꒷꩜໋᪶˒꒰❛ 35❜𖦹̫ꪳ𝆃

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— No os preocupéis por pedir mucho,— había dicho su profesora.— hoy los gastos corren de mi cuenta.

— Eso solo hace que me sienta más culpable.— Comentó Venti, dejando su comida a mitad de camino a su boca.

— He sido yo la que os ha traído hoy aquí.— Sacudió su mano.— Además, nunca antes hice esto con otra clase. Es porque sois mis favoritos que me voy a arriesgar.

— Uuuh, ¿y eso? ¿Cómo que Yae se ha encariñado con esta clase?— Se burló Sara, una amiga de la profesora. Esta la observó con indiferencia antes de seguir hablando, ignorando deliberadamente su comentario.

— De todas formas, recuperaré mi dinero haciendo que vuestra profesora de historia me lo suelte todo.— Bromeó. Aunque no sonó tan a broma, probablemente lo haría. De alguna forma siempre acababa logrando que Ei hiciera cosas por ella.

El curso había finalizado y Yae había organizado una pequeña despedida invitando a sus alumnos a un bar. No le suponía un problema, pues era una clase pequeña y todos eran de su agrado.

— No sé si el año que viene podré acompañaros, así que en caso de que vaya a otra institución, tomad esta como mi despedida.— Comentó.

— A mí me gustaría pasar otro año contigo. Creo que has sido la mejor tutora que he la tenido.— Confesó Kokomi en tono suave. La mujer sonrió.

— Y a mí me gustaría seguir con vosotros. Habéis sido mis mejores alumnos hasta el momento.— Hizo una corta pausa.— Y estoy pasando por alto vuestras obras de arte en mi pizarra.

— Nos disculpamos.— Dijeron los culpables al unísono.

— Era tentador.— Admitió Venti.— Verla ahí, sin vigilancia, teniendo tizas en nuestro poder...

— Sí, era divertido dibujar penes y luego ver tu cara.— Añadió Bennett, quien hasta el momento había estado devorando su comida.

— Benny, ten cuidado, no vayas a ahogarte.— Xiao le regañó. El rubio cenizo se disculpó y siguió comiendo, esta vez con más lentitud.

—  Ahora que lo pienso, Venti.— La mujer observó a su alumno, quien alzó una ceja.— ¿Tú no querías enseñarme algo?— El menor se tensó.

— ¡Ah, sí! Luego lo haré. Ahora no es momento.— Su novio pareció extrañarse. El de trenzas no le había contado nada.

La comida transcurrió entre charlas y risas, de vez en cuando Xiao y Venti se alejaban un poco del grupo para hablar de cualquier cosa ellos dos y luego regresaban con los demás. Una vez terminado el almuerzo, cada uno empezó a pedir algo para tomar de postre y se separaron.

Kokomi y Sara conversaban con Xiao y Bennett, mientras los otros pocos compañeros que tenían se habían dispersado y cada uno iba a lo suyo.

Su profesora había salido a tomar el aire, momento que Venti aprovechó para acercarse a hablar.

— Ah, Venti, ¿vienes a decirme eso?— El joven asintió.

— Quería pedirte tu opinión acerca de algo que estoy escribiendo.— Dijo tímidamente, sin ser capaz de mantenerle la mirada a la mujer.— No me gustaría que fuera un desastre.

— ¿Es un regalo para alguien?— Preguntó mientras aceptaba los papeles que su alumno le extendía.

— Exacto.— Asintió.— Es un regalo sorpresa para Xiao.— La mujer sonrió y tomó asiento en una silla que había cerca, examinando por encima el escrito recién entregado.

— Ahora que lo pienso, Xiao y tú sois muy unidos.— El de orbes esmeralda se sonrojó.— Bueno, no me meteré en tu vida personal. Déjame un momento para que lo lea.— Venti tomó asiento a su lado.— Intentaré ser rápida. No sabemos cuándo puede venir alguno a interrumpir.

— Está bien.

El de trenzas aguardó en silencio, preso de la vergüenza y el nerviosismo. Confiaba en su profesora demasiado, no era el primer año que tenía clase con ella y desde siempre lo había estando alentando a seguir haciendo todo lo que hacía.

— Mira, te recomendaría cambiar esto de aquí. ¿Tienes un lápiz?— Preguntó. Venti asintió y rebuscó en la mochila que llevaba con él.— Te digo que estas pequeñas correcciones son más bien mi opinión. De primeras está realmente bien. Has mejorado mucho.

— Muchas gracias...— Murmuró, realmente agradecido. No solía estar satisfecho con lo que hacía, por lo que escuchar un halago ajeno, especialmente hecho por Yae, lo hacía sentirse muy bien.

— No agradezcas, cariño.— Le dedicó una sonrisa y le devolvió sus cosas.— Era simplemente eso. Por lo demás está perfecto.— Hizo una corta pausa.— Mucha suerte con eso.

— Está bien. Gracias.— La de cabello rosa rio.

— ¿Y bien? ¿Cómo es que has decidido cantar frente a alguien después de tanto tiempo?— Venti se encogió de hombros, aunque sabía perfectamente la respuesta.

— Xiao me lo pidió en varias ocasiones, pero temía hacerlo. Sin embargo, ahora que estamos saliendo me hace ilusión que me escuche... Aunque me da miedo.— Confesó, llevando una mano a su pecho.— Por eso, no sé cuándo lo haré. Pero quiero dejar todo preparado para cuando llegue el momento en el que me atreva.

— Entonces hazlo cuando estés seguro. Sin embargo, créeme cuando te digo que Xiao apreciará lo que hagas. Además, tu voz es hermosa y tocas genial muchos instrumentos. No deberías tener miedo de mostrarlo, especialmente a tu pareja.— El joven asintió y le sonrió.

— Regresaré con los demás.— Yae asintió.

— Yo volveré en un momentito.— Sin decir nada más, su alumno volvió con sus amigos y tomó asiento entre Xiao y Bennett.

— ¡Venti, tienes que escuchar esto!— Exclamó Kokomi mientras extendía su móvil. Había sido tomado completamente desprevenido, logrando que se le escapara una estrenduosa carcajada al escuchar un audio de Gorou haciendo sonidos extraños.

— Qué risa tan delicada.— Se burló su primo.— Xiao, ¿por qué no lo silencias?

— ¡Oye!— El de mechas verdes se quejó, sintiendo su rostro arder.

— Hey, yo no me quejaría. Si quieres estoy libre.— Confesó Venti, pidiendo indirectamente que lo besara. El de orbes ámbar suspiró, no podía negarse a las peticiones de su novio.

— Oye, más os vale no comeros la boca aquí en medio.— Intervino Sara.

— No te preocupes, que hasta el momento no nos hemos dado ni un solo beso con lengua.— Comentó el de mechas celestes.

— ¿Acaso no tienes vergüenza?— La pelinegra frunció el ceño, confundida.

— Ni un poco.— Le sacó la lengua para luego volverse a Xiao y darle un suave beso sobre los labios.— Mejor dejemos esto para luego.

— Sí, mejor.— Decidió no decir nada más respecto a lo recién hablado y simplemente dejó que el resto cambiara el tema de conversación.

Al llegar a casa disfrutaría de poder besarlo. Mientras tanto, debería seguir charlando con sus amigos.

Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora