Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVen

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El frío ambiente nocturno los acompañaba mientras caminaban por las desoladas calles de la ciudad. Xiao caminaba tranquilamente mientras hablaba con Kazuha; los mellizos “molestaban” a Chongyun mientras Xinqiu hablaba con Xiangling y Xinyan iba a un lado del grupo montando su skate.

— ¿De qué conoces a Aether?— Preguntó en mitad de la conversación el de ojos ámbar, sintiendo cierta curiosidad.

— Por Gorou.— A Xiao no le extrañó.— Bueno, entrando en detalles; Gorou es el mejor amigo de su hermano menor y un día me invitó a salir con ellos, así que, como es obvio, no pude negarme. Resulta que ese día Aether vino también con ellos, por lo que acabamos haciéndonos amigos.— Contó mientras observaba tranquilamente a los mellizos.

— Lo siento mucho por ti. Ser amigo de alguno de los mellizos es una condena.— Se lamentó el de mechas verdes mientras ponía su mano derecha en el hombro ajeno, sacándole una carcajada.

— Oye, pues tampoco es tan malo. Los dos son agradables por separado.— Hizo una corta pausa en la que pensó seriamente sus siguientes palabras.— Y en ocasiones también juntos. Aunque eso es discutible.

— Y por separado también, créeme. Llevo toda mi vida junto a ellos.— Kaedehara negó con su cabeza.

— Eso ya lo veré.— Ambos se quedaron en silencio durante varios segundos.— Por cierto... ¿Cómo es que aún no conoces al hermano menor de los mellizos?

— Nunca tuve la oportunidad de verlo.— Respondió.— Suele salir mucho con el resto del grupo, pero siempre que yo salgo él no suele poder. Será que el mundo no quiere que nos conozcamos.— Cuando miró a su lado para ver a Kazuha, vio que este tenía una mueca de confusión en su rostro.— ¿Sucede algo?

— No, es solo... Me parece algo extraño.— Aquella respuesta provocó cierta molestia en el interior de Xiao, pues notaba algo extraño en su tono de voz. Parecía mentir.

Pero decidió guardar silencio.

La verdad es que no era un tema al que le diera muchas vueltas. Simplemente no habían tenido la suerte de poder coincidir y aún no se habían conocido, pero tarde o temprano podrían hacerlo. Aquel chaval no lo conocía, entonces, ¿por qué motivo lo evitaría?

— Oye, deberíamos ir volviendo a nuestras casas ya. Pronto la zona va a volverse aún más peligrosa.— Comentó Xinyan, interrumpiendo las conversaciones de todos.

— Es cierto. Además de que Xingqiu vive lejos.— Todos observaron al mencionado por Xiangling.

— No os preocupéis, pasaré esta noche con Chongyun.— Informó el joven de ojos dorados.

— ¿Oh? ¿Y eso?— Preguntó Aether con picardía, acercándose a Xingqiu para poder abrazarlo por el cuello.— ¿Cómo que no sabíamos nada de eso~?

— Simplemente lo planeamos porque sabíamos que nos recogeríamos tarde. No piensen cosas raras.— Su rostro se había teñido de rojo. Le dio un empujón al rubio para separarse y se acercó a Chongyun.— Entonces, ¿es esta la despedida?

— No lo digas como si alguien fuera a morirse.— Comentó su pareja mientras lo observaba con los ojos entrecerrados.

— No era la intención.

— Está bien, ya nos quedó claro.— Interrumpió Lumine.— Bueno, a ver si quedamos otro día. Las clases vuelven a empezar dentro de nada.

— Ya, nos queda poco más de una semana de vacaciones.— Se quejó Xinyan.

— Pues a aprovecharlas. Quedemos varios días para aprovechar todo el tiempo que vamos a perder cuando volvamos.— Sugirió Aether.

— De todos esos días probablemente vaya solo uno. Pero está bien, yo acepto.— Comentó el de ojos ámbar.

— Me importan un carajo tus ganas de quedarte en casa jugando, yo te haré venir el resto de días.— Dijo Lumine.— A no ser que realmente no puedas venir. Pero en serio, necesitas salir más seguido.

— No me interesa.

— Pero nos gusta pasar tiempo contigo. Haz el esfuerzo, ¡por favor!— Pidió Xiangling. Xiao desvió la mirada.

— Está bien, lo pensaré.

— Eso merece una celebración. Es la primera vez que Xiao se plantea seriamente eso de salir más de dos días seguidos de su casa.— Comentó Xingqiu.

— Hey, dejad de burlaros de mí. Hoy fue suficiente.— Se quejó el de mechas verdes.

— Nunca lo haremos. Este grupo existe para meternos con todo el que pertenezca a él.— Dijo el rubio.

— A que me salgo.

— Así te quedas sin amigos.— Se burló Lumine.

— Ahora tengo al nuevo amigo que hice.— Se defendió orgulloso el de mechas verdes, por fin pudiendo decir que tenía un amigo fuera de ese desastroso grupo.

— Ya, y nosotros a tu reemplazo.— Chongyun señaló a Kazuha, a quien ya habían nombrado como nuevo miembro del grupo.

— Ya sabéis que nadie puede reemplazarme, mi puesto sería el puesto vacante por el resto de la eternidad.

— Lo sabemos, nadie sería más perro que tú a la hora de quedar.— Coincidió Xinyan.

— Bueno, dejemos de hablar de esto. Xiao se queda en el grupo y Kaedehara entra como un miembro nuevo.— Dictó Aether, cruzando sus brazos sobre su pecho.— Ay, qué bien sienta ser el jefe del grupo.

— Claro, porque tú te autoproclamas. Pero este es un lugar sin ley, ten cuidado, podemos asesinarte y robarte el puesto.— Amenazó el de cabello azul.

— Vale, vuelvo a mi casa. Que nadie me siga.— Bromeó el rubio mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar.

— Hablando en serio, nosotros nos iremos ya.— Habló Chongyun.

— Nosotras también. Los padres de Xiangling nos deben estar esperando.— Dijo esta vez Xinyan.

— Yo regresaré solo. Le prometí a Gorou que me pasaría por su casa un rato.— Avisó Kazuha.

— Ah... Nosotros acompañaremos a Xiao.— Lumine observó al mencionado, quien simplemente asintió.— Ya iremos decidiendo las siguientes quedadas por el grupo. ¡Hasta luego!

— ¡Nos vemos en unos días!— Se despidió Xiangling, ya algo alejada del lugar en el que ahora solo estaban los mellizos junto a Xiao.

— Bueno, ¡dejemos a Xiao en su casa y regresemos! Estoy muerto de hambre.— Aether empezó a caminar, siendo seguido por su hermana y su mejor amigo.

— ¿Qué eres, un pozo sin fondo? Si nos robaste comida a todos.— Le recordó el de mechas verdes, haciendo una mueca.

— Ya, pero eso no es suficiente. ¡No sabes las ganas que tengo de regresar y devorar una tortilla!— Exclamó.

— La verdad es que yo también tengo hambre. Aunque al menos no comí tanto como este chaval de aquí.— Dijo Lumine, señalando a su hermano.

— No comiste ni la mitad que él. De ti sí puedo comprender que tengas hambre.— Xiao revisó la hora en su móvil, Ganyu probablemente lo estaría esperando. Encontró varios mensajes de Venti, pero no quería leerlos hasta llegar a casa.— Vayamos un poco más rápido, la verdad es que yo también tengo hambre.

Los dos accedieron y aceleraron el paso mientras seguían conversando tranquilamente.

Mientras tanto, Xiao pensaba que salir el resto de días no sería tan malo, después de todo.