— ¿Qué pasó esta vez?— Preguntó el de mechas verdes con algo de molestia, viendo cómo su amigo de cabello celeste lamía desanimado su helado, algo extraño en él.
— Solo fue una discusión.— Respondió con pesar. Xiao tuvo que aguantar sus ganas de golpearlo y respiró profundamente en un intento de calmarse.
— ¿Y si solo fue una discusión por qué no os habláis desde hace dos días?— Chongyun dejó escapar un suspiro.— ¿Pero qué se supone que pasó? Dudo que haya sido por celos si estáis así.— El de piel pálida desvió la mirada con nerviosismo.— Se supone que habéis discutido, pero, ¿por qué? ¡No puedo ayudarte si sé que estáis peleados pero no sé qué ha sucedido!
— Fue una estupidez, déjalo. Ya lo solucionaremos.— Trató de dejar el tema de lado. Su amigo suspiró y asintió en silencio, decidiendo no indagar más.— Bueno, yo me iré ya. Luego te diré qué tal.— El de ojos ámbar asintió.
— Buena suerte.— Y tras eso, Chongyun se retiró rápidamente.
Xingqiu y él habían peleado recientemente por algo que había sucedido entre ellos, aunque Xiao seguía sin tener la suficiente información sobre ello como para clasificarlo como una tontería.
Esa tarde había quedado un rato con Chongyun para darle su apoyo antes de ir a ver a su pareja, notando entonces algunas heridas y raspones a lo largo de sus brazos, también en sus piernas. En su rostro llevaba además algunas gasas para cubrir otras heridas que probablemente tenía.
El de orbes ámbar pensó que tal vez la discusión estaba relacionada con esas heridas que Chongyun tenía, sin embargo, el silencio de su amigo le hacía desconocer la procedencia de estas.
Luego estaba Venti, quien sabía todo sobre aquella "estúpida" pelea. Y efectivamente, aquellas heridas tenían que ver.
Chongyun había peleado con unos compañeros de Xingqiu que recientemente habían empezado a acosarlo. Obviamente, para ninguno aquello era una estupidez, no obstante, su pareja se había enfadado al enterarse de que había ido a solucionar las cosas de esa manera.
No negaba que aquello hizo que se sintiera cómodo, y, especialmente, querido por su novio. Pero el verlo lleno de heridas (que él mismo hubo de tratar), hizo que se sintiera culpable. Y ahí había surgido el conflicto entre ambos.
— Ya tenía la situación controlada y él tuvo que entrometerse. Si tan solo no se hubiera enterado...— Xingqiu dejó escapar un suspiro pesado.— No quería que tuviera nada que ver aquí.
— Pero Xin,— le interrumpió Venti.— es tu novio y debe saber estas cosas. ¿Sabes cómo reaccionó al enterarse de lo que hicieron tus compañeros?
— Ya te dije,— alzó su mirada para ver a su amigo.— que solo levantaron un poco mi camiseta.— El de orbes esmeralda alzó una ceja mientras cruzaba sus brazos y piernas.
— ¿Solo? ¿Eres consciente de que eso es una enorme falta de respeto, e incluso es considerado abuso? Verbal y físico, para colmo. Agradece tener conocimientos sobre las artes marciales.— El contrario desvió la mirada.— Además, ¿no llevaba ya esa gente un buen tiempo tras ti? No es la primera vez que se dirigen a ti como “el maricón afeminado al que le gusta que le toqueteen”, ¿verdad?
— Pero...
— Nada de peros, Xingqiu. Que Chongyun se enterara era lo mejor.— Aseveró con confianza.
— Por eso salió dañado. ¿Seguro que era lo mejor?— No podía evitar sentirse mal por su pareja. Había tomado una decisión demasiado precipitada, tuvo suerte de ganar la pelea.
— Sí, era lo mejor. Tú no pensabas darle una paliza a tus acosadores, ¿cierto?— Xingqiu desvió la mirada.— Porque eres de los que solucionan las cosas pacíficamente a menos que la violencia sea necesaria.— Estiró su mano para tomar la contraria y proporcionarle una caricia.— Pero Xin, en esta situación aquella era la única respuesta. Así que haz las paces de una vez con Chongyun y disfruta de una cita con él.— Le dedicó una suave sonrisa, sonrisa que Xingqiu no pudo evitar corresponder.
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Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVen
أدب الهواةXiao aún recordaba aquel momento con claridad: él iba caminando tranquilo por el patio del instituto, cuando un joven de grandes orbes esmeralda y graciosas trenzas se le acercó corriendo con unas flores que había arrancado de por ahí y luego había...