꒷꩜໋᪶˒꒰❛ 14❜𖦹̫ꪳ𝆃

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— ¡Feliz cumpleaños, Xiao!— Y todos se abalanzaron sobre su amigo, quien los observó aterrorizado y trató de escapar de sus brazos, mas, ya era tarde.

Pronto fue inmovilizado por su grupo, a excepción de Kazuha y Xingqiu, quienes simplemente reían mientras lo veían agobiarse en su asfixiante desgracia.

— ¿Cuál era la necesidad de abrazarme?— Se quejó, viendo que ninguno tenía la intención de separarse.— Oye, fuera, habéis invadido mi espacio personal por mucho tiempo.

— Te abrazamos porque eres el único que nunca se deja.— Respondió Xinyan mientras se alejaba de allí y tomaba asiento al lado de Xiangling.— Aprovechamos esta oportunidad y prometemos no tocarte nunca más.

— Yo no prometo nada.— Intervino Lumine.

— Lo mismo digo.— Convino su hermano.

El de mechas verdes dejó escapar un suspiro y entró en la casa de sus mejores amigos. Observó a sus alrededores caviloso, recordando las palabras dichas por su padre semanas atrás. Se preguntaba si Venti estaría ahora en casa.

Sus amigos habían preparado una pequeña fiesta para él. Primero almorzarían en casa de los mellizos, donde tomarían la tarta de postre y luego saldrían a visitar algunos lugares que Xiao desconocía, pues sus amigos se habían negado a dar detalles.

— Es una lástima que Venti se negara a venir. Estoy seguro de que le caería muy bien Xiao.— Comentó Xingqiu mientras comían, cambiando bruscamente el tema de conversación.— ¿Qué sucedió esta vez?

— Está cuidando de Luther. Enfermó recientemente.— Aunque parecía una buena excusa para no asistir, la rubia sonaba decepcionada, incluso se podía decir que en su tono de voz había vestigios de una ligera ira.

— ¿Por qué no simplemente lo deja al cuidado de vuestros padres?— Aether se encogió de hombros.

— Le tiene mucho cariño... Probablemente no quiera dejarlo solo.— Respondió, inseguro.

Xiao quería ir en busca de su amigo y preguntarle por qué no iba realmente. Lo había notado por la forma de hablar de sus hermanos, probablemente el mal estado de su mascota no era el motivo para no asistir, sino una falsa excusa que había creado. Dedujo, por la forma en la que habló Lumine, que hubo un pequeño conflicto entre ellos.

— Iré un momento al baño.— Avisó el de mechas verdes mientras se ponía en pie justamente cuando terminó de almorzar.

— No tardes mucho. Pronto serviremos la tarta.— Dijo Aether, quien junto a Lumine, estaba recogiendo los platos sucios para hacer hueco en la mesa, mientras el resto simplemente hablaban tranquilamente.

— Eso, no vayas a cagar ahora.— Comentó Gorou, quien sabía a lo que realmente iba, logrando poner rojo a su amigo.

— ¡No voy a eso!— Le replicó antes de irse, haciéndolo reír.

Cuando llegó al pasillo en el que se encontraban las habitaciones, respiró profundamente y paseó frente a ellas. La habitación de Lumine tenía la puerta cerrada, mientras que la de Aether estaba abierta hasta chocar con la pared.

El baño estaba en la otra esquina de ese mismo pasillo, justo al final.

Y la habitación del aclamado hermano menor estaba allí en una esquina, oculta tras una puerta de roble con un póster de Hollow Knight pegado a ella. El de ojos ámbar sonrió, era tan fácil de reconocer.

Alzó su mano y la acercó. ¿Era correcto llamar? ¿Qué le diría?

¿Lo haría sentir incómodo?

Aquel pensamiento hizo que se arrepintiera. No quería irrumpir en su habitación así de repente, preguntándole que por qué no iba con ellos, así que simplemente decidió irse como si nada.

— ¿Xiao?— Preguntó una voz confusa, a la que le siguió un ladrido. El susodicho se giró a observar a Venti, quien estaba parado junto a la puerta de su habitación con Luther entre sus brazos y ropa de estar por casa.— Joder...— Murmuró.

— V-Venti...— El de ojos ámbar no pudo evitar aturullarse, ¿qué iba a decir ahora?

El de trenzas suspiró y frunció el ceño.— ¿Qué haces aquí? Deberías estar con ellos.— Xiao desvió la mirada y se volvió hacia él lentamente.

— Estaba buscándote. Pero pensé que te incomodaría, así que decidí irme.— Confesó. Su amigo lo observó en silencio, con su mirada cargada de un sentimiento que el de ojos ámbar no pudo descifrar en ese momento.

— Pasa un momento.— Dijo mientras se echaba a un lado, dejando de obstruir el paso a su habitación.— Y antes quítate los pelos de gato de la camisa, por favor.— Pidió, desviando la mirada algo avergonzado.

— ¿Qué?— Xiao miró su ropa y efectivamente, tenía algunos pelos de gato en ella.

Palmeó varias veces sobre aquella zona para quitarlo antes de pasar a la habitación de Venti, quedándose de pie junto a eso escritorio. Su amigo cerró la puerta y se sentó en su cama, dejando a su perro en el suelo.— Puedes sentarte ahí.— Indicó el de mechas celestes, señalando una silla frente a su cama. Xiao asintió y tomó asiento, aún algo incómodo. Ambos se quedaron en silencio durante unos segundos que se sintieron eternos.

— ¿Por qué... Por qué te negaste a venir?— Quiso saber Xiao. Venti suspiró.

— Tenía que cuidar de Luther.— Respondió.— Enfermó y no quería dejarlo solo.

— ¿No hay otro motivo? Lumine parecía enfadada cuando preguntaron por ti.— La expresión del de trenzas pareció cambiar de repente.

— Simplemente no me gusta estar con grupos de tantas personas. Me incomodan.— Admitió, desviando la mirada.— Muchas veces ponía excusas para no ir cuando me parecía que habían demasiadas personas para mi gusto.— Y volvían las mentiras. El de ojos ámbar suspiró.

— ¿Te da miedo quedar de lado? ¿O temes que pensemos mal de ti? Venti, todas las personas que hay en esa habitación, todas y cada una de ellas, te conocemos. Y todos queremos que tú estés presente. No te odiamos.— El de mechas celestes alzó su brazo, buscando ocultar su rostro. El contrario no dijo nada, simplemente permaneció en silencio en su lugar.— P-Por cierto, sé que vives aquí porque a tus hermanos se les fue un poco la boca...— Trató de encubrir a su padre vanamente.

— No te preocupes, sé que fue Zhongli.— Dijo Venti, bajando su brazo.

El silencio volvió a reinar en la habitación. Entonces, Xiao se puso en pie y le extendió su mano el de orbes esmeralda, quien lo observó en silencio antes de tomarla.— Mejor dejemos eso de lado... ¿Vendrás?— El de trenzas pareció dudarlo, pero en seguida se puso en pie y aceptó.

— Feliz cumpleaños, por cierto.— el de mechas verdes sonrió.

— Gracias, Venti.

Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora