Capítulo 51

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Capítulo 51: un trato es un trato

El pequeño Touya conoció a All for One en aquella sala vacía hacía ya veinte largos años.

El demonio había vagado por el mundo en la forma de una neblina oscura desde que logró escapar de la espada que lo aprisionaba, y a partir de ese momento, se dedicó a saltar de cuerpo en cuerpo y de animal en animal para poder sobrevivir. Su meta era obtener un cuerpo fuerte, reunir a los demonios que se habían difuminado en El Continente tras su derrota hacía mil años y retomar el lugar que les correspondía por derecho.

All for One esperaba con ansias el día en el que recuperaría todo su poder para así tomar el control y obtener la sumisión de todas y cada una de las especies... pero el problema era que todos los recipientes que usurpaba, ya fueran seres humanos, magos, animagos o bestias, eran incapaces de resistir la fuerza de su espíritu corrupto y acababan envejeciendo de forma acelerada hasta consumirse por completo.

La única forma de restaurar su forma original era bebiendo la sangre de la familia real de los dragones, aquellos infames que descendían de la reina Nana, la desgraciada que creó la espada que lo encerró... Pero acercarse en su estado actual a la morada de esas lagartijas era demasiado peligroso.

El rey de los demonios había estado a punto de tirar la toalla y aceptar que una vez perdido su cuerpo original por culpa de ese maldito héroe humano llamado All Might, ningún otro sería capaz de suplirlo, pero una noche, mientras descansaba en una posada de Yuei tras haber robado el cuerpo de un cazador, llegó a sus oídos la conservación de un grupo de soldados que se habían sobrepasado con el alcohol.

Por sus uniformes, el demonio comprendió que se trataban del soldados rasos que se quejaban del cinismo de su soberano.

– Su hijo no ha cumplido siquiera dos meses y ya está presionando al rey de Kamino para concertar un matrimonio con la princesa recién nacida.– había dicho uno de ellos.

– Lo único en lo que piensa es en el poder.– se quejó otro.– ¿Alguna vez le hemos importado los soldados que luchamos en su nombre en el campo de batalla?

– Eh, eh, baja la voz... Si los superiores se enterasen de esto nos cortarían la cabeza...

El rey de los demonios escuchó atentamente la conversación y llegó a la conclusión de que si lograba hacerse con el control del cuerpo de alguien con un corazón tan codicioso y que además tuviera un ejército con el que asediar Ignis, sus problemas no tardarían en encontrar una magnífica solución.

Pero primero debía asegurarse, así que, robando esta vez el cuerpo de un águila cuando el del cazador no pudo soportar más, voló hasta el castillo de Yuei y llegó un día antes de que los reyes emprendieran el viaje hacia el palacete de Samui para presentar al resto de sus hijos al pequeño Shoto.

Cuán fuel la sorpresa de All for One al descubrir el secreto de aquella familia real y la existencia de no uno, sino de tres hijos que vivían ocultos y a los que Endeavor no quería ni reconocer ni amar... Así fue como tuvo la certeza de que el cuerpo que albergaba una mente tan retorcida y despiadada como la de este rey sería el anfitrión perfecto para él.

Una vez el matrimonio regresó al castillo de Ciudad Capital con su cuarto hijo, el rey de los demonios se deshizo de su recipiente emplumado y atravesó los pasillos y corredores en su forma nebulosa, buscando al que sin duda sería su nuevo y duradero recipiente.

Registró los aposentos de la reina, el estudio, la biblioteca... pero no encontró nada en ellos, por lo que se dirigió al único lugar que le quedaba por revisar; la sala del trono.

Podrían ser fácilmente las cuatro de la mañana y allí se encontraba él, aquel hombre corpulento y de cabellos pelirrojos, sentado sobre su gran trono dorado, admirando una estancia vacía dedicada a ensalzar su figura como monarca y figura clave para alcanzar la paz entre los cinco reinos. 

Dragon king (KATSUDEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora