꒷꩜໋᪶˒꒰❛ 41❜𖦹̫ꪳ𝆃

1.8K 237 257
                                    

La voz de Venti era aún más hermosa de lo que creía. Eso pensó Xiao cuando lo escuchó cantar por primera vez.

Lastimosamente, el nerviosismo aún era palpable en su voz. En un principio había dudado y había cometido un error, lo que pareció bajar su confianza. Xiao se había acercado a él y lo había abrazado para transmitirle su apoyo, cosa que logró hacer algo de efecto.

Escuchaba atentamente cada palabra que su novio decía. Analizaba con cariño la letra de la canción, la cual notó casi al instante que había sido escrita pensando en él.

El de mechas celestes era un joven con un fondo muy bonito. Era amable y detallista, además de que tenía muy buen humor y era difícil de enfadar. Eso sí; era muy sensible. Xiao había descubierto que lloraba con muchas cosas, pues ya hasta conocía la mejor forma para consolarlo y a veces incluso de evitarlo.

— Yo simplemente... Hice esto porque quería agradecerte por haber aparecido en mi vida.— La canción había terminado. El de orbes ámbar lo sintió tan efímero que una tristeza sosegada lo invadió cuando se dio cuenta de que la guitarra había dejado de sonar.— Has cambiado tantas cosas en este tiempo, y espero que sigas haciéndolo. Porque te amo, Xiao,— le sonrió.— y sé que quiero pasar mucho más tiempo contigo.

Xiao estaba en shock.— Yo también te amo, Venti.— Respondió como pudo, sacácandole una carcajada a Venir, quien hizo desaparecer la distancia que había entre ellos, dejando la guitarra colocada con cuidado sobre el suelo para que no estorbase.

Ninguno le dio muchas vueltas a lo que harían ahora. Simplemente se dejaron llevar por el momento, aprovechando para besarse con deseo, importándoles poco si los familiares de Venti regresaban a su hogar. Se supone que en su habitación debían poder gozar de algo de privacidad; la puerta estaba cerrada por algo.

— ¿Sabes? Me siento algo culpable. Hasta el momento fui el único que recibió cosas tuyas.— Habló Xiao mientras sus labios estaban separados, sintiendo los brazos del contrario enroscados alrededor de su cuello.

— Tampoco te preocupes por eso.— El de mechas celestes sonrió.— No lo hago porque espere algo a cambio.

— Por cierto, no te dije nada, pero tu voz es hermosa. Me gustaría escucharte pronto otra vez.— El contrario se puso rojo hasta las orejas y desvió la mirada.

— Eso ya se discutirá.— Su novio rio y se acercó nuevamente a su rostro, buscando el contacto con los labios ajenos.

Durante aquella noche, ambos se amaron de una forma en la que no la habían hecho antes. Dejaron atrás sus miedos e inseguridades, no temieron a besarse, a verse completamente expuesto al contrario. No les importó nada más que el simple hecho de estar compartiendo un momento único junto a la persona a la que amaban.

Porque algo que sabían es que un primer buen amor es inolvidable. No podían dejar pasar esta oportunidad, debían apreciarse todo lo posible mientras podían, porque no sabían qué sería de ellos en un futuro.

Aunque, ciertamente, ambos anhelaban encontrarse en esa misma situación dentro de unos años. Tumbados desnudos sobre su cama después de haberse entregado por completo al otro, mientras se dan cariños antes de dormir, dándose las buenas noches con un suave «te amo».

Aquella primera vez jamás sería olvidada, eso estaba claro. No obstante, no quedaría grabada por haber sido lo que fue. La recordarían porque también fue la primera vez después de años que Venti cantaba algo frente a alguien, porque fue un enorme paso en su relación, donde ambos terminaron de abrirse al contrario, jurándose amarse durante mucho tiempo más.

Tal vez, después de todo, las circunstancias que ambos vivieron antes de llegar a ese preciso instante no fueron tan malas. Porque les hicieron ser quienes eran, permitiéndoles estar juntos y finalmente ser felices.

Aunque hubiera sido doloroso, en el fondo ambos agradecían a ese sufrimiento y al mismo tiempo se despedían de él, porque ahora era el momento de empezar un nuevo capítulo de su vida.

Y esta vez lo harían juntos.






Y esta vez lo harían juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







Las clases resultaban pesadas y cada vez eran más sofocantes. Les robaba tiempo que podían aprovechar haciendo otras cosas, y sin embargo, debían resignarse y aguantar hasta su último día, que desafortunadamente estaba cerca.

“Desafortunadamente” porque ahora tenían dos semanas para prepararse unos exámenes en los que entrarían todos los temas dados de todas las asignaturas.

Obviamente, solían tomar bastantes descansos para deshacerse un poco de la tensión que provocaban los estudios. A lo largo de esas dos semanas, Venti y Xiao habían pasado algún que otro día juntos en la calle, y en ocasiones, cuando el cansancio les arrebataba las ganas de estar fuera, se quedaban en la casa del otro y aprovechaban para jugar un rato y después para darse cariños.

— ¿Estás muy nervioso?— Ambos se habían apartado un poco de la multitud que esperaba impaciente el comienzo de los exámenes.

— Creo que me voy a convertir en mi hermano.— Respondió Venti, aunque su novio no pudo distinguir si era una broma o hablaba en serio. Pese a eso, rio y plantó un rápido beso en su mano.

— No te preocupes, estoy seguro de que te irá perfectamente.— El menor asintió en silencio, quedándose con las ganas de besar al de orbes ámbar.

— Que pase lo que tenga que pasar.— Suspiró.— Por cierto, cuando regresemos a casa besémonos, por favor. Tengo unas ganas horribles.— Xiao rio y acarició su rostro.

— No eres el único, Venti.— Murmuró.

Pronto tuvieron que separarse y prestar atención a sus alrededores. Se encontraron con algunos compañeros de clase, con quienes hablaron un poco antes de irse.

Los exámenes del primer día habían comenzado. Y ambos tenían miedo de los resultados.

Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora