Otra noche de maratón sexual intensa, lo bueno de esto es que aprendo cada vez mas de Alex, ya era claro lo posesivo que es, pero no sabía de su necesidad de que posee de demostrar que algo o alguien en mi caso le pertenece.
Aunque no he estudiado psicología puedo decir claramente que tiene un miedo al abandono intenso, parece ser un trauma causado tal vez por sus padres.
Me desperezo entre las sábanas, escucho como el agua corre en el baño y después de unos minutos mi hombre sale con una toalla envuelta en la cintura, una risa pervertida se forma en mis labios. Cuando él lo nota se acerca a mi como el depredador que es y se lanza sobre mí, las risas de los dos se escuchan por toda la cabaña.
-No me mires así - Coloca su cabeza en el hueco de mi pecho, puedo sentir las vibraciones de su pecho en todo mi cuerpo -
- ¿Como? - El levanta la cabeza para mirarme con una hermosa sonrisa y yo hago un puchero lo más inocente -
-Precisamente así- Su boca devora la mía con tanta necesidad que se me hace imposible no sentir todo mi cuerpo arder por el -
-Alex - Mi voz se tornó una súplica cuando una de sus manos apretó mi pecho, pero con la respiración agitada se separó dejándome completamente desconcertada -
-Te prometo que cuando vuelva te daré lo que tu cuerpo me pida- Camino dentro del armario -
- ¿Cuándo vuelvas? ¿Te vas? Voy contigo - Me senté en la cama esperando que saliera, pero en cambio solo recibí un respuesta cortante-
-No- silencio- Tengo negocios que solucionar, tú te quedas- Era sorprendente como podía cambiar de humor tan rápido, ya no era el hombre que se reía conmigo hace apenas unos minutos, ahora estaba serio y pensativo-
-No tengo que ir contigo solo debes dejarme en mi apartamento o simplemente en la ciudad. ¿Qué esperas que haga sola aquí todo el día? -
-Dije no, ya encontraras algo. Algunos guardias de seguridad estarán a los rededores para cuidarte, si necesitas algo solo les dices - Se acerca para darme un beso, pero doy vuelta la cabeza y el suspira- Ah y por cierto tienen órdenes de no dejarte salir así que no lo intentes - Mi sorpresa fue instantánea lo mire con el ceño fruncido- Es por tu seguridad, volveré antes de la noche - No tuve posibilidad de reprochar nada ya que él ya estaba saliendo de la habitación.
-Alex- Grite y tire el almohadón por algún lado de la habitación. Odiaba sentirme como una prisionera, como niña caprichosa me tape con las sábanas y patalee de frustración.
Después de un buen rato, me levante de la cama para darme una larga ducha. Baje y me prepare un desayuno casi decente, el silencio en la cabaña me estaba matando lo único que se escuchaba eran mis resoplidos así que me acerque a un equipo de audio que a mi parecer era imponente de grande y sincronice mi celular.
Unos minutos después Amigos con derechos de Maluma resonaba a todo volumen por toda la cabaña y calculo que, por el bosque cercano también, Mónica adoraría esta máquina.
No sé en qué momento tenia a dos gorilas apuntándome con armas a unos metros de mí, levante los brazos automáticamente olvidando que tenía los platos recién lavados en las manos, pero gracias al alto volumen de la música no se holló el estruendo de los pedazos desparramarse por el suelo. Uno de ellos se acercó a mi celular y bajo el volumen mientras el otro inspeccionaba la cocina con la mirada como buscando algo o a alguien.
- ¿Se encuentra bien? -Yo si genial, si no fuera por dos gorilas con armas en mi cocina, pensé- ¿Señora? - Salgo de mi espanto para contestar-
-Perfectamente-
-Puede bajar los brazos - Dice el otro divertido, no me había dado cuenta de que aun tenia los brazos levantados-
-Claro, cuando ustedes dejen de apuntarme - Ellos se miran y luego a mí, guardan las armas sin dejar de evaluar la zona-
-Disculpe pensamos que podía tener algún problema, por el volumen de la música. Somos su seguridad - Hace un asentamiento con la cabeza y se retira-
-Genial - Digo irónica, miro los platos hechos añicos en el piso -
Puse nuevamente la música, esta vez a un volumen más coherente y me dedique a limpiar el desastre que forme en la cocina. Pasé la tarde con música y tratando de no desesperarme por el aburrimiento, llame a Mónica que hoy estaba de día libre y conseguí despejarme un poco. Horas después estaba desparramada en el sofá pensando que hacer, así que me decidí por un baño en ese jacuzzi que me llamaba. Tomé todos los frascos que encontré y vertí un poco de cada uno en el agua mientras se llenaba, esto podía salir muy bien o muy mal. Pero quien podía culparme yo no sabía que era un jacuzzi antes de Alex y mucho menos como prepararlo.
Mientras me desvestía la música seguía sonando en el primer piso, cuando solo me quedaba la ropa interior una mano grande tapo mi boca ahogando el grito que quería salir de mi garganta, su otra mano rodeo mi cadera sujetándome con fuerza. Mis piernas perdieron fuerza cuando mire el gran espejo frente a mí.
Un hombre vestido completamente de negro incluyendo unos pasamontañas, era quien me sujetaba. Su mirada fue hasta el vidrio también, podía leer una disculpa en sus ojos, esos ojos yo los conocía, mi cuerpo dejo toda la tensión que cargaba segundos antes y nos quedamos mirando uno al otro como si estuviéramos hipnotizados-
-Tranquila pequeña soy yo- Saco su mano de mi boca sin soltarme de las caderas. Se saco la capucha, el pasamontaña y yo no entendía que estaba pasando-Pequeña mírame soy yo- Las palabras no querían salir de mi boca, el me dio la vuelta dejándome frente a el -
-Pero... ¿Qué haces aquí? - Las palabras salían de mi boca con mucho esfuerzo-
-Asegurándome de que estés bien ¿Lo estas? - Solo asentí-
-Viniste hasta aquí, me diste el susto de mi vida, ¿Y solo para preguntarme si estoy bien? - Una fila de dientes blancos aparece en su rostro - ¿Te volviste loco? Sabes que no te puedes exponer así-
-Tenía que asegurarme que estuvieras bien, desapareciste de un momento para otro, dejaste tu apartamento, te tomaste vacaciones y cuando me avisaron que estabas en el hospital te vi con el segundo de Marcus casi te saco de ahí a la fuerza, ¿Podrías explicarme que está pasando? - Pero mi mente quedo en sus palabras -
- ¿El segundo de Marcus? ¿De qué hablas? Alex era solo un amigo- Su mirada se oscurece -
-Pequeña no sabes donde está metida, Alex es el que tomo el control de Chicago cuando Marcus supuestamente murió -
- ¿Supuestamente? No, no puede ser... el me mintió – Sus brazos me envuelven- Soy una tonta-
Unas luces se reflejan en la ventana, un auto estaba llegando - Dios es Alex, debes irte -
-No me voy sin ti- Tome la ropa que me había sacado y me vestí- Estas en la boca del lobo, pequeña debo sacarte-
-No, debes irte ahora yo te buscare en unos días- Él se toma el pelo con frustración- Tranquilo el no sabe que yo se estaré a salvo-
- Si no vienes a buscarme, vendré por ti- Me da un abrazo y yo lo tomo del brazo para detenerlo-
-Cuídate Ricardo-Lo suelto para que pueda irse -
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CRUEL INOCENCIA (Libro 2)
RomanceAlex Silva a tomado el control de la mafia de chicago después de la muerte fingida de su amigo casi hermano Marcus, siempre se destacó por ser frio y controlador hasta el día que sus ojos se encontraron con la belleza de un ángel...