Capítulo 74

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Capítulo 74: la historia del molinero

Katsuki se encontraba en una zona apartada del campamento de Shiketsu, perdido en sus pensamientos mientras observaba la magatama que Izuku le había devuelto en la Isla de Fuego antes de irse. La historia entre ellos siempre había estado llena de conflicto y peleas, y ya no sabía cómo llegar a un entendimiento. Sin embargo, su deseo de cuidar y proteger a Izuku seguía ardiendo en su interior y era algo que jamás desaparecería, pasara lo que pasase.

Sus rubíes se perdían así en la magatama, aquella gema que representaba una promesa profunda y significativa no solo para él, sino para la familia real de los dragones, y el hecho de que Izuku se la hubiera devuelto le causaba una mezcla de dolor y confusión. Deku ya conocía el simbolismo detrás de ese objeto, y el rubio cenizo no podía evitar preguntarse qué significaba realmente el devolvérselo. ¿Ese idiota antepondría el ''deber'' a su corazón? Viniendo de él, alguien con un corazón tan puro y siempre dispuesto a arriesgarse por los demás, no había nada de lo que sorprenderse.

De repente, el sonido de las cornetas resonó en el aire, interrumpiendo los pensamientos de Bakugou. Ese sonido solo podía significar una cosa: el enemigo se acercaba.

Sin dudarlo ni un instante, Katsuki guardó la magatama bajo su ropa y se apresuró hacia la tienda donde había dejado antes al peliverde, esperando encontrar a Izuku allí, para protegerlo.

Sin embargo, al llegar, se encontró con la desagradable sorpresa de que Izuku no estaba. El soporte de espadas yacía vacío, lo que hizo que una maldición escapara de los labios del rey de los dragones mientras su corazón latía con fuerza. La preocupación se apoderó de él y salió de la tienda como un torbellino, buscando a Izuku desesperadamente.

– ¡¿Dónde estás, maldito Deku?! – gritó en voz alta, esperando que sus palabras llegaran a su compañero en algún lugar de aquel caótico campamento.

La idea de Izuku en peligro le resultaba insoportable, casi asfixiante, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para protegerlo. Lo que sea.

• • •

Deku creyó reconocer la voz furiosa de Kacchan llamándolo desde la distancia, pero decidió ignorarla y apretó con fuerza la empuñadura de la espada One For All mientras se escabullía entre las primeras filas de la vanguardia. El ejército de Shiketsu se encontraba en una situación desfavorable, sin suficiente tiempo para rearmarse por completo, lo que resultaba en pocos soldados formados y preparados para recibir el inminente ataque enemigo.

Un poco más atrás, desde su posición a caballo, la reina Ms Joke impartía órdenes a sus generales, tratando de organizar a las tropas de la mejor manera posible dadas las circunstancias. El caballero Inasa, por su parte, se encontraba lleno de entusiasmo y deseoso de entrar en combate de nuevo, sintiéndose invencible tras haber salido victorioso, según él, de un número sustancioso de enfrentamientos contra los soldados de Kamino y Yuei.

Deku, con la espada en mano, avanzaba sigilosamente entre los soldados de Shiketsu, tratando de encontrar una posición estratégica desde la cual pudiera avanzar y acercarse lo máximo posible a su objetivo. Su mente estaba concentrada en la batalla por delante, pero también sentía una inquietud en su corazón. A pesar de los conflictos pasados con Kacchan, no podía evitar preocuparse por él en medio de todo el caos.

"Estará buscándome como loco" – intuyó acertadamente.

Pero ya no había marcha atrás.

Instintivamente, se llevó la mano al pecho, buscando la magatama que había colgado durante meses de su cuello, pero al no encontrarla, recordó que se la había entregado hacía un tiempo a Kacchan. No pudo evitar sonreír con cierta tristeza.

Dragon king (KATSUDEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora