CAPITULO 12

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Angela

Cuando Alex me pregunto si quería parar, no estaba segura de ello. Mi cuerpo ardía bajo su tacto, sus besos me excitaban de tal manera que parecía que iba a tener un orgasmo en cualquier momento y fue lo que me empujo a ser yo quien lo besara con urgencia, algo que el no rechazo de un momento a otro la parte de arriba de mi bañador se desprendió de mi cuerpo, dejando mis pechos pegados a su torso. Sus besos bajaron a mi cuello y luego a mis senos, chupaba y lambia con tanto descaro que no podía dejar de gemir, ni siquiera me preocupaba si alguien pudiese vernos, la excitación se había apoderado de mí y ya no pensaba en más nada que no fuera que me tomara.

Se comenzó a mover hasta la orilla sin dejar de besar mis pechos, cuando mi espalda choco con el borde una de sus manos se introdujo en mi biquini y su dedos entraron en mí, fue tan repentino que me arquee la espalda.

-Dios, Alex- Mi respiración estaba tan agitada, mi voz llamo su atención y su mirada quedo en la mía, mientras sus dedos entran y salen de mi con una brusquedad que me encanta.

-Te hare mía mi ángel- Sus dedos salen de mi para ser remplazado por su miembro de una sola estocada me deja tan llena que gimo de placer, sus movimientos son salvajes pero se sienten tan bien que aprieto mis piernas en su caderas tratando de sentirlo más aun - Mia solo mía- Esas palabras me existan más aun – Dilo, siempre había pensado que era degradante pedirle a una mujer que dijera esas palabras , pero hoy no pensaba lo mismo.

-Tuya- Y mi orgasmo explota sobre su miembro, dos estocadas más y él también se derrama en mi interior -

Me quedo abrazada a él sin moverme por dos razones, estoy un poco avergonzada y dos su miembro sigue dentro de mi aun bien despierto.

-Sujétate fuerte - Me dice con voz ronca y le hago caso. El sale de la piscina por la pequeña escalera y camina conmigo en posición de koala aun hasta dentro de la habitación. Suelto un grito cuando caemos en la cama yo arriba de él, levanto mi cabeza para verlo y me rio divertida por la situación-

-No sé si te das cuenta de que aun estas dentro de mi -El aprieta mis caderas -

-No pienso salir de ti mi ángel no aun- Cierro los ojos cuando lo siento su miembro palpitar dentro e inconscientemente comienzo a menearme sobre él. El entre cierra los ojos y gime al igual que yo por el placer que esto nos causa. En un movimiento rápido me baja y me pone sobre la cama dejándome de espaldas, levanta mi trasero y me penetra nuevamente - Hermosa- Se hunde en mi nuevamente- Mia - Otra estocada profunda, dilo-

-Solo tuya- Su posesividad me excitaba de sobremanera por alguna razón que no entendía bien, dijo muchas cosas en todo el acto, pero yo no escuchaba más nada.

La noche estaba cayendo y yo me encontraba desnuda en una cama, con un hombre que no conocía, el me sujetaba de las caderas como si tuviera miedo de que saliera corriendo, pero la verdad era que no lo haría me había encantado estar en sus brazos y realmente no me arrepentía de nada. Con un beso en mi hombro desnudo me saca de mi pelea mental.

-Voy a pedir comida mi ángel, no hemos comido nada desde que salimos de casa - Se levanta y yo lo imito envolviéndome en la sabana y buscando mi ropa -

¿Qué haces? -

-Busco mi ropa -

-No necesitas ropa aquí - Entra a el closet y saca una camisa que me entiende, dejo caer la sabana ante su mirada pervertida y me coloco la camisa, pero antes de prenderla el ya está pegado a mí y sujetándome - Me vuelves loco, quiero hacerte el amor- Mi entre pierna palpita, realmente no lo hice para provocarlo para mi es normal un cuerpo desnudo, soy médica y los veo todo los días-

Una hora después estaba nuevamente colocándome la camisa porque Alex me había acorralado contra la pared y me volvió a hacer suya dos veces más, este hombre era insaciable. Llegue a la sala de estar donde se encontraba el con un pantalón deportivo y su torso descubierto, sexy era poco decir cómo se veía. Debía tranquilizarme o me lanzaría a él nuevamente.

- ¿Vienes muy seguido? - Pregunto y me siento en un sillón, de cierta forma necesitaba saber algo más de el -

-Cuando necesito estar solo- Se sienta a mi lado-

-Pensé que era tu lugar de soltero- El me mira como si me hubieran crecido alas- -

-Yo nunca traje a ninguna mujer aquí ni a ningún lugar que me pertenezca - Dijo que le pertenece, parece leerme la mente por que enseguida lo aclara-

-Este hotel es mío, tengo varios hoteles en la costa y algunos otros negocios-

- ¿Legales? - Yo y mi bocotá-

-Creo que tenemos que aclarar algunos puntos, sé que piensas que soy un delincuente porque me viste con Marcus esa noche- Se sienta a mi lado y me arrastra hacia su pecho - Pero la realidad es que solo somos amigos y ofrecí mi ayuda para salvar a su mujer, pero no tengo nada que ver en sus negocios- No se me pasa el hecho de que hablo de Marcus como si aun estuviera vivo, pero no lo corrijo -

- ¿Y entonces por que la protección a mi hermano y todos esos hombres armados en tu casa? - El suspira-

-Tengo enemigos cariño, el dinero atrae a gente peligrosa- Llaman a la puerta y doy por terminada la conversación, por ahora-

Alex abre las puertas y entran un par de muchachos con carros de comidas, me quedo mirando toda la decoración de la habitación hasta que noto a Alex sujetando a un muchacho del cuello, me levanto como un resorte. Llego a él y pongo la mano en su antebrazo mientras él le habla con los dientes apretados.

-Lárgate de mí vista antes de que - Se calla y sé que es por mi presencia. El pobre chico sale como poseído seguido por el otro-

- ¿De qué me perdí? - Se dio la vuelta para mirarme y el enojo que tenia se esfumo -

-Te estaba comiendo con la mirada- Abro los ojos por su declaración-

-Eres muy posesivo - Afirmo- Creo que exageraste Alex- Él me toma de las caderas haciendo que en vuelva mis piernas en sus caderas y mis brazos en su nuca-

-Se que esto te va a asustar, pero te lo diré directamente- Me acuesta en el sillón y comienza a repartir besos por mi cara - Tu eres mía- Sigue su camino de besos por mi cuello- Nadie puede mirarte - Baja sus besos hasta el inicio de mis pechos y yo solo puedo cerrar los ojos y suspirar de placer - Y muchos menos tocarte - Toma mi pezón en su boca y en ese momento supe que la comida quedaría para más tarde.     

CRUEL INOCENCIA (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora