꒷꩜໋᪶˒꒰❛ 19❜𖦹̫ꪳ𝆃

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— ¡Xiao, ayúdame con este colchón!— Gritó Hu Tao desde su habitación.

Xiao dejó escapar un suspiro y fue a la habitación de su hermana, encontrándola de pie en la habitación mientras sujetaba con toda la fuerza que tenía el colchón en el que dormía.— Échalo al suelo de lado, lo arrastraremos hasta el salón.— La de cabello castaño asintió y lo dejó caer, recibiendo entonces la ayuda de su hermano mayor.

Habían pasado varios días ya desde la última vez que había visto a Venti. Quedaban varias semanas para que las vacaciones terminaran y entonces su familia había tenido la idea de revivir tiempos antiguos.

Durante algunos años ellos solían echar los colchones en el suelo del salón y se acostaban allí. Para los más pequeños parecía una excusa para dormirse más tarde, pues siempre pasaban horas hablando hasta que el sueño podía con ellos.

Como ya hacía un buen tiempo que no pasaban un momento así, Hu Tao sugirió volver a hacerlo. Al fin y al cabo, el único trabajo era mover todo de sitio, y la ventaja era esa: pasar una noche los cinco juntos.

— ¡Ah! ¡Qué buenos recuerdos me trae esto!— Tartagalia se echó sobre el colchón en el que él dormiría. Ya estaban todos puestos, uno al lado del otro y unidos.

Como no les era posible poner el que utilizaban Zhongli y Ajax (como es obvio, pues era un colchón para una cama matrimonial), usaban los tres colchones de sus hijos más uno que siempre le dejaban a los invitados. Y aunque no había suficientes para los cinco, los mayores, básicamente, ocupaban un solo colchón. Así que no había preocupaciones.

Ganyu quedaba justo en el centro, con sus hermanos a cada lado. Esto se debía a que, siendo más pequeños, Hu Tao y Xiao se movían mucho al dormir y siempre se despertaban mutuamente, por lo que se vieron obligados a separarlos.

— Extrañaba mucho esto.— Confesó la de cabello celeste mientras terminaba de acomodar las sábanas del colchón de su hermana menor, quien esperaba tras ella mientras tarareaba una extraña canción.— Siempre me resultó muy cómodo dormir aquí.

— Y era divertido hablar.— Dijo el de mechas verdes.— ¡Qué recuerdos!

— Sí, me recuerda a cuando a Hu Tao le bajó la regla por primera vez.— Comentó Zhongli con una sonrisa, recordando aquel día a la perfección.

La menor de los hermanos, utilizando un vestido, se lanzó sobre su colchón para acostarse, olvidándose completamente de que se podía ver su ropa interior. Xiao, quien estaba justo atrás, se dio cuenta de que estaba manchada, así que en voz alta y sin pudor alguno preguntó: “Oye, ¿Hu Tao no se ha cagado encima?”.

Aquella pregunta llamó la atención de todos. Al final Hu Tao acabó llorando del miedo que le provocó descubrir que aquello era sangre y su hermana mayor tuvo que tranquilizarla de alguna forma, siendo ayudada por su padre, quien la cargó y la llevó al baño.

Estando allí sentaron a la chiquilla sobre el váter y le explicaron con calma que la menstruación se trataba de algo natural, que no debía alarmarse por eso.

Una vez el llanto hubo cesado, su padre se retiró de allí y la dejó con su hermana mayor, quien le hablaba tranquilamente mientras la ayudaba a cambiarse de ropa.— Y como dije, no te preocupes por esto, cielo.— Hizo una corta pausa y examinó a su hermana.— Eso sí, es una lástima que te haya venido a tus diez años,— acarició su cabeza.— pero bueno, ya es algo a lo que debes acostumbrarte.— La de ojos rojos asintió y abrazó a su hermana, quien correspondió con cariño a su abrazo y la cargó para llevarla de vuelta al salón, donde el resto de su familia las esperaba, ya acostados, mientras charlaban con ánimo.

Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora