Capítulo 48

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Capítulo 48: la elección de Shoto

Tres meses antes, Castillo del reino de Kamino

Todoroki Shoto abrió los ojos sudoroso.

Se encontraba recostado en una gran cama adoselada y lo primero que hizo fue incorporarse a toda prisa, aún sofocado por el sueño que acababa de tener.

En él, se batía en duelo con el secuestrador de Midoriya y el dragón lo derrotaba sin cuartel, destrozando la espada de hielo que le había otorgado su madre y desvelándole que, literalmente, se había deshecho de su escriba real y que debía dejar de buscarlo.

"Pero solo ha sido un sueño." – se tranquilizó.– "Midoriya sigue ahí fuera y lo voy a encontrar"

– ¿Todoroki-san...?

La dulce voz de la princesa consorte Yaoyoruzu Momo llegó hasta sus oídos y el bicolor la buscó con la mirada, encontrándola sentada junto a la cama. Debía de haberse despertado por su culpa, pues todavía parecía algo somnolienta...

Con todo, el resplandor aliviado que irradiaban sus ojos era palpable a simple vista.

– Yaoyoruzu... – musitó Shoto con la voz queda.

Verla siempre le llenaba de alegría aunque no supiera demostrarlo abiertamente.

La pelinegra sintió sus ojos arder y tomó con delicadeza la mano izquierda del otro. Todoroki notó entonces que ese brazo estaba vendando desde la punta de sus dedos hasta la altura de su hombro.

– ¿Qué me ha pasado...? – inquirió el príncipe confuso, alzando el brazo herido solo para sentir una descarga de dolor ascender por él.– ¿Y dónde estamos...?

Momo se enjuagó las lágrimas que se habían quedado atrapadas en sus párpados y respiró profundamente.

– Estamos de vuelta en el castillo de Kamino.– afirmó.– Y... sobre tu estado...– la princesa titubeó, asustada por el resultado de sus palabras.

Quizá era mejor para el heterocrómido que hubiese olvidado lo que sucedió antes de caer inconsciente, pues, ¿qué podría decirle sin romperle el corazón en el proceso?

Entre ellos jamás habían existido mentiras. Su relación se basaba precisamente en eso, en la capacidad de ambos para ser el remanso de paz del otro y de tratarse siempre con sinceridad... Por ello, de responder, solo podría responder con la verdad por mucho que le doliese.

– Lo siento, Todoroki-san.– masculló apretando las manos sobre su vestido rojo. Varias lágrimas cayeron sobre su regazo.– Lo siento muchísimo. Si los hubiéramos encontrado antes, Midoriya no...

Shoto abrió los ojos como platos, perplejo por lo que oía.

– ¿Qué...? – su garganta se secó por completo, incapaz de hilar nada más.

Pero eso no fue todo. Un súbito pinchazo acosó su cabeza y con la mano derecha intentó sostenérsela mientras cientos de imágenes comenzaban a aparecer una tras otra como flashes de luz.

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La flecha que disparó y que fue esquivada por los dos sujetos que se encontraban en el río

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El rostro engreído de aquel joven rubio que empuñaba un sable frente a él

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Las explosiones que brotaron de sus manos

Dragon king (KATSUDEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora