Dragon king (KATSUDEKU)

Capítulo 69

Capítulo 69: te mataré

Izuku corrió como nunca antes lo había hecho cuando vio caer a Kirishima en medio del campo de batalla. Corrió y corrió con todas sus fuerzas entre soldados en pie y soldados caídos, sorteando piedras, charcos de sangre y numerosos cadáveres hasta estar a escasos metros del dragón escarlata.

Cuando llegó, Eijirou todavía no había recobrado el sentido y no veía a Kaminari por ningún lado... Hasta que lo vio a él.

Alguien se aproximaba de manera amenazante hacia el dragón, alguien que al principio le resultó irreconocible pero al que creyó identificar correctamente.

"¿U-Un demonio?"

Esa fue la primera idea que cruzó su mente al ver desde lejos a aquel sujeto con cuernos y piel escamosa del color del carbón, pero en seguida se dio cuenta de que se había equivocado, pues bajo esos cuernos se discernía una cabellera única en el mundo conformada por mechones de fuego y nieve, y  unos ojos inconfundibles que había extrañado demasiado, aunque ahora se vieran distintos a como él los recordaba.

"¡¿Todoroki-kun?!"

El corazón de Midoriya se detuvo entonces, asustado, mas sus pies siguieron avanzando como locos.

¿Qué estaba pasando?

¿Por qué tenía el príncipe aquel aspecto?

Sabía gracias a Kirishima que Todoroki había coqueteado con la magia negra, quizá, para hacerse más fuerte y vengar su supuesta muerte, pero jamás pensó que las marcas que el dragón había visto en su cuerpo hubiesen derivado en algo tan terrorífico como eso...

No obstante, tuvo que dejar sus cavilaciones a un lado cuando se dio cuenta de que el heterocrómido desenvainaba una de sus espadas, siendo esta la de hielo, para apuntar con ella al dragón. En pocos segundos, la punta del arma se iluminó y la hoja comenzó a brillar mientras se cargaba de magia.

Izuku apresuró el paso y sus zancadas se volvieron kilométricas. No podía permitir que su amigo hiciera lo que estaba a punto de hacer cegado por la rabia, la ira o incluso por algo mucho peor.

– ¡¡¡NO LO HAGAS!!!, ¡¡¡TODOROKI-KUN!!!

El pecoso se abalanzó sobre Shoto justo cuando el príncipe estaba a punto de sesgar el aire con un potente hechizo, lo que hizo que la trayectoria de la magia de hielo no acertase en su objetivo inicial, el cual era Kirishima, sino que se desviase hacia la muralla de fuego que habían creado los dragones.

En consecuencia, una gran cantidad de vapor de agua y humo motivados por la colisión entre frío y calor se esparció por el área como una ola, cegando a los desprevenidos combatientes.

Entre tanto, Midoriya y Todoroki habían rodado unos metros después de la embestida del pecoso, el cual además había conseguido arrebatarle al heredero de Yuei la espada de hielo en el proceso. 

– ¡MI-MIDORIYA! –Izuku escuchó la voz de Kaminari no muy lejos, y aunque no sabía ni dónde ni cómo estaba, respiró aliviado por saber que seguía vivo después del abrupto aterrizaje.

– E-Estoy bien.– respondió.– ¡Ve con Kirishima-kun!

Acto seguido, el peliverde se incorporó como pudo y buscó con la mirada a su príncipe. No lo encontró muy lejos, solo a un par de metros de él, arrodillado y apoyando ambas manos en el suelo. Respiraba con dificultad y el cabello ocultaba sus ojos de la vista.

Definitivamente necesitaban hablar, aclarar las cosas... Lo que fuera...

– ¿Todoroki-kun? – inquirió Izuku levantándose.– ¿Qué...? ¿Qué es lo que te ha pasado?