Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVen

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Luther llevaba un par de días extraño. Cuando Venti lo llamaba, él no le echaba cuenta, de hecho, ni siquiera reparaba en su presencia.

No prestaba atención al ser llamado Luther, tampoco al ser llamado Aether, y lo mismo pasaba con el nombre de Lumine. Ninguno de los tres nombres funcionaba, y eso empezó a frustrar a su dueño.

Cada vez comía menos y se veía menos animado. Como era obvio, Venti tuvo que intervenir por el bien de su pequeño y decidió llevarlo al veterinario.

Sin embargo, aquel día coincidió con el 16 de abril, justo antes del cumpleaños de Xiao. Y justamente había quedado con él para celebrarlo por adelantado.

— Lamento no poder acompañaros.— Se disculpó ante sus padres, sintiéndose verdaderamente apenado.— De verdad quiero saber qué sucede, pero le prometí a Xiao que hoy estaríamos juntos...— Diluc suspiró.

— Venti,— lo llamó.— no te preocupes por eso. Comprendemos que quieras estar con tu amigo.— Pareció pensar algo, pues la expresión de su rostro cambió.— Además, no quiero que me llenes de mocos la ropa otra vez.— Su hijo desvió la mirada, avergonzado.— Y no le des muchas vueltas, probablemente no sea nada grave, esto ya ha pasado antes. A veces es normal que los animales enfermen.— Retiró el flequillo de su rostro y besó su frente con cariño.— Pásatelo bien hoy.— El de mechas celestes asintió.

— Escribidme cuando sepáis qué pasa.— El pelirrojo asintió y entró en el coche, donde Jean lo esperaba en silencio.

Venti los vio irse. Tras eso revisó su móvil; ya iba iba siendo hora de que fuera al lugar acordado. Xiao ya estaría en camino.

Al llegar allí se detuvo junto a una farola, donde no tuvo que esperar mucho tiempo, pues su acompañante ya estaba ahí cerca.

— Buenos días, Venti.— Le saludó con una sonrisa el de orbes ámbar.

— Hey.— Le devolvió el saludo y también sonrió.— ¿Qué tal estás?

— Bien. Aunque en el fondo estoy algo preocupado, pronto tengo un examen y voy a perder dos días de estudio.— Confesó algo nervioso mientras empezaba a caminar junto a su amigo. Este alzó una ceja.

— ¿Cuándo es el examen?

— El miércoles.

— Tienes bastantes días, no le des muchas vueltas.— Le restó importancia al escuchar su respuesta.

La verdad es que siempre había escuchado de sus hermanos que, aunque no lo pareciera, Xiao era un chico muy estudioso e interesado por casi todo. Sacaba muy buenas notas y tenía mucho potencial.

— Ahora que lo pienso. ¿A qué quieres dedicarte cuando seas mayor?— Mencionó, logrando ruborizar al contrario.

— Me gustaría ser tatuador.— Respondió sin dudar, aunque parecía algo nervioso. Aquello le sacó una sonrisa a su acompañante, quien procedió a hablar.

— Así que te gusta el dibujo.— El de mechas verdes asintió.— Algún día me gustaría ver algo de lo que haces.

— Sigue soñando.— El de ojos esmeralda frunció el ceño.

— Créeme cuando te digo que algún día caerás ante mis encantos y me mostrarás tus dibujos.— Bromeó el de trenzas.

— Y tú, ¿a qué quieres dedicarte?— Venti pareció tensarse. Nadie le había hecho nunca esa pregunta, y la verdad es que le daba algo de miedo hablar sobre sus sueños.

Sin embargo, aunque se aturullara al hablar sobre ello, sería sincero con Xiao. Porque Diluc le había dicho que debía aprovechar esta oportunidad que tenía para forjar una amistad, aunque sea, un poco más sincera. Aunque aún habían secretos y mentiras, todo iría cambiando según el tiempo quisiera.