierren al muerto -

-Eso espero, el dinero lo tiene, pero tiene contactos muy poderosos, no te dejes engañar él es muy listo no quiero que resultes lastima, Alex puede ser un zorro muy astuto prométeme que estarás muy atenta y no dudes en llamarme si me necesitas- Sus palabras estaban cargadas de seriedad, algo que no era común en Mica -

- Te lo prometo y tranquila tendré mucho cuidado-

Seguimos conversando por casi una hora más, de cosa sobre su bebe ya teníamos nombres y especulábamos sobre el sexo. Nos despedimos cuando Max llego y Alex no tardo en aparecer por la puerta de la cabaña mostrando una sonrisa moja bragas que tanto me gustaba - Pero en ese momento las palabras de Micaela hicieron eco en mi cabeza -Alex puede ser un zorro muy astuto - y podía afirmar que lo era ya que por alguna razón estuvo averiguando a mis espaldas sobre esa maldita noche -

- ¿Con quién hablabas?, Te vi desde la ventana de la oficina con el móvil- Su lado controlador no podía contenerse en preguntar-

-Con quien más, Mónica estaba en su hora de descanso y me puso al día de todo el cotilleo en el hospital- Él se acerca hasta la reposera en la que estoy sentada y deja cortos besos en mi rostro - ¿Y tú ya terminaste tu trabajo? - Él no me contesta y me como la boca salvajemente, me levanta de un solo movimiento haciendo que yo rodee sus caderas con mis piernas.

Me lleva en la misma posición dentro de la cabaña y me sienta en la mesada de la cocina, sus besos bajan a mi cuello, hombro hasta terminar en mis senos. Mis gemidos no tardan en oírse, mientras el mete la mano por debajo de mi vestido arrancándome la ropa interior con brusquedad, sin previo aviso me penetra de igual manera. Sus dientes daban mordidas por todo mi cuerpo y aunque algunas llegaban a ser dolorosas estaba tan sumergida en una niebla de excitación que no me importaba.

Después de unos orgasmos que me dejaron completamente sin fuerzas él se encargó de llevarme hasta la habitación y sacarme los retazos de vestido que quedaban en mis caderas. Me acurruco en la cama con sábanas y una fina cobija y cuando termino me dio un tierno beso en los labios.

-Lo siento fui un poco brusco- Acaricia mi rostro- Es que me nublo por completo cuando estoy dentro de ti-

-No me he quejado, pero dime porque fue eso tan repentino- Su mirada se desvía a un punto invisible en la habitación, pero lo tomo del rostro y me siento en la cama dejando caer lo que cubría mis pechos dejándolos a su vista y sé que le gusta verlos ya que su mirada quedan como idiotizado en ellos y su lengua pasa por sus labios.

-Cuando te vi hablando por el móvil, se me cruzo por la cabeza que podrías estar hablando con -hace silencio y yo tomo una de sus manos y la pongo sobre mi pecho, algo que él no rechaza y comienza a masajearlo - ese doctorcito-

-Ya veo - Me subo encima de el- Y querías marcar territorio - Me meneo sobre su miembro -

-No puedo evitarlo- Abro su pantalón y saco su miembro que esta duro y listo para mi- Solo de pensar que otro hombre te desea - Me siento sobre el haciendo que entre completamente en mi- Me vuelve loco- Coloca sus manos sobre mis caderas dándome el ritmo para montarlo a su ritmo- No te dejare abandonarme - En un movimiento rápido ahora es el quien está sobre mi - No me entereza si debó encerarte para ello-

Parecía ser muy sincero en sus palabras ¿Seria capas? Pero lo que no sabía, si la que era capaz de dejarlo era yo, pues mis sentimientos por este hombre estaban creciendo a tal velocidad que ya no sabía si aún me pertenecía o él ya era completamente mi dueño como me lo hacía saber cada día.

Después de una larga noche recordé tomar anticonceptivos, notaba el ceño fruncido de Alex al verme ingerirla y me dio gracia, pareciera que no sabe que soy médica y siempre estoy resguardada por cualquier accidente. 

CRUEL INOCENCIA (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora