Dragon king (KATSUDEKU)

Capítulo 79

Capítulo 79: victoria

La entusiasmada voz de Ms Joke resonó por encima del campo de batalla, y sus soldados respondieron con gritos de alegría, aplaudiendo y vitoreando, contagiados por el espíritu triunfante que se apoderaba de ellos. No solo celebraban el heroísmo de Midoriya, sino también la presencia y ayuda de los majestuosos dragones que ahora se habían convertido en sus aliados más poderosos y queridos.

Aquellas criaturas, antes temidas y consideradas enemigos por la humanidad, ahora eran honradas y admiradas por todos los presentes. Los soldados se acercaron a los dragones con respeto y cariño, tocando sus escamas y agradeciéndoles por su valiosa contribución en la batalla. Nejire sonreía avergonzada, mientras Mirio les agradecía sonriente. Kirishima intentaba buscar una excusa para volver al campamento de Shiketsu y ver cómo se encontraba su destinado y Katsuki... Katsuki solo tenía ojos para Deku, el cual estaba siendo alzado en el aire por varios soldados a modo de celebración. Mina y Sero se encontraban entre ellos.

– ¡Eres el mejor, Midoriya! – decía la de tez rosa.

– ¡Siempre supe que lo lograrías! – aseguraba el pelinegro con una enorme sonrisa.

El dragón rubio sonrió conforme con sus afirmaciones, y pese a que una o dos palabras malsonantes salieron de sus fauces, él también permitió que los soldados se le acercasen, hablasen o hasta tocasen.

Lo que uno hacía por amor...

El aire se llenó así de vítores y risas, mientras la emoción se extendía entre los presentes. El miedo que alguna vez sintieron hacia los dragones se había transformado en confianza y gratitud, pues aquellos seres poderosos habían demostrado su compromiso con el Continente y su deseo de proteger a la humanidad, forjando una amistad inquebrantable en el fragor de la batalla que no había pasado desapercibida para nadie, ya que, aunque Izuku hubiese derrotado al rey de los demonios, sin la ayuda de los dragones, muchas más vidas se habrían perdido a manos de sus detestables vasallos.

La celebración llenaba el ambiente con alegría y júbilo. La victoria sobre los demonios era motivo suficiente para que los soldados aclamaran con entusiasmo, aplaudiendo y halagando a todos los héroes presentes. Midoriya, elevado en el aire por los soldados, disfrutaba con timidez del fervor de la multitud, sintiendo la emoción contagiosa que se extendía por el lugar.

Sin embargo, en medio de la euforia, una voz llamó la atención de Izuku, y éste la reconoció al instante, pues aquel tono familiar lo hizo detenerse en seco y pedir a los soldados y a sus amigos que se detuviesen y lo bajasen.

Buscó entonces a alguien con la mirada, sintiendo su corazón latir con fuerza y una mezcla de esperanza, hasta que sus ojos se encontraron finalmente con los de quien buscaba.

– Todoroki-kun...

Gracias a su excelente oído, Bakugou escuchó también ese nombre en los labios de su destinado, y todo su cuerpo se tensó y se puso alerta.

Ese bastardo estaba cerca

Al mismo tiempo, el corazón de Izuku dio un vuelco mientras observaba a su príncipe caminar hacia él, apoyado en el hombro de Yaoyorozu, quien le brindaba apoyo para mantenerse en pie.

Shoto volvía a tener un aspecto normal. Sus garras, sus cuernos, su máscara demoníaca... Todo había desaparecido y ahora solo quedaba él, el Todoroki-kun al que siempre había conocido.

La felicidad se apoderó de Izuku y sin pensarlo dos veces, corrió hacia el heterocrómido, abrazándolo con fuerza y saltándose todo el protocolo que había respetado desde que se conocían. Ellos habían pasado por momentos difíciles, de vida o muerte, literalmente, pero en ese instante, todas las barreras que alguna vez pudo haber entre ellos se desvanecieron. Sin embargo, Todoroki se separó suavemente y realizó una reverencia, reconociendo a Izuku como el héroe que era.