꒷꩜໋᪶˒꒰❛ 48❜𖦹̫ꪳ𝆃

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Al final, ambos decidieron que lo mejor sería adoptar unos pocos años después y, mientras tanto, aprovecharían al máximo su tiempo solos.

La verdad es que Venti se sentía más aliviado ahora, le hacía ilusión pensar que tanto Xiao como él querían lo mismo.

— Es bueno que finalmente se lo dijeras. Soportarte haciendo preguntas era un infierno.— Comentó Kazuha, jugueteando con el vaso en su mano.— ¿Cómo iba a negarse a algo así?

— Hay personas que no quieren tener hijos y es algo normal.— El de trenzas frunció el ceño y le dio un bocado a su pastel.— Xiao podía haberse negado.

— Pero él admitió una vez que quería formar una familia contigo. Y sabes que le gusta cuidar de niños.— Le recordó con tono levemente hastiado. La verdad es que comprendía la inseguridad del contrario, él mismo la había vivido con muchas personas, su pareja entre ellas.

Es natural sentir miedo por algunas cosas, después de todo. Aunque sea algo tan “simple” como contarle algo a tu pareja, es comprensible que a veces la inseguridad aparezca.

— Aun así, simplemente no me atrevía.— Desvió su mirada, ligeramente avergonzado. Kazuha soltó una risita.

— No te preocupes, si lo comprendo. Solo quería hacerte ver que no había motivos para acobardarse así.— El de orbes esmeralda dejó escapar un suspiro.

— Cierto, ¿qué tal van las cosas con Gorou?— Preguntó, cambiando rápidamente el tema de conversación. Kaedehara sonrió y apoyó su rostro sobre su mano libre.

— Perfectamente. Afortunadamente, sus padres no nos dieron problemas... Aunque siguen sin saber eso.— Suspiró. Si era sincero, no le gustaba eso de mantenerlo oculto aún.— Pero qué se le va a hacer. Al menos podemos estar juntos.

— En ese caso, me alegro de que la cosas estén bien. Y, ya sabes, creo que no deberías preocuparte mucho por sus padres. Da igual si se enteran, Gorou ya tiene cierta edad, es libre de hacer lo que le dé la gana.— Comentó Venti, aún molesto por la actitud de los padres de su mejor amigo.— Por cierto, os felicito por haber sido capaces de mantenerlo oculto durante tantos años. Yo no hubiera sido capaz.

— Atentamente, el que ocultó a un montón de personas durante años que quería hacerse cercano a Xiao, y luego le ocultó a Xiao que ya lo conocía de antes y que era hermano de sus mejores amigos.— Dijo con cierta ironía Kazuha, sacándole una risita a Venti.

— Es más fácil eso que ocultarle mi relación a mis padres.— Aclaró, en un intento de defenderse.

— Sí, seguro.— El de mechas celestes iba a quejarse, pero fue interrumpido por el móvil de Kazuha.— Agh, lo siento debo irme ya.— Miró algo molesto el mensaje de su madre, la verdad es que quería pasar más tiempo con su amigo.— Nos vemos en unos días.— Se despidió.

— Sí, hasta el sábado.— Ambos se sonrieron. Tras eso, Kazuha dejó inmediatamente el lugar a paso apresurado.— Siento que no debí entretenerle tanto, ya me dijo de antes que tenía cosas que hacer.— Se lamentó el de trenzas.— Pero bueno, qué se le va a hacer.— Terminó de comer su pastel y se fue de allí, asegurándose por última vez que ambos habían pagado la cuenta al devolver los utensilios utilizados.

Al salir del establecimiento, fue recibido por una gélida ventisca que sacudió su cuerpo. A causa de eso, se escondió en su abrigo en busca de más calor, apresurándose en volver a su hogar.

Sobre él se alzaba un oscuro firmamento, siendo la luna la dueña de la noche. Las salpicaduras que siempre la acompañaban parecían haber desaparecido debido a la luz artificial, lo que molestaba ligeramente a Venti, quien amaba apreciar el cielo nocturno reluciendo en su mayor esplendor.

— Buenas noches.— Saludó tras abrir la puerta de su apartamento y adentrarse un poco.

— Buenas noches.— Xiao apareció rápidamente allí, con uno de los cachorros dormido entre sus brazos. Era Lumine.— ¿Qué tal?

— Bien. Hablamos durante un buen rato, aunque como te dije, tuvo que retirarse ya. Por lo visto tenía unos asuntos que atender con su familia.— Contaba mientras se quitaba sus botas.— ¿Qué tal te fue a ti?

El de orbes ámbar sonrió y en cuanto su novio se puso en pie se acercó para besar su mejilla.— Hoy hablé durante un rato con Eula. Dijo que si queremos un día podemos ir con Amber y ella a tomar algo.

— ¡Me encantaría! Hace mucho tiempo que no veo a Amber. Sería genial hablar con ella.— Respondió casi al instante.

— Entonces ya tengo respuesta.— Xiao rio.— En fin, aún es algo temprano como para cenar. ¿Te parece si jugamos un rato?

— Adivino, ¿Animal Crossing?— Su novio sonrió y asintió.

— Quiero que te sientas orgulloso de mi pueblo. Después de estos años finalmente se volvió un lugar hermoso.— Venti soltó una carcajada.

— Y a mí me tomó menos de uno organizar el mío.— El de orbes ámbar arrugó su nariz.

— Bueno, juego menos que tú.— Se defendió.

— Ya, ya, lo sé. No te enfades, cielo.— Se burló de él, dándole un abrazo por la espalda. Y aunque la idea era molestarlo, lo que logró fue avergonzarlo por completo, especialmente por aquel apodo. “Cielo”, simplemente sonaba tan bonito.

Ambos fueron a jugar sin proferir palabra alguna, rompiendo el silencio justamente al empezar. Venti visitó el pueblo de su novio y jugueteó por allí, convenciéndolo a cada rato de que lo siguiera para poder sacar fotos de sus personajes juntos.

Acosó a algunos de los vecinos de su pueblo, golpeándolos con la red para cazar bichos, quejándose cada vez que les hablaba sin querer; igual que cuando utilizó la pala o el hacha para molestarlos.

— Menos mal que no es verano. Estoy seguro al cien por cien de que ya te hubiera picado alguna tarántula o un escorpión.— Comentó Xiao al ver a su novio tratando de cazar bichos con una destreza pésima.

— Aún no he conseguido cazar ninguno en todos los años que llevo jugando. Es deprimente, pero siempre me pican o me obligan a esconderme en el edificio más cercano.— Se quejó, dejando que el contrario le quitara la Switch para ayudarlo a cazar.

— Cuando llegue el verano, me encargaré de cazarte alguno de esos dos. Considéralo un agradecimiento.— Habló Xiao, devolviéndole la consola tras haber cazado la mariposa que Venti no era capaz.

— ¿Un agradecimiento por qué?— Alzó una ceja con diversión.

— Por ser el mejor novio del mundo. Lo mínimo que puedo hacer es ayudarte un poco.— Se acercó a él para poder besarlo, siendo correspondido al instante.

Entonces se olvidaron por completo de lo que estaban haciendo para poder centrarse en el otro. Después de todo, su pasatiempo favorito seguía siendo estar juntos.

Flowers ❜𖦹̫ꪳ𝆃 XiaoVenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora